Playas, bosques y tradición: qué ofrece la ruta costera del sur de Mar del Plata

Este fascinante itinerario costero, imprescindible para quienes exploran la ciudad, revela la diversidad del sur de Mar del Plata. Permite disfrutar de amplias playas de suave declive que dan paso a otras rodeadas de frondosa vegetación y, más adelante, a pequeñas playitas al pie de acantilados.

El paseo, ya sea en automóvil o transporte público, ofrece vistas panorámicas espectaculares a lo largo de la Ruta 11. Cada playa da nombre a su barrio y ofrece una perspectiva única de la vida en Mar del Plata. En esta zona, la influencia rural se manifiesta en los cultivos de trigo, girasol, maíz, soja, cría de caballos de carrera y más.

En tanto, la Ruta 11 serpentea siguiendo el trazo de la costa, separada por bosquecillos ideales para disfrutar de un buen mate con vista al mar

Las amplias playas de Punta Mogotes se ubican al sur de la Reserva Natural del Puerto, un moderno complejo costero que ofrece balnearios con servicios de alquiler de sombrillas, restaurantes, bares, instalaciones deportivas y actividades recreativas para todas las edades y estacionamiento. El barrio homónimo, frente a la playa, invita a alojarse y disfrutar de una variada oferta gastronómica, así como explorar los centros comerciales.

La bahía, con casi tres kilómetros de extensión, culmina en Punta Cantera, también conocida como Waikiki, un paraíso para el surf y el kayak. La Ruta Provincial 11, bautizada como Paseo Costanero Sur Presidente Arturo Illía, retoma su curso en Avenida de los Trabajadores y Av. Mario Bravo, ofreciendo una amplia gama de alojamientos, campings, cervecerías, restaurantes y centros recreativos.

Antes de continuar hacia el sur, una buena idea es tomar la Av. Mario Bravo hasta la intersección con calle Vergara. Este barrio y reserva forestal deslumbra con chalets rodeados de parques y arboledas majestuosas, ofreciendo hosterías, restaurantes y la célebre Cabaña de Té del Bosque, declarada de interés turístico.

Al retornar hacia la costa, se puede hacer una breve parada en la pintoresca iglesia San Pío de Pietrelcina (Sánchez de Bustamante 3850), construida con la típica “piedra Mar del Plata”. Prosiguiendo por el Paseo Costanero Sur, se llega al histórico Faro de Punta Mogotes, erigido en 1891, marcando un nuevo hito en el itinerario.

A un kilómetro de la rotonda del Faro, la Playa Alfar se destaca por sus exclusivos paradores y arboledas que se extienden hasta la arena. Este rincón es el elegido para los after beach, recitales y fiestas electrónicas donde renombrados DJ’s aseguran un verano inolvidable.

A la altura del kilómetro ocho desde la rotonda del Faro, emerge la Barranca de los Lobos, conocida antiguamente como Lobería por las manadas de lobos marinos que la poblaron. La sucesión de playas públicas, balnearios y clubes de playa despliega vistas magníficas de un océano con matices cambiantes y algún barco en el horizonte que completa el idílico panorama costero.

Arraigada en el Partido de General Pueyrredon, se alza entre la llanura pampeana y la costa, con una historia que se remonta a la ancestral Estancia Chapadmalal, cuyo nombre en araucano significa “entre arroyos”. Este extenso sector junto a la Ruta 11, conecta Mar del Plata y Miramar.

Chapadmalal no tiene un centro específico, ya que se compone de diversas urbanizaciones como Playa Chapadmalal, San Eduardo, Los Lobos, Santa Isabel, El Marquesado y San Eduardo del Mar. Un sitio imperdible en la zona es la primera bodega con influencia oceánica de Argentina, donde se pueden explorar viñedos, conocer los procesos de producción y degustar los vinos locales.

“Chapa”, como la llaman los lugareños, ofrece una destacada oferta de alojamiento, playas, balnearios, gastronomía y servicios, fusionando el contacto directo con la naturaleza y la inmensidad del mar. Además, permite realizar una gran diversidad de deportes como surf, trekking, running, pesca deportiva, golf, cabalgatas y parapente.

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