Un senador Carolina del Sur descubrió una cuenta bancaria del estado con USD 1.800 millones: nadie sabe su origen

Tras la renuncia del principal contador del estado, una revisión contable expuso un misterio financiero de magnitud, con millones de dólares invertidos originando interrogantes sobre la gestión

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Vista de billetes de dólares, en una fotografía de archivo (EFE/Sebastiao Moreira)
Vista de billetes de dólares, en una fotografía de archivo (EFE/Sebastiao Moreira)

En un hallazgo que ha sorprendido tanto a funcionarios como a ciudadanos de Carolina del Sur (Estados Unidos), se ha descubierto que el estado posee USD 1.800 millones en una cuenta bancaria sin que nadie sepa exactamente de dónde provino el dinero ni a qué estaba destinado. La investigación de este misterioso fondo está siendo liderada por el senador republicano Larry Grooms, quien comparó la situación con encontrar una gran cantidad de dinero en un banco sin saber a quién pertenece.

Este caso surge como el más reciente problema de contabilidad del estado, después de que su principal contador renunciara el año pasado debido a un error de contabilización.

La cuenta en cuestión ahora es examinada por contadores estatales y privados, en un contexto en el cual Carolina del Sur ya había enfrentado problemas contables previos. El año pasado, el contralor general republicano electo, Richard Eckstrom, dimitió tras un error de doble contabilización en cuentas de educación superior, lo que resultó en un error de USD 3.500 millones, todos en papel, durante una transición a un nuevo sistema contable que comenzó en 2007.

El dinero, que existe en efectivo y no solo en el papel, fue invertido por el tesorero electo republicano Curtis Loftis, generando casi USD 200 millones en intereses para el estado. Esto ha suscitado preguntas sobre por qué no se notificó a la Asamblea General que el dinero estaba disponible, especialmente cuando había solicitudes de agencias estatales por valor de 3.000 millones de dólares que no pudieron ser atendidas en el presupuesto del próximo año recién aprobado por la Cámara de Representantes de Carolina del Sur.

“La buena noticia es que no se perdió dinero”, aseguró el gobernador republicano, Henry McMaster, mostrando un cauto optimismo frente a la situación. Sin embargo, la falta de claridad y la responsabilidad detrás de este enigma financiero han alimentado un debate en el estado sobre la idoneidad del actual sistema de gestión financiera.

Entre las medidas consideradas por los legisladores se encuentra una enmienda constitucional propuesta que se presentaría a los votantes para hacer del contralor general un puesto designado en lugar de electo, sugerida por Grooms tras la aprobación por el Senado el martes.

“La política realmente no debería entrar en juego. La gente prefiere que sus contadores no sean cruzados”, mencionó Grooms, destacando la necesidad de un cambio para evitar futuras complicaciones.

Esta saga contable no es un fenómeno nuevo para Carolina del Sur: la oficina del Tesorero se estableció con la primera constitución del estado en 1776. Desde entonces, las finanzas del estado han navegado a través de periodos de “confusión desconcertante”, según lo descrito en la Historia de Carolina del Sur, editada en 1920 por Yates Snowden y Howard Cutler.

Un conjunto de billetes de dólares  (Foto AP/Mark Lennihan)
Un conjunto de billetes de dólares (Foto AP/Mark Lennihan)

Curtis Loftis ha señalado que su oficina ha dedicado miles de horas a investigar la cuenta, mientras que la Oficina del Contralor General ha rehusado reunirse con su equipo o compartir información. En una declaración, Loftis expresó su frustración, pidiendo oraciones para su personal “que trabaja horas tremendas debido a esta situación”.

La falta de comunicación efectiva entre la Oficina del Tesorero y la Oficina del Contralor General ha sido señalada en una auditoría, lo que puede haber contribuido a la persistencia del misterio en torno a los USD 1.800 millones. Con los líderes legislativos y el gobernador optando por esperar un informe definitivo antes de considerar el uso de estos fondos, el estado de Carolina del Sur se encuentra en una encrucijada financiera y administrativa sin precedentes.