Dos estadounidenses denunciaron haber sido agredidas sexualmente tras ser drogadas en Bahamas

Amber Shearer y Dongayla Dobson, quienes planearon unas divertidas vacaciones, reportaron haber sido atacadas durante su visita a un resort de Grand Bahama

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Las afectadas reportaron el incidente, lo que llevó a la detención de dos acusados mediante imágenes de vigilancia del resort (Amber Shearer - Facebook)
Las afectadas reportaron el incidente, lo que llevó a la detención de dos acusados mediante imágenes de vigilancia del resort (Amber Shearer - Facebook)

Dos mujeres de Kentucky, Amber Shearer y Dongayla Dobson, se han convertido en el centro de un perturbador suceso tras ser presuntamente drogadas y agredidas sexualmente durante unas vacaciones sin hijos en las Bahamas. Este incidente ocurrió justo después de que Estados Unidos emitiera una advertencia de viaje para este destino turístico popular.

Según Fox News, las mujeres participaban de un crucero de Carnival cuando decidieron visitar una playa en Gran Bahama, donde vivieron una experiencia traumática en plena luz del día.

Las víctimas contaron a NewsNation cómo un empleado del resort les ofreció una promoción de bebidas dos por uno, las cuales aceptaron. Poco después de consumir estas bebidas, decoradas de manera tropical, comenzaron a sentirse inusualmente intoxicadas.

Según revelaron, incluso sus seres queridos, a través de videos enviados por las mujeres, notaron que algo no estaba bien apenas 15 minutos después de haber tomado su primer sorbo. “Menos de un par de sorbos de la segunda bebida, sabíamos que algo andaba terriblemente mal”, comentó Shearer.

El deterioro de su estado llevó a que las dos mujeres perdieran la conciencia, momento en que fueron agredidas por miembros del personal del resort, según sus testimonios. La policía de Bahamas y otros empleados del lugar pudieron identificar rápidamente a los dos hombres acusados del asalto mediante imágenes de vigilancia. Uno de los atacantes, detallaron las víctimas, había sido empleado del resort solo por una semana.

Las autoridades bahameñas arrestaron a dos hombres, de 40 y 54 años, en relación con el asalto sexual. Aunque la policía continúa con la investigación, las mujeres expresaron su frustración por el manejo de sus alegaciones, indicando que la policía local no administró los kits de prueba de violación adecuadamente a pesar de sus súplicas.

Uno de los moretones sufridos por Amber Shearer (Amber Shearer-Facebook)
Uno de los moretones sufridos por Amber Shearer (Amber Shearer-Facebook)

Los resultados de las pruebas toxicológicas mostraron una mezcla de drogas en sus sistemas, con casi ningún rastro de alcohol, además de encontrar múltiples moretones en sus piernas.

De regreso en Kentucky, Shearer y Dobson están recibiendo cuidado médico que incluye medicación para la prevención del VIH. A través de sus declaraciones, buscan no solo justicia para lo acontecido, sino también alertar a otras mujeres sobre los peligros potenciales.

Queremos justicia por lo que nos pasó. Queremos concienciar a otras”, afirmó Shearer, recomendando precaución al adquirir bebidas y subrayando que dos personas no constituyen un grupo seguro.

Este incidente se produce tras una advertencia de viaje nivel dos emitida por el Departamento de Estado de Estados Unidos hacia las Bahamas debido a altos niveles de crimen. La mayor incidencia de criminalidad se reporta en las islas New Providence (Nassau) y Gran Bahama (Freeport), incluyendo picos de crímenes violentos como robos armados y asaltos sexuales debido a la actividad de bandas. Sin embargo, las víctimas aseguraron no estar informadas de esta advertencia antes de su viaje.

La reacción de la compañía de cruceros Carnival también ha sido motivo de crítica por parte de las afectadas, quienes sostienen que la empresa no las informó adecuadamente sobre la advertencia de viaje de Estados Unidos. Hasta ahora, la empresa ha indicado que está cooperando con la policía bahameña en su investigación.

Este caso ha resonado no sólo como un llamado a la precaución para los turistas, sino también como un recordatorio de las responsabilidades que tienen tanto los países anfitriones como las empresas de turismo para garantizar la seguridad de sus visitantes. Las mujeres continúan su recuperación en casa, mientras buscan justicia y se esfuerzan por superar el trauma de una experiencia que ha puesto de manifiesto las vulnerabilidades a las que se enfrentan los viajeros.