En un destacado esfuerzo que desafía las conclusiones de décadas de investigación por parte de las autoridades, un grupo de estudiantes de secundaria de Tennessee ha conseguido avances significativos en una serie de crímenes sin resolver conocidos como los “Asesinatos de Pelirrojas”, que se remontan a los años ochenta.
Los estudiantes de la Escuela Secundaria Elizabethton, guiados por su profesor Alex Campbell, utilizaron su proyecto de clase para establecer conexiones entre hasta seis víctimas y un sospechoso al que denominaron el “Estrangulador del Cinturón Bíblico”, arrojando luz sobre una secuencia de crímenes que dejaron a las autoridades perplejas durante más de cuatro décadas.
La investigación iniciada en 1985 tras la aparición de hasta 14 cuerpos de jóvenes mujeres blancas con cabello rojo o rojizo en Tennessee, Kentucky y estados vecinos entre 1983 y 1985, no consiguió avances significativos hasta que los estudiantes presentaron su investigación en 2018.
La Oficina de Investigación de Tennessee (TBI) reconoció entonces las contribuciones de los alumnos, quienes incluso colaboraron con agentes retirados del FBI para perfilar el caso, según Campbell. Jerry Johns, convicto por un caso similar, fue póstumamente vinculado a uno de estos asesinatos después de la identificación de Tina McKenney-Farmer, una de las víctimas.
En palabras de Campbell al New York Post, sus estudiantes nunca dejan de impresionarle, especialmente por su empatía hacia las víctimas, a quienes se referían como sus “seis hermanas”. Esta conexión emocional llevó a los estudiantes a crear un podcast de 10 episodios, Murder 101, para compartir cómo reunieron las pruebas y resolvieron el misterio.
Aunque Jerry Johns falleció en prisión en 2015, la investigación sobre Michelle Inman, Elizabeth Lamotte y Tracy Walker sigue activa, con la TBI afirmando que aún se están buscando conexiones y recabando información.
“Quiero que este caso dé esperanza a otras familias en nuestro estado que aún esperan respuestas”, afirmó a Fox News David Rausch, director de la TBI, enfatizando el compromiso continuo con los casos sin resolver siempre que existan pistas viables. A pesar de la frustración expresada por Jared Effler, Fiscal General de Distrito, sobre no poder juzgar a Johns, la satisfacción reside en haber proporcionado algunas respuestas después de más de 34 años.
La incansable dedicación de estos jóvenes estudiantes no solo resalta su compromiso con la justicia y la verdad, sino también cómo la perseverancia y el enfoque fresco pueden arrojar luz sobre los misterios más oscuros del pasado.
Según People, sus esfuerzos han sido reconocidos tanto por la comunidad educativa como por organismos de aplicación de la ley, demostrando el impacto que pueden tener los proyectos educativos en la resolución de casos reales.
Al final, aunque el “Estrangulador del Cinturón Bíblico” nunca será llevado ante la justicia, este extraordinario proyecto de clase ha proporcionado un cierre muy necesario para las familias de las víctimas y ha ofrecido esperanza de que ningún caso se quedará en el olvido.