Quién es Mohammed Ben Sulayem, el presidente de la FIA al que Alonso pide que los futuros pilotos españoles sean “protegidos”

Las sanciones que recibió el bicampeón del mundo en Australia y China y el hecho de que Lewis Hamilton no se llevase ninguna por el accidente que malogró la carrera al sprint del asturiano en Miami han llevado a este a mantener una reunión con el mandamás del automovilismo mundial

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Fernando Alonso y Mohammed Ben Sulayem, presidente de la FIA (Redes sociales)
Fernando Alonso y Mohammed Ben Sulayem, presidente de la FIA (Redes sociales)

La relación de Fernando Alonso con la FIA no pasa por su mejor momento. De hecho, puede que la crisis sea la mayor que ha conocido nunca el español desde que trata con el organismo que rige el automovilismo a nivel mundial y, por ende, la Fórmula 1. La leyenda en activo de la competición no está nada satisfecha con el trato que se le está dispensando este 2024, por varias decisiones de los comisarios, o la falta de las mismas, que le han afectado de lleno.

Todo empezó en el Gran Premio de Australia, cuando el piloto de Aston Martin pasó del sexto al octavo lugar en la carrera de Melbourne debido a una penalización de 20 segundos, que se le aplicó por conducción “potencialmente peligrosa” ante el Mercedes de George Russell. El británico sufrió un accidente debido, según la FIA, a que Alonso “levantó el pie del acelerador 100 metros antes de lo usual en el resto de la carrera”. Una decisión que al afectado no pudo sentarle peor: “Creo que sin grava en esa esquina, en cualquier otro rincón del mundo nunca seremos siquiera investigados”.

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“No sé qué decir después de Australia; igual me descalifican para el resto del campeonato…”, llegó a ironizar el bicampeón del mundo en Japón. Más tarde, en China, la polémica saltó de nuevo, ya que Alonso fue sancionado en la carrera al sprint por tocarse con el Ferrari de Carlos Sainz. En aquella ocasión, su compañero Lance Stroll recibió idéntico castigo (en su caso, al chocar por detrás con el RB de Daniel Ricciardo mientras el coche de seguridad estaba en pista) y hasta el jefe del equipo, Mike Krack, protestó. Dio igual: lo decidido ni siquiera se revisó, como solicitaron los de Silverstone.

Alonso durante la clasificación de Miami (REUTERS/Brian Snyder)
Alonso durante la clasificación de Miami (REUTERS/Brian Snyder)

“Me he llevado la sanción más dura en Australia y China, así que es bueno asegurarse de que todo está bien, no pasa nada más”, dijo Alonso ya este mismo fin de semana. En tierras chinas, se le penalizó con 10 segundos y perdió tres puntos de su Superlicencia, quedándole sólo seis, si contamos también el percance australiano, de los 12 disponibles. Habiéndose mostrado muy crítico con el formato sprint últimamente (“El sprint no sirve para nada y no nos dejan competir. Son muy pocos puntos en juego y tampoco nos dejan competir porque nos penalizan”), parece que la gota que ha colmado el vaso de la paciencia del asturiano con la FIA ha tenido lugar en Miami.

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Ha sido así porque la nueva prueba corta que se dio en este Mundial fue una lo suficientemente aciaga para Alonso como para que decidiera mantener una reunión con las más altas instancias. “Veremos lo que deciden. Supongo que no decidirán nada porque no es español, pero bueno, creo que arruinó la carrera de unos cuantos. De (Lando) Norris sobre todo, que tiene un coche muy rápido y se quedó en ese incidente”, dijo, sin morderse en absoluto la lengua, tras el accidente que provocó Lewis Hamilton al poco de haberse producido la salida: al buscar su Mercedes el interior de la curva 1 a toda prisa, llevó a que los dos Aston Martin chocasen y a que el monoplaza de Stroll impactase contra el de Norris.

Como no hubo ni investigación ni sanción tras la maniobra, que se consideró un simple lance de carrera, Alonso puso el grito en el cielo en cuanto abandonó la pista (sufrió un pinchazo a consecuencia de lo ocurrido y terminó último: Stroll y Norris abandonaron). Cuando ya se había producido la clasificación para configurar la parrilla de este domingo, donde sólo pudo ser decimoquinto, el ovetense se despachó aún más a gusto.

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“Siento que la nacionalidad importa. Y hablaré con Ben Sulayem, con la Federación, lo que sea. Necesito asegurarme de que no hay nada malo con mi nacionalidad ni nada que pueda influir en cualquier decisión. No sólo por mí, también por la futura generación de pilotos españoles. Tienen que estar protegidos. Tenía que abrir hueco, porque Hamilton venía por el interior sin el control del coche. Si hago eso, seguro que me sancionan”, opinó Alonso antes de reunirse nada menos que con el presidente de la FIA.

Alonso tras la sprint race de Miami (John David Mercer-USA TODAY Sports)
Alonso tras la sprint race de Miami (John David Mercer-USA TODAY Sports)

¿Quién es Mohammed Ben Sulayem?

A sus 62 años, Mohammed Ben Sulayem lleva al frente de la Federación Internacional de Automovilismo desde diciembre de 2021, sustituyendo en el cargo al mítico Jean Todt. Anteriormente, se había convertido en el primer vicepresidente árabe de la organización y había sido miembro del Consejo Mundial del Deporte de Motor. Se trata de la primera persona no europea al cargo de la FIA.

Ben Sulayem se hizo un nombre en el mundillo como piloto de rallies, ya que ganó el Campeonato de Oriente Medio de Rally hasta en 14 ocasiones, dominándolo durante prácticamente dos décadas. En Toyota primero (1986-1991) y en Ford después (1994, 1996-2002), consiguió tanto sus títulos como sus más de 60 victorias en estas lides. Aunque otro mito como Nasser Al-Attiyah superaría sus récords más tarde, está claro que es parte fundamental de la historia del rally en términos arábigos.

Como curiosidad, el hoy dirigente llegó a apuntarse una victoria en el Rally de Cataluña de 1992. Gran coleccionista de coches (Mercedes, Ferrari, Porsche, Jaguar, Lamborghini y un largo etcétera pueblan su garaje), fue pieza clave para que el Gran Premio de Abu Dabi empezase a celebrarse allá por 2009. Ya en su etapa al frente de la FIA, hay algunas polémicas que merece la pena reseñar.

La opinión del jefe de Alonso en Aston Martin sobre la posibilidad de que el coche de 2024 gane carreras.

Para empezar, la investigación sobre el controvertido final del Mundial de 2021, con Max Verstappen proclamándose campeón en la última vuelta en Abu Dabi: no hubo ningún tipo de rectificación, a pesar de las reservas por la circunstancia de que hasta cinco monoplazas doblados tuvieron permiso para adelantar a Hamilton tras irse el safety car, que había entrado a ultimísima hora por un accidente de Nicholas Latifi a escasos cinco giros para la bandera a cuadros. Esta decisión de la dirección de carrera hizo que Verstappen se situase detrás de Hamilton y acabase adelantándole.

Tampoco hay que pasar por alto que se investigó de forma interna a Ben Sulayem por supuesta intervención en los resultados del Gran Premio de Arabia Saudí de 2023. Casualmente, unos que beneficiaron a Alonso, devolviéndole en última instancia el podio que llegaron a quitarle en favor de Russell. Todo quedó en nada, a pesar de que un trabajador de la propia FIA habló de supuestas llamadas telefónicas del presidente para cambiar lo decidido inicialmente: Aramco, principal patrocinador del equipo Aston Martin, es una petrolera árabe.

Mohammed Ben Sulayem en Miami este fin de semana (REUTERS/Marco Bello)
Mohammed Ben Sulayem en Miami este fin de semana (REUTERS/Marco Bello)

El GP de Las Vegas, que se incorporó al calendario el año pasado, fue otro motivo de escepticismo en torno a Ben Sulayem, quien habría pedido que este circuito se declarase inseguro y no apto para competir. Además, la sombra del machismo le sobrevuela: en 2001, aseguró en su propia página web que no le gustaban “las mujeres que piensan que son más listas que los hombres, porque en realidad no lo son”. A pesar de que la FIA le defendió al divulgarse esta cita en 2023, alegando que estos comentarios “no reflejan las creencias del presidente”, ahí queda eso.

El 23 no fue especialmente benévolo con Mohammed Ben Sulayem. Más allá de los episodios dudosos ya puestos sobre la mesa, en marzo del pasado año tuvo que afrontar la pérdida de su hijo Saif, que murió en un accidente de tráfico en Dubái y que era tan apasionado del motor como su padre. El hombre al que Fernando Alonso se ha dirigido en nuestros días para tratar de aclarar la diferencia de criterio que considera que le viene perjudicando en el presente curso.