¿Qué le pasa a Djokovic? Un exmiembro de su equipo desvela que “ha perdido la esencia y no le han reconducido”

Craig O’Shannessy, entrenador táctico que formó parte del staff del serbio entre 2017 y 2019, analiza el declive deportivo del serbio. “Cuando un tenista sale del camino, la confianza se resiente y todo tiembla”, asegura

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Djokovic durante un entrenamiento previo al Masters 1000 de Montecarlo (REUTERS/Denis Balibouse).
Djokovic durante un entrenamiento previo al Masters 1000 de Montecarlo (REUTERS/Denis Balibouse).

Algo pasa con Djokovic. Ningún título, ninguna final disputada y tres derrotas en 11 partidos. Son los registros de su irregular inicio cuando la temporada tenística ya tiene su mirada clavada en la gira de tierra batida, que ya ha arrancado con el Masters 1.000 de Montecarlo. El curso del río lo seguirán el Conde de Godó, Madrid Open y Masters de Roma hasta desembocar en Roland Garros. El serbio es la mayor incógnita a resolver, ni siquiera él las tiene todas consigo mismo. “Mis expectativas no son muy altas, por la forma en la que he estado jugando este año en los torneos y también por los resultados que tuve en Mónaco en los últimos años, que no fueron muy bueno, mantengo mis expectativas bajas”, confiesa.

Tenistas como Jannik Sinner -campeón del Open de Australia y del Masters 1.000 de Miami y Carlos Alcaraz- vencedor en Indian Wells- le han robado el protagonismo y favoritismo en el inicio de la gira sobre la arcilla. “Novak tiene la gran suerte de que existen Sinner y Alcaraz. Ellos le desafían, le presentan un reto, le hacen levantarse de la cama con ganas de entrenar. De hecho, es muy posible que Novak pierda el número uno en algún momento y estoy seguro que recuperarlo será una motivación para él. Es distinto, pero en ese último tramo de su carrera son lo que fueron Nadal o Federer en sus inicios. Necesita estudiarles, entenderles y reajustar su tenis para ganarles”, asegura en una entrevista para El Mundo, Craig O’Shannessy, entrenador táctico que formó parte del staff de Djokovic entre 2017 y 2019.

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La discusión de Novak Djokovic con el Umpire

Con él dentro de su séquito, el serbio desarrolló el juego más directo de su carrera. Versión completamente opuesta a la mostrada en sus últimos partidos en el que sus puntos han alcanzado el mayor número de intercambios desde 2017, cuando cuajó su peor temporada al no conquistar título alguno y caer hasta el puesto 12º del ranking. “Ha perdido la esencia de su juego, se ha enfocado en otras áreas y su equipo no le ha reconducido. El tenis es un deporte circular, de rachas buenas y malas, es imposible jugar a tu mejor nivel durante 20 años, todos los meses. Novak debe analizar sus partidos, estudiar las estadísticas y volver al patrón de juego que le ofreció mejores resultados. Cuando un tenista sale del camino, la confianza se resiente y todo tiembla”, asegura.

El germen del brete puede residir en los problemas físicos que ha sufrido con una lesión de muñeca en la United Cup y una gripe durante el Open de Australia. Aunque existe otro factor que puede ser diferencial. Al ya de por sí extraño inicio de temporada, Novak Djokovic añadió la pasada semana un giro de tuerca al prescindir de Goran Ivanisevic como entrenador. “Decidimos dejar de trabajar juntos hace unos días. Nuestra química en la pista tuvo sus altibajos, pero nuestra amistad siempre fue sólida como una roca. De hecho, estoy orgulloso de decir que además de ganar torneos con él, hemos mantenido una batalla paralela en el parchís durante muchos años. Y ese torneo nunca se detiene para nosotros”, transmitió el balcánico por medio de sus redes sociales, en un movimiento que cogió por sorpresa a muchos.

Prescinde de su mano derecha

Ivanisevic también ofreció su versión. “No existe una razón concreta, pero hay que reconocer que ambos tenemos una sensación de fatiga y saturación. A veces, la gente olvida toda la tensión que hemos tenido que afrontar juntos, como cuando era señalado como el mayor villano del planeta por todo lo que ocurrió durante la pandemia. Llegamos a un punto de saturación en el que yo me cansé de él y él se cansó de mí. Además, yo tenía la sensación de que no podía serle útil ya”, reconoce.

En verano de 2023, todo empezó a resentirse. “Me di cuenta de que estábamos llegando a ese punto por primera vez el año pasado, en Estados Unidos, aunque la derrota en la final de Wimbledon nos afectó muchísimo, especialmente a mí. Luego ganó a Alcaraz aquel partido memorable en Cincinnati y yo ya sabía que nuestro final estaba cerca. Quizá deberíamos haberlo dejado después del US Open, pero me operé de la rodilla y lo dejamos correr”, ha confesado Ivanisevic. "