El Unicaja culmina su semana de fiesta compartiendo la BCL con un Carpena a rebosar

Málaga, 5 may (EFE).- La afición del Unicaja llenó el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena para celebrar con los jugadores y el cuerpo técnico el título de la Liga de Campeones de Baloncesto (BCL) conquistado el pasado domingo en Belgrado.

Hubo fiesta en la víspera del partido de la jornada 32 de Liga Endesa entre el Unicaja y el UCAM Murcia, casualmente nueve días después de que los mismos equipos se vieran las caras en semifinales de la BCL.

Como introducción a la ceremonia, el club habilitó una zona 'fan' para que los aficionados pudieran fotografiarse con el trofeo, el tercero a nivel continental que el club consigue en su historia, el primero de BCL en su tercera participación.

En el interior, a pocos minutos del comienzo del partido, se proyectó en los videomarcadores un vídeo con las mejores imágenes de la final que Unicaja ganó al Lenovo Tenerife y que arrancó un cántico unánime en el pabellón: “¡Campeones, campeones, oé, oé, oé!”

Con el trofeo presidiendo el centro de la pista, la lona conmemorativa del sexto título del Unicaja en su historia fue desplegada lentamente mientras sonaba el himno del club que cantaban las 10.600 personas presentes.

Ahí luce para la eternidad, en lo alto del estadio, sobre una gran lona con fondo verde con el logotipo de la Final a Cuatro de Belgrado, junto a las insignias de la Copa del Rey 2023, la Eurocopa 2017, la liga ACB 2006, la Copa del Rey 2005 y la Copa Korac 2001.

Un momento simbólico que culminó con el capitán y referente del equipo, el base malagueño Alberto Díaz, que levantó el trofeo para ganarse otro gran aplauso de admiración de toda la hinchada.

Después de la primera celebración, que fue en el aeropuerto en la llegada de los jugadores en la madrugada del domingo al lunes, y de la gran fiesta en las calles de la capital ese mismo lunes por la tarde con la rúa, este domingo se clausuró la semana de festejos en el pabellón malagueño, más inundando que nunca con su marea verde de aficionados. EFE

1012009

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