Así es el Scorpène, el submarino éxito de ventas que Francia acusó a España de plagiar para desarrollar el S-80

Si bien el sumergible nació como un diseño hispano-francés, diversos desencuentros llevaron a ambos países a romper el que, hasta la fecha, sigue siendo el mayor proyecto bilateral emprendido entre España y Francia en materia de defensa. Indonesia se ha convertido en el quinto país en adquirir el buque

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Submarino Scorpène de Chile (Armada de Chile)
Submarino Scorpène de Chile (Armada de Chile)

Chile, Malasia, India, Brasil y, a partir de esta semana, Indonesia son los países que han elegido al submarino Scorpène para dotar a sus respectivas fuerzas armadas. Naval Group, el astillero semipúblico francés, ha dado a conocer un acuerdo con el Gobierno indonesio por la compra de dos de estos sumergibles, unidades que serán fabricadas en este país del sudeste asiático. Con esta nueva transacción, el Scorpène ha reafirmado su dominio en el mercado internacional de submarinos, con un total de 16 embarcaciones vendidas, algunas de ellas aún en construcción. Más de la mitad de estos fueron desarrolladas de manera conjunta con España, pero ambos países rompieron su alianza, en 2010, tras una serie de disputas que incluso llegaron a los tribunales.

La cooperación franco-española tuvo a Chile como primer cliente. El país sudamericano adquirió dos Scorpène en 1997, que recibió entre 2005 y 2006. Izar (la actual Navantia) y DCNS (hoy Naval Group) se repartieron la construcción de distintas partes de las embarcaciones y cada empresa se encargó del ensamblaje de uno de los submarinos. La misma dinámica se repitió con la fuerza naval malaya, que también contrató un par de buques, en 2002. Sin embargo, el mayor logro del proyecto conjunto tuvo lugar en 2005, cuando el Gobierno indio compró seis Scorpène por un valor de 1.200 millones de euros, aunque en este caso las unidades fueron desarrolladas directamente en India mediante acuerdos con la industria local.

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El problema que hizo naufragar la alianza industrial surgió por la negativa francesa de mejorar las características del submarino para adaptarlo a los requerimientos de la Armada española, que pretendía dar un salto cualitativo en su flota de sumergibles. “El Scorpène no le brindaba a la Armada todas las potencialidades y prestaciones que buscaba para su nueva generación de submarinos”, explica a Infobae España el analista y consultor en temas de defensa Carlos Delgado. Así, ante las limitaciones que acusaba el diseño original y la resistencia de Francia a modificarlo, España optó por desarrollar un sumergible acorde a sus necesidades operativas: el S-80.

Botadura del sexto Scorpène de India (Reuters/Francis Mascarenhas)
Botadura del sexto Scorpène de India (Reuters/Francis Mascarenhas)

El fin de la alianza

Al principio, ambos proyectos coexistieron y Navantia comenzó el desarrollo de su futuro buque a la vez que seguía involucrada en los contratos del Scorpène . Sin embargo, la convivencia voló por los aires cuando España seleccionó para el S-80 el sistema de combate de la empresa estadounidense Lockheed Martin, por sobre el francés. La gota que rebalsó el vaso de la paciencia gala fue el hecho de que, a finales de la primera década de este siglo, el astillero español ofertara a Turquía el S-80, licitación a la que también aspiraba el Scorpène . Aunque ninguno de los dos modelos se hizo con el contrato, Naval Group buscó vengarse de lo que consideró una afrenta e inició una campaña de desprestigio contra la embarcación de Navantia.

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“La propaganda que difundió Naval Group fue que el S-80 era la versión española del Scorpène francés, una copia, cuando este siempre había sido un proyecto y diseño hispano-galo”, detalla Delgado. En 2009, la firma francesa presentó una denuncia por plagio ante el Tribunal Internacional de Arbitraje, acusación que su todavía socio negó rotundamente. “Tan es así que el S-80 no es un derivado del Scorpène , ya que este es un submarino convencional (con propulsión diésel-eléctrico) mientras que el buque español involucró desde sus inicios una AIP (funciona mediante hidrógeno producido abordo)”, destaca el experto. De igual manera, Delgado señala que la colaboración entre ambas empresas benefició a Navantia, dado que adquirió experiencia y conocimientos en la construcción de submarinos con la que hasta entonces no contaba y que aplicó para el desarrollo del S-80.

Botadura del tercer submarino Scorpène de Brasil (Reuters/Pilar Olivares)
Botadura del tercer submarino Scorpène de Brasil (Reuters/Pilar Olivares)

Finalmente, en noviembre de 2010, Francia y España rompieron, de mutuo acuerdo, el consorcio de construcción que mantuvieron por algo más de una década y pusieron punto final al conflicto. A partir de aquel momento, Naval Group se dedicaría en exclusiva al Scorpène, al que en los últimos años le ha hecho diversas modificaciones para volverlo 100% francés, y Navantia se centraría en el S-80, cuya primera unidad fue incorporada por la Armada a finales de 2023, tras numerosos retrasos y trastornos en su construcción.

Características del Scorpène

  • Desplazamiento en superficie: 1.600 – 2.000 toneladas
  • Longitud total: 72 m
  • Velocidad sumergido: 20 nudos
  • Profundidad de buceo: 300 m
  • Autonomía: 78 días en una misión de 80 días
  • Autonomía sumergida: 12 días
  • Tripulación: 31 personas
  • Carga útil total de armas: 18 (entre torpedos y misiles)
  • Tubos de armas: 6
  • Sistema de gestión de combate: Subtics
  • Disponibilidad operativa en el mar: 240 días por año
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