Las Ninyas del Corro: “Nos gusta señalar la masculinidad. Vemos hombres coreando las letras y creemos que no las entienden”

Las raperas barcelonesas presentan su segundo disco, ‘Bitches in Business’, su consagración dentro de la música española y su consolidación en el panorama artístico

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Laura Bonsai y Felinna Vallejo, raperas integrantes de Las Ninyas del Corro. (Foto: Helena Margarit)
Laura Bonsai y Felinna Vallejo, raperas integrantes de Las Ninyas del Corro. (Foto: Helena Margarit)

Laura Bonsai y Felinna Vallejo son Las Ninyas del Corro, que tras la publicación de su segundo álbum, Bitches in Business, han echado el ancla en el panorama musical de España. Un disco de rap que experimenta sin salirse de los mimbres del género y que suena a rebeldía política e inconformismo social, dos motivaciones que cada vez tienen menos peso en el panorama cultural.

La conciencia de clase desborda a las dos raperas, que desde su primer disco dejaron sus trabajos para dedicarse a la música. Aseguran que en los viajes aún comen de un recipiente: “Ojalá gastarme cinco euros en la comida de un aeropuerto, pero no”, asegura Laura, que también dice en una de sus nuevas canciones que es tan de izquierdas que su novio “le retira el tanga para la izquierda”.

Pregunta: ¿A qué nivel os ha cambiado la vida en los últimos tres años?

Respuesta: Pudimos dejar nuestros trabajos y dedicarnos enteramente a esto. Estos tres años han sido difíciles, porque ha habido mucho trabajo y adaptación. Yo [Laura] era una dependienta de una tienda, todo me ha venido nuevo: la industria, los conciertos, viajar, estar lejos de mi familia, desajustes emocionales constantes... Todo esto nos ha quitado mucho tiempo de la creación. No ha sido hasta el último año cuando hemos decidido sentarnos en el estudio y hacer un nuevo disco, que al final nuestra tarea es hacer música. Hemos estado muy lejos de eso durante este tiempo.

Gestionar tu propio grupo al final es una puta empresa. Nos levantamos contestando mails. Estás en el meollo, pero los medios de producción seguimos siendo nosotras y hacemos un millón de cosas. En cierto momento estábamos muy angustiadas y creíamos que el disco sería más oscuro, más angustioso, pero necesitábamos tanto divertirnos y relajarnos creando que ha salido algo muy divertido. La intención era hacer algo mucho más oscuro, mucho más denso, mucho más me estoy ahogando, no puedo más con esto, pero empezamos a pasarlo bien creando con nuestros amigos y encontramos el concepto de bitches in business, que a mí es algo que me fascina, porque los negocios parecían que no eran un tema del que pudieran hablar las mujeres y bitches [putas, en inglés], una palabra que se ha usado recurrentemente dentro del rap para ofendernos, nos lo hemos apropiado.

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P: ¿Decís que teníais más tiempo para crear y hacer canciones antes de dedicaros profesionalmente a la música? Debe poner mucha presión a la hora de componer, ahora que encima hay expectativas sobre vuestro producto.

R: Totalmente. Antes, cuando trabajábamos en la tienda, tú fichabas y de hecho escribíamos muchas veces en el trabajo, pero terminabas y te ibas a tu casa, te daba igual lo que pasaba en la tienda. Ahora no. Ahora estás todo el santo día pendiente. Es un poco más complicado encontrar ese momento en el que tú estás mentalmente disponible para crear y para ser creativo.

Las Ninyas del Corro, en el centro de Madrid. (Helena Margarit)
Las Ninyas del Corro, en el centro de Madrid. (Helena Margarit)

“No es beber champán”

P: Ahora sois Bitches in Business, sois vuestras propias jefas, que ese mensaje se lleva mucho ahora. Sin embargo, es de los pocos discos de rap que puedes escuchar donde no se presume de dinero, de coches, de que has escalado y has triunfado...

Ese es el rap de hombres. Nunca ha sido de nuestra devoción nombrar marcas ni hablar sobre una vida de lujos, porque aunque todo el mundo quisiera eso, no es algo sobre lo que yo quiero hablar como reflexión. Además, tampoco sería verdad, cojo el metro para ir a cualquier lado.

El otro día cogí un taxi para volver a casa y al gastarme 20 euros me sentí fatal, las amigas nos dejan ropa... Bitches in business es coger el metro, es que te presten la ropa tus amigas, es cómo te las apañas. Hacer equipo para que puedas brillar, no es beber champán.

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P: ¿Qué es el rap de hombres?

R: Lo que se entiende como rap. Yo hablo de que me coman el coño, hablo desde mi perspectiva como mujer y como rapera te puedo chulear, te puedo hablar desde un contexto sociopolítico, te puedo hablar de cómo me siento hoy y me siento hecha una puta mierda. Te hablo de cosas diferentes, aunque hay muchos hombres que supongo que también lo deben hacer, pero el rap de hombres eran sexo, drogas, rock and roll y poco más.

Nosotras somos conscientes de qué lugar ocupamos y de qué lugar queremos ocupar. Nuestro discurso tiene algo que piensan muchas mujeres, pero que no todas tienen la oportunidad o la visibilidad para decirlo. Tú como mujer lo transformas y representa a las chavalas, porque esas barras las escuchan las chavalas y dicen joder, esto lo he pensado yo.

P: Un leitmotiv de vuestro disco es que os reís mucho de la masculinidad, sea del tipo que sea.

R: Qué divertido que digas esto, porque no nos lo habían dicho hasta ahora y lo has sabido ver. Reírnos de las masculinidades y la idea de nuestro coño está aquí lo hemos tenido siempre. No es un feminismo superexplícito, pero es feminismo, solo que tienes que saber leer. Nos ha venido mucha gente a decir que no somos suficientemente feministas porque no somos explícitamente feministas todo el tiempo. Pues date una vuelta, igual la que tiene que reflexionar eres tú.

Nos reímos y es una sátira, es jugar con esa ironía, con esa picardía que nos caracteriza, porque alguien tiene que señalar esas masculinidades de alguna forma, porque entre hombres no se van a señalar. Si lo hacemos nosotras, y de forma divertida, mejor. Luego vemos muchos hombres coreando las letras y yo creo que no las entienden.

“Agradecemos mucho los malos ejemplos”

P: Hay otro verso que dice 50 euros más a la psicóloga y vuelvo de vuelta al estrado. Ya no cuesta hablar tanto de salud mental, ni siquiera en las canciones.

R: Es honesto y sensato hablar de eso, si no pides ayuda te vuelves loca. Y hay ejemplos cercanos de peña que se ha vuelto completamente loca y no queremos eso. Yo, a sustentar la mensualidad de mi psicóloga. Es lo que hay, pero es que es necesario, de verdad que es necesario, porque si no es que te pierdes. Agradecemos mucho los malos ejemplos porque siempre los hemos visto desde un punto de vista de lo que no habría que ser.

P: Son tiempos de mucha desesperanza política, ¿pensáis en cómo transmitir vuestro mensaje político? ¿De manera explícita o más velada? Nunca hacéis referencia ni a la política de Cataluña ni al Gobierno central, ni al independentismo.

R: Siempre hemos hecho política de barrio, hablar de lo que pasa y ocurre en una realidad totalmente palpable. Siempre lo hemos hecho desde una perspectiva más realista. Tú puedes rapear no quiero un piso en Pedralbes [barrio caro de Barcelona] porque no tengo ni para amueblarlo y estás criticando que los alquileres en Barcelona son inaccesibles. Nosotras lo hacemos más underground, por así decirlo. También decimos en Barna o heredas o te las apañas, porque así son las cosas.

P: ¿Se puede detectar fácil a un rapero cuando es pijo?

R: Que te cagas. Vamos, a leguas. Precisamente los que más dicen y fardan de que en tu barrio falta para comer. No puede faltar eso, porque eso no es algo de lo que enorgullecerte. Enorgullécete cuando hagas tú algo por tu barrio para que deje de faltar de comer. Si lo vivieras, no hablarías de esa forma de ello.

Se nota también a nivel de medios, porque a nosotras nos sigue faltando mucho, no podemos pagar todo lo que nos gustaría. Y cuando ves qué gente sí lo puede pagar, pero tiene poca trayectoria o da pocos conciertos... Si no entiendes de dónde sale es que alguien está apostando por ellos o gastan su propio dinero. Pero es muy difícil escalar tan rápidamente.