Lo nunca visto en el Campeonato de España de atletismo en pista cubierta: ¡madre contra hija!

Alejandra Gálvez, atleta de mayor edad de la competición (46), y Daniela Sierra, la más joven (15), han hecho historia en Ourense este sábado, cuando han compartido serie de semifinales en los 1.500 metros

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Alejandra Gálvez y Daniela Sierra, madre e hija, en el Campeonato de España (RFEA)
Alejandra Gálvez y Daniela Sierra, madre e hija, en el Campeonato de España (RFEA)

“No es ni de lejos nuestra mejor carrera. Demasiadas emociones juntas. Pero sin duda será la carrera de nuestras vidas. Un momento que siempre estará en nuestros corazones. Gracias a todos los que lo hacéis posible”. Estas palabras eran las de una madre orgullosa. Las escribió, en las redes sociales, Alejandra Gálvez, la atleta más veterana (46 años) entre todos los participantes en el Campeonato de España de atletismo en pista cubierta. Este sábado, en Ourense, ha hecho historia, y con una acompañante inmejorable. Nunca antes una madre, ella, y una hija, la suya, se habían clasificado para esta competición. Con el añadido de hacerlo en idéntica prueba, los 1.500 metros. Para rizar el rizo, Gálvez y la mayor de sus descendientes, Daniela Sierra, la más joven del evento (15), han compartido serie en semifinales. Y, por tanto, han sido rivales.

Era lo de menos que se impusiera una u otra. Lo hizo Gálvez, décima con un tiempo de 4:38.59, por el 4:49.85 que dejó a Sierra duodécima. Tampoco importó en absoluto que ninguna de las dos pasase a la final, al no estar entre las cuatro mejores. Lo interesante y emotivo era que habían conseguido correr juntas. Algo inédito en los 60 años de trayectoria de la cita. “La marca, e incluso el puesto, hoy, era lo de menos. Demasiadas emociones juntas. Los ojos rasados de lágrimas haciendo las rectas previas a la salida. Los nervios y la emoción, a flor de piel”, expresaba Alejandra.

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Médica especialista en el aparato digestivo, es responsable en la Unidad de Endoscopia Dogestiva en el Hospital de Torrecárdenas de Almería. Por tercer año consecutivo, nadie le ha ganado en veteranía en el Campeonato de España. Récord mundial de 800 metros en la categoría máster F45 en 2023, estuvo retirada durante casi dos décadas: entre 2002 y 2020. Antepuso su trabajo en la medicina a su gran pasión deportiva y fue madre en tres ocasiones (sus otras hijas tienen 12 y siete años). Pero el gusanillo regresó y se intensificó. Así que, al final, volvió a saltar al tartán. ¿Principal culpable? Daniela, a quien Alejandra inculcó su pasión hasta la médula.

Clasificadas sobre la bocina

Madre e hija, esta última de categoría sub-18, apenas llevan unos meses entrenando juntas. Comparten club, el Trops-Cueva de Nerja, y vivieron su primer enfrentamiento a principios de febrero. En aquella ocasión, a nivel autonómico, durante el Campeonato de Andalucía que se celebró en Antequera. El 4 de febrero, quien más corrió de las dos fue Daniela. Quedó segunda, dejando el crono en 4:37.2. Por su parte, Alejandra quedó inmediatamente detrás, ya que concluyó tercera con un 4:37.34.

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Sus marcas fueron suficientes para acceder, repescadas, al Campeonato de España, que exigía una mínima por debajo de los 4:42 para estar en el ‘milqui’. Entraron a ultimísima hora: suyos fueron los dos últimos tiempos entre todos los de las 36 atletas que se ganaron la plaza orensana. La idea era que Daniela no acudiera a tierras gallegas: la próxima semana, se la espera en los Campeonatos de España de su categoría en pista cubierta en Sabadell, con buenas perspectivas en los 800 metros (viene de ser subcampeona sub-16 de 1.000 metros y récord de Andalucía, 2:58.08). Sin embargo, correr junto a su madre en el nacional absoluto era una de esas experiencias que no se pueden desdeñar.

Antes de que se viesen las caras en la máxima categoría, Alejandra verbalizó que se tomaría la revancha y no dejaría ganar a Daniela. Dicho y hecho, a pesar de que ambas son vencedoras este fin de semana. Hace 30 años, Gálvez era de la partida en su primer Campeonato de España, en Sevilla. Quién le iba a decir que lo dejaría y volvería, maternidad de por medio, para medirse a Sierra, sangre de su sangre. La progenitora ha conseguido correr a un nivel realmente loable una vez reincorporada. La joven promesa está preparada para ser, si ella quiere, una más que digna sucesora. Sonríen ellas y, por supuesto, el deporte. Capaz de unir a dos integrantes de una misma familia de una manera tan especial como esta.