El local en Nueva York que proyecta películas de Woody Allen o Polanski de manera clandestina y al que ha ido hasta Timtothée Chalamet

La película que llegó a España hace unos meses no fue estrenada en Estados Unidos, pero hay quien se está organizando de manera ilegal para poder verla

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Woody Allen en el rodaje de 'Golpe de suerte'
Woody Allen en el rodaje de 'Golpe de suerte'

Cuando se dice que la realidad a veces supera a la ficción no se dice por decir, sino porque realmente es así. La realidad nos acaba de demostrar por qué y lo ha hecho con uno de los casos más insólitos que se recuerdan en mucho tiempo, casi desde que en una serie de locales en París se mostraba algo llamado “cinematógrafo” casi de forma clandestina, y con el público saliendo atemorizado por ver un tren en marcha. Pues bien, la historia no se ha repetido del todo pero sí hay un punto de clandestino y secreto en todo esto.

Estamos hablando de la red de proyecciones clandestinas que está teniendo lugar en Nueva York, y que tiene mucho que ver con el veto impuesto allí a Roman Polanski -quien desde 2016 no puede acceder al país por su acusación de abusos sexuales- o sobre todo Woody Allen, otrora genio de la ciudad que nunca duerme, quien fue acusado de abusar sexualmente de su hija adoptiva Dylan Farrow y denunciado por su exesposa y madre de esta, la actriz Mia Farrow. Aunque el caso Woody Allen nunca ha pasado a mayrores, la opinión pública hacia él sí ha tomado bando, y desde la llegada del movimiento #MeToo el director de Annie Hall y Manhattan se ha convertido en personan non grata dentro de Nueva York.

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Pero una cosa es Woody Allen y Roman Polanski y otra muy distinta son sus películas, como dirían aquellos que defienden separar la obra del autor. Al parecer hay algunas personas en Nueva York que comparten esta corriente, y por ello se han empezado a organizar proyecciones clandestinas de algunas de las películas de Woody Allen, que en los últimos años no han tenido distribución en Estados Unidos. La última de sus películas, Golpe de suerte, ha estado totalmente apartada del cicrcuito de exhibición en Estados Unidos, aunque no así en buena parte de Europa, como por ejemplo España, donde se estrenó el pasado mes de septiembre.

Imagen de 'Golpe de suerte'
Imagen de 'Golpe de suerte'

Una IA traduciendo subtítulos en holandés

El periodista de The Hollywood Reporter Jordan Hoffman descibre el surrealista proceso al que se tiene que someter para conseguir una copia de Golpe de suerte y poder verle en Estados Unidos. “Le pregunté a un amigo que trabaja en la distribución de cine independiente si conocía algún enlace. No tardó en indicarme uno, pero luego me dijo que estaba en francés y sin subtítulos. Poco después apareció un segundo enlace que habían sacado de un DVD que traducía del francés al neerlandés y que alguien había utilizado un programa de inteligencia artificial para traducirlo del neerlandés al inglés. Unos días después, apareció una copia más limpia. Una versión subida por un cinéfilo/lingüista conocido como “Fergus”, que al parecer “utilizó los subtítulos en neerlandés como punto de partida” y “los repasó cuidadosamente línea por línea, haciendo muchos ajustes y correcciones mientras veía la película varias veces”, describe el periodista, pero la odisea no termina ahí.

Porque esta “obra” del tal Fergus no se quedó ahí. Tal y como revela el periodista, en un local del East Village neoyorkino se están acogiendo proyecciones a escondidas de Golpe de suerte: “Una foto que me han enseñado de un cartel escrito a mano (con una simpática caricatura del Empire State Building y la Torre Eiffel) guiaba a los clientes “por aquí” hasta la sala clandestina y anunciaba que el entretenimiento de la noche corría a cargo de Woody Allen et ‘Movie Friends’”. Si bien el autor no puede revelar la ubicación exacta, sí que añade que no es la primera vez que se organizan este tipo de proyecciones clandestinas, y que en otras ocasiones han sido con la última película de Roman Polanski, The Palace, o las anteriores de Woody Allen, todo con el firme objetvo de “liberalizar el arte”.

Precisamente en una de esas proyecciones se dejó caer Timothée Chalamet, quien sabe si con la intención de ser un espectador más o simplemente proque justo pasaba por ahí. Sea como fuere, la aparición del actor de Dune coincidió con el “estreno” de Día de lluvia en Nueva York, casualmente la película de Woody Allen que él mismo protagonizaba. Tanto Chalamet como otros participantes de la película como Rebecca Hall renegaron posteriormente del filme, y el actor anunció que donaría sus honorarios a asociaciones benéficas, en un gesto que fue tildado de hipócrita e interesado por parte del propio Woody Allen. Eso sí, las fuentes que le vieron entrar al local también señalan que hubo un problema con la película y finalmente el actor abandonó la sala, pero la anécdota queda ahí.