La pérdida de audición, un nuevo factor relacionado con el Alzheimer: así cambia el cerebro

Las ayudas a mejorar la capacidad auditiva podrían beneficiar al mismo tiempo a la lucha contra la demencia

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Ayuda auditiva (Shutterstock)
Ayuda auditiva (Shutterstock)

A menudo, la pérdida de audición se asocia con una discapacidad cognitiva o algunos tipos de demencia. De hecho, ya son varios los estudios que apuntan que las personas con pérdida de audición son más propensas a desarrollar demencia. Y aunque una asociación entre estas dos condiciones es clara, su relación exacta no lo está tanto.

Ahora, un nuevo estudio ha descubierto que las personas con pérdida auditiva presentan diferencias microestructurales en áreas de la corteza frontal relacionadas con la función ejecutiva y el procesamiento del habla y el lenguaje, así como cambios en las regiones auditivas del lóbulo temporal del cerebro.

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Un grupo de investigadores de la Universidad de California, San Diego (Estados Unidos) y el Instituto de Investigación de Salud Kaiser Permanente de Washington identificaron estas áreas mediante pruebas de audición y exploraciones por resonancia magnética (MRI), según publicaron en la Journal of Alzheimer’s Disease. En el estudio participaron 130 participantes del Estudio de Envejecimiento Saludable de Rancho Bernardo, con una edad media de 76,4 años y el 65% de ellos eran mujeres.

Resonancia magnética del cerebro (Shutterstock)
Resonancia magnética del cerebro (Shutterstock)

Los investigadores examinaron la audición de los participantes entre 2003 y 2005, momento en el que se evaluó la capacidad promedio de su oído con mejor audición para escuchar un conjunto de tonos producidos por osciladores a 500, 1000, 2000 y 4000 Herz (Hz), tonos que se encuentran aproximadamente en el medio del rango auditivo humano. Las resonancias magnéticas se realizaron entre 2014 y 2016, momento en el que se observaron diferencias estructurales en los cerebros de los participantes.

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Lo que los expertos hallaron fueron diferencias en áreas del cerebro relacionadas con la escucha, el lenguaje y la atención, aunque ellos mismos aseguran que son necesarias más investigaciones para terminar de entender cómo la pérdida auditiva aumenta el riesgo de padecer algún tipo de demencia. Esto abre nuevas vías de investigación en las que se plantea la posibilidad de que, mediante ayudas a mejorar la escucha, los síntomas de demencia pueden aliviarse o no ser tan agresivos.

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La pérdida auditiva en España

La pérdida auditiva es un problema significativo de salud en España, ya que afecta una fracción importante de la población. Según datos de la Encuesta Nacional de Salud 2017 del Instituto Nacional de Estadística (INE), alrededor del 8% de los españoles reporta deficiencias auditivas, con una mayor prevalencia en las personas mayores de 65 años, donde el porcentaje asciende considerablemente. La exposición a ruidos intensos, infecciones del oído, el uso de ciertos medicamentos y factores genéticos son algunas de las causas atribuidas a la pérdida de audición.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) apunta a que aproximadamente un tercio de las personas mayores de 65 años sufre algún grado de hipoacusia. En respuesta a esta situación, el sistema de salud español ha integrado programas de detección precoz y seguimiento audiológico, especialmente en recién nacidos y grupos de riesgo. Además, se ha incrementado la disponibilidad de ayudas técnicas como los audífonos y los implantes cocleares, aunque se reconoce la necesidad de mejorar el acceso a estos dispositivos. La prevención a través de la concienciación pública sobre los riesgos de la exposición continua a niveles de ruido perjudiciales es también una línea de acción prioritaria para las autoridades sanitarias.