Los efectos secundarios de la quetiapina, un medicamento frecuente para la depresión bipolar y la esquizofrenia

Este antipsicótico puede provocar desde un aumento de peso excesivo hasta desmayos o cataratas

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Persona siendo atendida por un doctor (Shutterstock)
Persona siendo atendida por un doctor (Shutterstock)

La quetiapina es uno de los fármacos más usados para tratar la esquizofrenia, la depresión bipolar y otros problemas de salud mental. Este conocido antipsicótico hace su función directamente en el cerebro porque equilibra la serotonina y la dopamina, con la intención de mejorar el estado de ánimo, así como la forma de pensar y actuar.

Este medicamento también es conocido como un antipsicótico de segunda generación (ASG) o antipsicótico atípico y requiere un tratamiento a largo plazo que no se puede dejar sin la aprobación de un doctor. Por tanto, es importante conocer qué efectos secundarios puede acarrear consigo la medicación con quetiapina.

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La lista de los efectos secundarios de este antipsicótico es muy extensa. Algunos de ellos son mareos, dolor en las articulaciones, estreñimiento, aumento de peso excesivo, irritabilidad, dificultad para concentrarse, ausencia de periodos menstruales o disminución del apetito sexual.

Si estas contraindicaciones persisten en el tiempo, lo mejor es contactar con nuestro médico. Más aún si sufrimos esos efectos secundarios más graves y más preocupantes para la salud de los que alerta MedlinePlus:

  • desmayos
  • convulsiones
  • cataratas
  • movimientos incontrolables de brazos, piernas, lengua, cara o labios
  • erección dolorosa del pene que dura por horas
  • fiebre
  • tensión de los músculos, dolor o debilidad
  • ritmo cardíaco rápido o irregular
  • confusión
  • moretones o sangrado inusual
  • dificultad para respirar o tragar

Cómo funciona la esquizofrenia

La esquizofrenia es un trastorno mental grave que provoca que las personas interpreten una realidad que no es. Suele resultar en una combinación de alucinaciones y delirios que alertan el comportamiento e impiden llevar una vida normal si no se medica. De hecho, los datos muestran que solo el 31,3% de los esquizofrénicos reciben la atención médica que necesitan.

Las personas con esquizofrenia sufren el estigma social (Shutterstock)
Las personas con esquizofrenia sufren el estigma social (Shutterstock)

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Los síntomas que implican la esquizofrenia pueden ser muy variados, pero por lo general y como explica la Clínica Mayo se manifiestan en fantasías (pensamiento que no tienen ninguna base real), alucinaciones (ver o escuchar cosas que no existen ya que las ha generado el propio cerebro), pensamiento desorganizado (que se manifiesta en la imposibilidad de mantener un discurso coherente), comportamiento motor anormal (como posturas extrañas, movimientos inútiles o agitaciones impredecibles) y síntomas negativos que, en muchas ocasiones, conducen al suicidio.

Los científicos aún no han llegado a comprender del todo las causas de la esquizofrenia, aunque apuntan a que podría ser el resultado de una combinación de la genética y la química del cerebro, que puede acentuarse o no dependiendo si el ambiente contribuye al desarrollo de este trastorno.

El trastorno por la sobrecarga mental en el trabajo y no poder desconectar ya tiene nombre: sisifemia

Los datos en España

La Red de Investigación Indigo calcula que en España existen alrededor de 600.000 personas diagnosticadas, lo que supone entre un 0,8 y un 1,3% de la población. De ese total, el 72% de ellas lo oculta por miedo a sufrir discriminación o rechazo por los estigmas que aún persisten en la sociedad respecto a esta enfermedad y otros trastornos mentales. En términos mundiales y siguiendo los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) 24 millones de personas sufren esquizofrenia, es decir, a 1 de cada 300 personas.