‘El maestro que prometió el mar’, la película sobre un profesor republicano que fue asesinado por los falangistas y que reivindica la memoria histórica

Se llamaba Antoni Benaiges y fue asesinado por militares falangistas por ser considerado ateo y comunista, aunque lo único que hacía era enseñar a sus alumnos a través de técnicas modernas y pioneras de pedagogía para la época, que impulsó en su momento el francés Célestin Freinet y que se basaban en la autogestión, cooperación y solidaridad.

En 1934, este catalán procedente de Montoroig, Tarragona, fue destinado a una escuela de la Bañuelos de Burega, en Burgos, donde contagió con su entusiasmo a todos los niños, intentando que se expresaran por sí mismos, más allá de cualquier elemento opresivo, e introduciendo un elemento tan extraño (y a la vez considerado como subversivo) como una imprenta a través de la cual podían hacer cuadernos con sus trabajos.

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Uno de estos librillos, trataba sobre el mar. La mayoría de los niños no lo habían visto nunca, y fantaseaban sobre cómo podía ser en sus escritos. A partir de ese momento, el maestro les prometió que les llevaría de excursión para que lo conocieran.

Sin embargo, nunca pudo cumplir esa promesa, porque después del Golpe de Estado contra la República, fue apresado, torturado y matado. Esta historia fue recogida en un libro del periodista Francesc Escribano junto a otros expertos en Memoria Histórica, Francisco Ferrándiz y Queralt Solé junto al fotógrafo Sergi Bernal, que se encargaron de investigar en torno a la fosa común de La Pedraja.

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Ahora, la directora Patricia Font nos ofrece su versión cinematográfica a partir de esta obra recreando el panorama de la época, mostrándonos a Benaiges y su compromiso ético, pero también entroncando el pasado con el presente, a través de una joven que intenta ayudar a su abuelo, que está muy enfermo, a recuperar una parte esencial de su historia, ya que fue uno de los alumnos de ese maestro que le cambió su visión del mundo.

A Antoni Benaiges lo interpreta Enric Auquer, al que conocimos gracias a Vida perfecta, de Leticia Dolera y en Quién a hierro mata, de Paco Plaza, por la que consiguió el Goya al mejor actor revelación y, si por algo se ha caracterizado, es por metamorfosearse en cada papel. En esta ocasión, consigue que empaticemos y nos emocionemos con su personaje, y lo hace de una forma tan aparentemente sencilla como complicada, a través de la pasión que desprende en una época oscura.

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Como contrapunto, Laia Costa que, desde el presente, se encarga de constituirse en conductora de un relato que hunde sus raíces en el pasado como forma de entender el trauma y la violencia de la Guerra Civil y todos aquellos seres queridos que quedaron en el camino.

El hombre que prometió el mar es una película tan clásica como hermosa y conmovedora. Patricia Font que, además, tiene pendiente de estreno Tras la pared, película protagonizada por la cantante Aitana, sabe capturar la emoción sin caer en el sensacionalismo lacrimógeno, componiendo una preciosa oda a los valores, a la educación dentro de un clima de radicalismo ideológico que resuena en la actualidad.

De hecho, Alberto Conejero estrenó el pasado febrero una versión teatral en el Teatro de la Abadía y fue cancelada posteriormente por el alcalde del PP de Briviesca en julio de este año, argumentando motivos económicos. El legado de Benaiges, así, después de tanto tiempo, continúa evidenciando las heridas y las brechas ideológicas que se perpetúan en nuestro tiempo.