Por qué vuelan las acciones de los bancos argentinos con el avance de la Ley Bases

Los ADR de los bancos argentinos ascienden hasta 7% en Wall Street. Estos títulos llegan a ganar más de 90% en dólares en los primeros cuatro meses de 2024 y se consolidan como la mejor inversión en el primer tramo del año

Compartir
Compartir articulo
En un día positivo para los activos argentinos, los bancos son los que más suben. (REUTERS/Brendan McDermid)
En un día positivo para los activos argentinos, los bancos son los que más suben. (REUTERS/Brendan McDermid)

Tras más de 20 horas de debate, la Cámara de Diputados aprobó en general la Ley de Bases. Fue por 142 votos a favor, 106 en contra y 5 abstenciones. La sesión continúa con la presentación de cuestiones de privilegio y la votación en particular que se realizará por capítulos. Además, aún resta votar el paquete fiscal.

Uno de los puntos más destacados de la iniciativa oficial es el de las emergencias y las facultades delegadas. Las emergencias fueron enumeradas en el documento en el primer artículo de la norma en “materia administrativa, económica, financiera y energética por el plazo de un (1) año”.

En este marco, los activos bursátiles de la Argentina vuelven a subir y anotar sus precios más altos del año. No obstante, entre todos los papeles, aquellos que más destacan por las alzas son las acciones de los bancos argentinos.

Fuente: Rava
Fuente: Rava

¿Por qué estas acciones son las que más suben? Aquí lo principal es la variación relativa de las cotizaciones, pues mientras que los papeles de otros sectores ya alcanzaron sus cotizaciones en dólares más elevadas desde 2018, en el caso de los bancos se observaba una suerte de retraso.

Por ejemplo, las acciones de YPF suben más de 3% en Wall Street, por encima de los USD 22, en su precio más alto desde el 25 de abril de 2018 (USD 22,35), por lo tanto, llegaron a lo más alto en seis años.

En cambio, el ADR de Grupo Galicia, que este martes gana más de 6% y está superando los USD 33, todavía no alcanzó los USD 38,17 del viernes 9 de agosto de 2019, la rueda previa a las PASO presidenciales de aquel año, que consagraron a la fórmula presidencial de Alberto Fernández y Cristina Kirchner (11 de agosto), con la consecuente e histórica debacle de las cotizaciones en la Bolsa, que promediaron el 50% para acciones y el 30% para los bonos soberanos el lunes 12.

Mientras que la Bolsa alcanza sus precios en dólares más elevados desde junio de 2018, los ADR bancarios todavía no cerraron el “gap” con las PASO de 2019

El S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires ascendía a las 11:15 horas un 2,9%, a 1.345.000 puntos, un récord nominal, por encima del anterior máximo intradiario de 1.3344.400 puntos alcanzado durante la rueda del 5 de febrero de este año. Medido en dólares “contado con liquidación” el S&P Merval alcanza los 1.230 puntos, un máximo desde el 8 de junio de 2018 (1.243 puntos).

Esta diferencia relativa es la que le está dando a los bancos el fuerte empujón de precios, que es de prever, termine en convergencia con el resto de los papeles de renta variable, que ya descontaron el “gap” de las PASO de 2019 y alcanzaron máximos desde 2018.

En lo que va de 2024 el desempeño de las acciones argentinas en las bolsas de Nueva York es extraordinario y son claramente los papeles argentinos que más se apreciaron. Grupo Galicia y Banco Macro ascienden un 93% en dólares; Banco Francés, un 79%, y Banco Supervielle, 60 por ciento.

En este sentido, hay que subrayar que el atraso del sector bancario se vinculó a su balance, pues con el gobierno anterior, venían muy expuestos bonos del Tesoro y a Leliq (Letras de Liquidez) y Pases pasivos del Banco Central.

En la medida en que el gobierno de Javier Milei avanzó en la reducción del pasivo del BCRA, tanto por la licuación post devaluación de diciembre como por la baja de las tasas de interés de referencia, los fundamentos de los bancos mejoraron. En el mismo sentido, la captación del excedente de pesos con la expansión de la deuda del Tesoro -en detrimento de los Pases del BCRA- mejoró la calidad de estos títulos de deuda en manos de los bancos, pues se cambió deuda “cuasi fiscal” por deuda soberana, de mayor estatus.