Dólar, inflación y reservas: las proyecciones que dejó el BCRA ante inversores en Washington

El Gobierno prevé una profundización en el sendero de desinflación, reconoce que hay trabajo por hacer con los precios relativos y apunta a los márgenes empresarios. La mirada de la entidad sobre el tipo de cambio y las reservas

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El Gobierno mostró ante inversores su "programa de estabilización".
El Gobierno mostró ante inversores su "programa de estabilización".

De la presentación titulada “Programa de estabilización de Argentina: avances y perspectivas” que expuso la semana pasada el vicepresidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Vladimir Werning, ante inversores, en el marco de las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial en Washington, se desprenden algunas definiciones claves para la economía local.

Allí se plasmó además por primera vez desde el recambio presidencial en diciembre pasado una hoja de ruta detallada sobre el rumbo en el que trabaja el equipo económico del Gobierno de Javier Milei.

Una de las definiciones que dejó el documento que presentó Werning es que el BCRA la inflación de abril corría al 9% mensual, debajo del 11% que informó para marzo el Indec, menor al 10,8% del consenso de los analistas del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) y por primera vez en un dígito después de cinco meses.

En la autoridad monetaria señalaron a Infobae que la estimación no es algo que se publique ni actualice en forma regular, ya que no tienen una meta específica en materia de precios. El FMI proyectó recientemente que el IPC bajaría del 211% en 2023 al 150% en 2024 y al 45% en 2025.

presentación “Programa de estabilización de Argentina: avances y perspectivas”
presentación “Programa de estabilización de Argentina: avances y perspectivas”

En el equipo económico saben que el ajuste en servicios públicos puede complicar la posibilidad de quedar con un índice de precios minoristas de una cifra, aunque afirman que la “núcleo”, que despeja ese ítem y los estacionales, sí continuará “desplomándose” por debajo de ese umbral. De todos modos, en la presentación a inversores llama la atención que para mayo se espera una variación del IPC del 5,8%, mucho menor al 9% que surgió del último REM correspondiente a marzo.

También se desprende que el Gobierno sabe que el “sinceramiento” de precios relativos recién comenzó, por lo que restan muchos aumentos en sectores sensibles para volver a los niveles del primer semestre de 2019 antes de la reinstauración del cepo cambiario y los controles de precios.

La presentación muestra que hasta marzo el precio relativo con mayor atraso en términos reales eran las tarifas de electricidad y de gas. Le siguieron los alquileres y las expensas, transporte público, educación, comunicaciones, combustibles y prepagas, rubro que al que el Gobierno ordenó retrotraer los aumentos en línea con la inflación acumulada desde diciembre.

También reconocieron el atraso en los ingresos como la Asignación Universal por Hijo (AUH), jubilaciones mínimas, salarios públicos, salarios privados, entre otros. Al tipo de cambio oficial también le queda terreno por recorrer, incluso contando el impuesto PAIS, según las estimaciones del BCRA.

presentación “Programa de estabilización de Argentina: avances y perspectivas”
presentación “Programa de estabilización de Argentina: avances y perspectivas”

Los precios más “adelantados” respecto al nivel base del primer semestre de 2019 son los medicamentos, la comida empaquetada, los servicios de recreación y cultura, carnes, indumentaria, vehículos, entre otros.

El documento que presentó Werning ante inversores deja una conclusión del equipo económico sobre los márgenes de algunas empresas para frenar nuevos aumentos. Es que se resaltó que el esquema macroeconómico anterior llevó a algunas empresas a agrandar sus márgenes de rentabilidad para amortiguar el endurecimiento del cepo y las expectativas de devaluación, lo que sumó “dispersión” de precios en la economía.

Esta es una de las reflexiones que había dejado el ministro de Economía, Luis Caputo, a las empresas de consumo masivo en las reuniones que mantuvieron en marzo. “El esquema macroeconómico actual no es el mismo que el del Gobierno anterior, no habrá devaluación y sigue la consolidación fiscal”, era la hipótesis general. Al no tener los resultados esperados, se abrieron las importaciones para estos productos.

El BCRA sostiene que no habrá un salto devaluatorio ni aceleración del crawling peg del 2% mensual. La salida del cepo se llevará a cabo una vez consolidado el superávit fiscal, con menores pasivos remunerados en la entidad y con “suficientes” reservas. Las conversaciones con el Fondo dan cuenta de que eso recién podría llevarse a cabo en 2025, a menos que aparezcan fondos frescos para la Argentina pero por ahora no hay plata.

presentación “Programa de estabilización de Argentina: avances y perspectivas”
presentación “Programa de estabilización de Argentina: avances y perspectivas”

En un análisis sobre la presentación de Werning la consultora Portfolio Personal Inversiones (PPI) resaltó que sin salida del cepo, la inflación actual y el deslizamiento del dólar oficial previsto solo queda espacio para la apreciación cambiaria.

“Considerando que el crawling se mantiene en 2% mensual y asumiendo el sendero de inflación estimado por el BCRA hasta mayo (9% en abril y 5,8% en mayo) y a partir de entonces la proyección del FMI, el tipo de cambio oficial promedio a fin de julio sería $707 a pesos de marzo 2024, encontrándose 4,3% por debajo del nivel de abril 2018 pre Sudden Stop. Si se extiende este ritmo de devaluación hasta diciembre, el tipo de cambio a fin de año valdría $607 en términos reales, coqueteando con niveles pre crisis (2001/2005/2018)”, detallaron.

Precisamente, sería 17,9% inferior al nivel de abril 2018, prácticamente igualando al de la herencia de Kicillof en noviembre 2015 y se ubicaría 9,2% por encima del de fin de la Convertibilidad”, advirtió PPI.

El riesgo de una mayor apreciación cambiaria es que juegue en contra de la acumulación de reservas del BCRA, las expectativas de devaluación y, por lo tanto, la inflación. El país necesita sumar divisas a las arcas de la entidad ante un 2025 más exigente en materia de pagos de deuda, un frente que aún no se resolvió.

presentación “Programa de estabilización de Argentina: avances y perspectivas”
presentación “Programa de estabilización de Argentina: avances y perspectivas”

Werning consignó en el documento que de los USD 43.000 millones de reservas brutas que había hasta el 12 de octubre pasado, antes de las elecciones generales, se utilizaron casi USD 5.000 millones del swap con China que el Gobierno espera refinanciar en las próximas semanas, se vendieron USD 18.400 millones y USD 19.600 millones respondían a deuda comercial por importaciones. Allí también precisó que las reservas netas se encontraban en USD 4.100 millones negativas al 19 de abril.

Siguiendo la metodología del FMI, “las reservas netas del Central seguirán en terreno negativo también a fines de abril. Recién en mayo es posible que vuelvan a ser positivas”, según explicó a Infobae el economista Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma.

La fecha exacta en que se vuelva a un número positivo, explicó, dependerá de dos factores principales. El primero de ellos es el ritmo con que los exportadores sigan liquidando las divisas de la cosecha gruesa. En el comienzo de esta semana, el BCRA compró USD 300 millones el lunes, pero un día después se llevó solamente USD 124 millones. Y las reservas brutas cayeron. El otro factor clave es la canilla de las importaciones, a medida que el Central deba cumplir con los compromisos contraídos con el empresariado.

Pero en el medio, además, están los pagos al propio FMI. El próximo 30 de abril se cancelará un vencimiento de capital al FMI de casi USD 2.000 millones. Y la fecha es clave, porque la metodología del Fondo “saca la foto” de las reservas netas el último día de cada mes. En los primeros días de mayo se espera un desembolso del Fondo cercano a los USD 500 millones que ayudará a que “la foto” del final de mayo sea con número positivo.