Los argentinos comen cada vez menos carne: el consumo per cápita cayó 18,5% el último año

El consumo por persona fue equivalente a 42,6 kilos por año y en el primer trimestre la caída fue la peor de los últimos 30 años

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El rubro Carnes y derivados tuvo una suba de 9,8% mensual en marzo. (EFE/Juan Ignacio Roncoroni)
El rubro Carnes y derivados tuvo una suba de 9,8% mensual en marzo. (EFE/Juan Ignacio Roncoroni)

Por la caída del poder adquisitivo, el consumo de carne vacuna cayó 17,6% en el primer trimestre del año en comparación al mismo período de 2023. Se trata del registro más bajo de las últimas tres décadas, según un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (Ciccra).

En detalle, el consumo aparente de carne vacuna habría totalizado 499,7 mil toneladas res con hueso entre enero y marzo. En tanto que el consumo per cápita fue equivalente a 42,6 kilos/año el mes pasado, ubicándose 18,5% por debajo de marzo de 2023.

El promedio móvil de los últimos doce meses del consumo aparente de carne vacuna quedó en 50 kilos por habitante por año en marzo, 4,2% por debajo del promedio de un año atrás.

El consumo de carne por habitante cayó 18,5% anual
El consumo de carne por habitante cayó 18,5% anual

En este contexto, Miguel Schiariti, presidente de CICCRA, dijo a infobae: “La recuperación del consumo solo va a venir aparejada con la mejora en la macroeconomía y con la recuperación del poder de compra de la ciudadanía, no antes. Da toda la sensación que este es el motivo principal de la caída vertiginosa que tuvo el consumo en el primer trimestre del año”.

Schiariti: “La recuperación del consumo solo va a venir aparejada con la mejora en la macroeconomía y con la recuperación del poder de compra de la ciudadanía”

La caída del consumo en alimentos en general preocupa porque se trata de una necesidad básica. De acuerdo a la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el consumo de alimentos y bebidas bajó 15,5% interanual y en lo que va del año, acumula un desplome de 28,7%.

Fuente: CICCRA, con datos de ONCCA, Minagri y Senasa.
Fuente: CICCRA, con datos de ONCCA, Minagri y Senasa.

Cuánto aumentó la carne

En relación a los precios, el rubro Carnes y derivados tuvo una suba de 9,8% mensual, quedando 0,7 puntos porcentuales mayor por encima del aumento de febrero. Sin embargo, se ubicó por debajo del Indice de Precios al Consumidor (11%) y fue uno de los que menores subas registró, sin considerar los estacionales. Los cortes vacunos subieron 9,5%, mientras que el pollo aumentó 13,1%.

Al interior, las subas mensuales fueron de 11,9% para la paleta, de 10,2% para el cuadril, de 10,1% para la carne picada común, de 9,0% para la nalga y de 6,2% para el asado. La caja de hamburguesas tuvo un alza de sólo 4,6% mensual.

Ciccra indicó que entre marzo de 2023 y marzo de 2024, en promedio, el valor de los cortes vacunos subió 278,0%. “La suba se mantuvo todavía por debajo del ritmo de aumento de la hacienda en pie, que fue de 306,4% anual”, precisaron.

 Los cortes vacunos subieron 9,5%, mientras que el pollo aumentó 13,1%. en marzo. (AP Foto/Rodrigo Abd)
Los cortes vacunos subieron 9,5%, mientras que el pollo aumentó 13,1%. en marzo. (AP Foto/Rodrigo Abd)

En CABA, según el relevamiento de Consumidores Libres, en la primera quincena de abril el kilo de bola de lomo pasó de valer $8500 a $8600 (+1,18%), el asado, de $7600 a $7700 (+1,32%), la paleta de $7800 a $7950 (+1,92%) y la carne picada común, $5200 a $5400 (+3,85%).

Producción y situación del sector

Por otro lado, y teniendo en cuenta la caída del consumo, la producción de carne vacuna fue equivalente a 237 mil toneladas res con hueso en marzo. En comparación con febrero se produjo 6,8% menos y en la comparación con marzo del año pasado, la contracción fue de 13,3%. En tanto, en el primer trimestre, se produjeron 745 mil toneladas de carne vacuna, 7,6% por debajo de la producción del mismo período de 2023.

En este marco de caída de la producción y consumo, Schiariti aseguró: “El sector está bastante complicado. Las ventas están muy paradas, se achican las faenas y esto no es bueno para la industria porque los gastos fijos terminan por aumentar el costo por kilo de cada producto. Entonces se hace difícil mantener la ecuación. Estamos pensando que algunas fábricas no pueden soportar semejante parálisis y terminan suspendiendo o cerrando temporariamente”.