Federico Poli, de la consultora Sistémica: “Hay que usar el bisturí y no la motosierra para lograr una baja sostenible del gasto”

El economista, con trayectoria en el sector público y privado, justificó la política de ajuste fiscal y la fuerte voluntad del Gobierno de no incurrir en déficit. Alertó que falta una visión productiva

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"Soy de los que piensa que es imprescindible ordenar y reducir de manera contundente el gasto público"
"Soy de los que piensa que es imprescindible ordenar y reducir de manera contundente el gasto público"

El segundo trimestre comenzó con el gran desafío para el Gobierno de consolidar la desaceleración del ritmo de inflación y del superávit fiscal, y al mismo tiempo de dar señales que contribuyan a recomponer los ingresos de la población, como el cambio de la fórmula de ajuste previsional y refuerzo de las asignaciones familiares, mientras completa el proceso de recorte de los subsidios al consumo de servicios públicos, porque inicialmente han generado una marcada recesión y consecuentemente debilitamiento de los recursos tributarios, salvos los originados en el comercio exterior y otras transacciones en moneda extranjera.

Frente a ese cuadro, Infobae entrevistó al economista Federico Poli, director de la consultora Sistémica, con larga trayectoria en el sector público, privado y organismos internacionales, y en 2023 escribió “Más allá del liberalismo y el populismo. Una síntesis desarrollista para la Argentina”, para que cuente cómo observa la coyuntura y que cabe esperar para el corto plazo.

— En casi 4 meses de gestión el Gobierno ha encarado fuertes ajustes, al punto que ya algunos economistas alertan que no hay margen para seguir con la “motosierra” ¿Qué piensa? En 20 años el gasto público nacional creció en más de 15% del PBI ¿En qué áreas ve pendiente un recorte mayor?

— El nivel histórico del gasto público, consolidado a los tres niveles de gobierno, era del 25% del PBI (1960-2001) y pasó a más de 40% en los gobiernos kirchneristas. Este incremento se tradujo en una carga impositiva insostenible que hace perder competitividad a nuestra producción transable. Soy de los que piensa que es imprescindible ordenar y reducir de manera contundente el gasto público. Pero, además, dada la historia argentina y la restricción de financiamiento del sector público, debemos ir a un superávit fiscal primario (antes del pago de intereses). Por otra parte, el asalto al Estado que hicieron los gobiernos kirchneristas resulta inadmisible.

“El asalto al Estado que hicieron los gobiernos kirchneristas resulta inadmisible”

Por eso, en la emergencia, se puede llegar a entender lo que se hizo a nivel de ajuste fiscal, al modo de una muy fuerte señal que muestra la gran voluntad del Gobierno de no incurrir en déficits. Es un país que debe recuperar reputación ya que venimos de la falta de credibilidad del Gobierno saliente que decía una cosa y hacía otra. Sin embargo, el tosco ajuste que se ensaya, licuando, es decir, reduciendo todo el gasto en la misma proporción, y aumentando la deuda flotante, postergando pagos, no es lo que necesitamos y, como lo vienen alertan muchos analistas, no es sostenible en el tiempo.

Fuente: Consultora Sistémica
Fuente: Consultora Sistémica

Hay que usar el bisturí y no la motosierra para lograr una baja sostenible en el largo plazo del gasto público a niveles financiables por la productividad de la economía, requiere de acuerdos con provincias y de estas con municipios. También se debe reducir la demanda de gasto público, ya que mucho del sobreempleo público, en particular de provincias y municipios, actúa como seguro de desempleo, y eso se puede alcanzar solo en un escenario de crecimiento de la economía.

— ¿Hay ortodoxia y heterodoxia en la política económica, para equilibrar las finanzas públicas, sanear el Banco Central y recuperar también el superávit comercial?

— Hasta acá, alguno podría decir que en términos del ajuste fiscal y monetario y en materia de liberación de precios el Gobierno se mostró ortodoxo y en materia de régimen cambiario, externo y financiero, manteniendo el esquema de represión, se mostró heterodoxo. Pero me parece que eso se correspondería con la caracterización de un no muy buen ortodoxo y un definitivamente mal heterodoxo. Me parece que una buena combinación de medidas ortodoxas y heterodoxas fue la salida de la convertibilidad que llevaron adelante Jorge Remes Lenicov y Roberto Lavagna.

— ¿El cambio de la Movilidad Previsional por decreto, junto a nuevo aumento de la AUH y el Plan Alimentar, más la ayuda escolar para una franja de la población, pueden leerse como “es un Gobierno con sensibilidad social”?

— Ese tipo de política compensatoria es lo menos que se puede esperar en una coyuntura como la actual para que los sectores más vulnerables puedan sobrellevar la situación, a pesar de que los jubilados han perdido poder adquisitivo.

“En ninguna de las experiencias históricas de programas de salida de esquemas de política económica populista se dio, como en el programa actual, una liberación de precios de shock en todos los mercados”

Me parece importante señalar que, en ninguna de las experiencias históricas de programas de salida de esquemas de política económica populista se dio, como en el programa actual, una liberación de precios de shock en todos los mercados (alquileres, combustibles, salud, transporte, energía) junto a una mega devaluación (en una economía que ingresa a una fuerte recesión con salarios reales de los trabajadores formales que experimentaron una caída del 22% a noviembre de 2023, durante los últimos 6 años y medios (mediados de 2017), mucho peor en informales y cuentapropistas.

"En un documento reciente, escrito junto a Eugenio Diaz Bonilla, advertíamos que: “Si todos los sectores con precios atrasados tienen un comportamiento de este tipo y no dosifican a lo largo del tiempo la recuperación de la renta y del precio, lo que va a pasar es que no va a aguantar el sistema"
"En un documento reciente, escrito junto a Eugenio Diaz Bonilla, advertíamos que: “Si todos los sectores con precios atrasados tienen un comportamiento de este tipo y no dosifican a lo largo del tiempo la recuperación de la renta y del precio, lo que va a pasar es que no va a aguantar el sistema"

En un documento reciente, escrito junto a Eugenio Diaz Bonilla, advertíamos que: “Si todos los sectores con precios atrasados tienen un comportamiento de este tipo (como el de aumentos que vienen mostrando las empresas de medicina prepaga) y no dosifican a lo largo del tiempo la recuperación de la renta y del precio, lo que va a pasar es que no va a aguantar el sistema. Administrar el necesario ajuste de precios y tarifas no es gradualismo. Era lógico que acompañaran la mejora de ingresos porque es el salario con lo que la gente paga los nuevos precios. Hoy en la economía tenemos nuevos precios y viejos salarios. El Presidente en campaña sostenía algo correcto en el sentido que ciertos sinceramientos de tarifas (hablaba de los subsidios a energía y transporte) se iban a realizar una vez que se hubieran recuperado los ingresos. La falta de administración del proceso de sinceramiento de precios relativos está conduciendo a problemas de tipo de atraso cambiario importante en ese caso, y futuras presiones en los mercados por una nueva vuelta devaluatoria. No sería el escenario ideal al volverse al ciclo de “fijación” y “explosión” marcado por Guido di Tella en ‘80″.

— Pareciera no verse el mismo grado de sensibilidad con otro gran sector vulnerable de la economía, como es el segmento pyme ¿Por qué?

— Falta una visión productiva en el equipo económico, extensible a los nombres que aparecen en la composición del Consejo Económico Asesor. La gran mayoría de los profesionales están vinculado al sector financiero. Esto se refleja, por ejemplo en que no se prevé nada en materia de amortiguar el impacto de los incrementos que se están planteando en gas y electricidad que puede ser deletéreo sobre la rentabilidad de las pymes en un escenario muy recesivo. Si hubiera sensibilidad productiva podrían plantear la existencia de una categoría tarifaria pymes para evitar esta situación.

“No se prevé nada en materia de amortiguar el impacto de los incrementos que se están planteando en gas y electricidad que puede ser deletéreo sobre la rentabilidad de las pymes”

También en que, por ejemplo, en el Pacto del 25 de Mayo planteado por el Gobierno no hay ninguna referencia a una estrategia de desarrollo productivo ni la importancia de las políticas de ciencia, tecnología e innovación o la educación en este mundo de la 4ta. Revolución Industrial.

— ¿Hay plan económico?

No hay todavía sobre la mesa un programa económico explícito.

— El equipo económico, y el propio presidente Javier Milei, se muestran convencidos de que es posible ordenar la economía y recuperar la senda del crecimiento aún sin el respaldo del Congreso ¿Qué piensa?

— Hacia adelante, no se ve cuáles son los drivers de la expansión económica que visualizan los que pronostican una salida en V de la actividad económica. Casi todos los componentes de la demanda se van a ver resentidos en el año, en especial el consumo, dado el ajuste en los salarios e ingresos reales, que será acompañado también por un aumento del desempleo. Es importante tener en cuenta que el pleno empleo es uno de los pilares sobre los que se asienta la sostenibilidad social del ajuste.

En cuanto a la inversión, el ajuste del gasto afectará a la obra pública y sus contrapartes del sector privado. Podría compensar parcialmente la aprobación del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones.

Fuente: Consultora Sistémica
Fuente: Consultora Sistémica

Por el lado de las exportaciones, superado lo peor de la sequía habrá un rebote importante de las cantidades del complejo agroindustrial y energético. Sin embargo, la apreciación cambiaria ya instalada, y con visos de profundizarse, dado el régimen de crawling peg adoptado (2% mensual) frente a una inflación que visualizamos bastante por encima en los próximos meses, tendrá impactos en la competitividad de las exportaciones.

— ¿Es recuperable el peso como reserva de valor, o el camino al cambio de régimen monetario ya lo decidió la sociedad al tener en conjunto activos externos líquidos varias veces superior al de los internos?

— La experiencia de la salida de la convertibilidad muestra que es posible tener una moneda con un régimen de flotación cambiaria sobre la base de superávits gemelos (externo y fiscal). Además, es necesario para un país de tamaño medio como la Argentina tener el manejo sobre su moneda local, la política monetaria y cambiaria, particularmente. Solo unos pocos países pequeños con estructuras productivas muy poco diversificada aceptaron perder la soberanía monetaria. No es el camino recomendable para nuestro país.

“Es necesario para un país de tamaño medio como la Argentina tener el manejo sobre su moneda local”

Que la dolarización siga estando sobre la mesa y que el ministro de Economía y el Presidente insistan con que es el objetivo final de las medidas económicas genera un nivel de incertidumbre que se agrega a la ya existente por esta transición económica. Esta “amenaza” de dolarización no le hace bien a la marcha de la economía ni a la toma decisiones por parte de los agentes económicos. Frente al interrogante sobre si existe la posibilidad fáctica de que en un futuro se lleve adelante, en el futuro inmediato pareciera que no, los números no dan y debería cambiar toda la oferta monetaria, no solo los pasivos en billetes y monedas, sino también los pasivos remunerados, por dólares.

"Esta “amenaza” de dolarización no le hace bien a la marcha de la economía ni a la toma decisiones por parte de los agentes económicos"
"Esta “amenaza” de dolarización no le hace bien a la marcha de la economía ni a la toma decisiones por parte de los agentes económicos"

— ¿Hace bien el equipo económico en mantener el crawling peg al 2% mensual, con inflación aun corriendo al ritmo de dos dígitos, o a lo sumo un dígito alto esperado a partir de abril?

— Como le decía, creo que la cuestión de la consistencia del tipo de cambio es central y este esquema no lo asegura. La Argentina, una economía endeudada sin acceso al financiamiento internacional, necesita superávit de cuenta corriente externo para servir la deuda externa. Es difícil ver que el tipo de cambio bajo que se instaló, y que con la pauta de crawling peg fijada, dada la dinámica inflacionaria, seguirá atrasándose, asegure esto.

Pero además, nuestro país necesita un tipo de cambio real alto para promover las exportaciones (más allá de las primarias), la inversión en transables y la expansión del empleo genuino. La salida de la crisis del 2001 mostró ese camino virtuoso. Es llamativo que al bando de los economistas que históricamente reclamaban este tipo de modelo, como Roberto Frenkel, hoy se sumen ortodoxos como Ricardo López Murphy y Carlos Rodríguez.

“Nuestro país necesita un tipo de cambio real alto para promover las exportaciones”

— En el pasado se ha intentado abrir importaciones como medida para aumentar la oferta y que bajar los precios, y siempre ha fracaso ¿Hizo bien el ministro Caputo de hacerlo ahora con igual propósito para productos sensibles para el consumidor?

— En la historia argentina esas medidas se ensayaron sin éxito. La experiencia de Martínez de Hoz fue aleccionadora en esta materia. Pero peor aún es que, en este caso, se pone en desventaja competitiva a la producción nacional en materia de acceso a divisas, por ejemplo. Es inaceptable. Peor aún con una presión fiscal promedio sobre el sector de alimentos de más del 40% y un tipo de cambio tacaño como el actual que, como dijimos, sufre una dinámica de atraso creciente.

— ¿La inflación cede por la brutal recesión que para algunos analistas provocó el abrupto recorte del gasto público en valores reales y de la consecuente emisión cero para el Tesoro, o porque algunos sectores se sobregiraron creyendo que el Gobierno no iba a obtener resultados tan inmediatos, y se excedieron en la suba de precios frente a ingresos de trabajadores y de jubilados y pensionados que venían muy rezagados?

— En las experiencias históricas no se utilizó tan centralmente la recesión como mecanismo de control inflacionario, menos aún, se lo explicitó como hace en la actualidad el Gobierno. Se esperaba una caída del nivel de actividad y un incremento de la inflación en los primeros meses del Gobierno, por la acumulación de enormes desequilibrios y su inevitable y necesaria corrección, especialmente en lo referido al frente externo (por el déficit de divisas en el Banco Central) pero también, en lo fiscal y monetario. Sin embargo, la magnitud de la crisis tiene pocas comparaciones en los datos recientes.

Fuente: Consultora Sistémica
Fuente: Consultora Sistémica

La profundidad de la crisis se debe a la magnitud del apretón monetario y fiscal, donde recalco la palabra magnitud, sumado a una innecesaria brutal liberación de precios de shock, cuyo único antecedente es el Rodrigazo. Este último es un tema que pocos señalan y me parece central para explicar la profundidad de la caída del nivel de actividad: el incremento abrupto de “los precios” de un montón de servicios quita ingreso disponible y resta demanda para otros gastos.

— ¿Qué espera para los próximos meses sobre el desempeño de las principales variables macroeconómicas: inflación, resultado fiscal, tipo de cambio, y recuperación de reservas, y en la economía real: actividad e ingresos de las familias?

— Hay demasiados interrogantes sobre qué hará el Gobierno en una cantidad importante de temas. ¿Cómo hará para hacer sustentable el ajuste fiscal en un escenario en que la recesión le comerá crecientemente ingresos fiscales (¿-1% PBI? ¿1,5% PBI?) y dónde no puede seguir licuando gastos como lo hizo hasta acá?¿Cómo terminará la negociación con las provincias en términos de recursos?

“No veo una dinámica inflacionaria de aterrizaje suave a niveles de un dígito si tenemos en cuenta que los precios se componen de un tercio de salarios, un tercio de tarifas y un tercio de tipo de cambio y los tres se deberían mover hacia arriba”

No veo una dinámica inflacionaria de aterrizaje suave a niveles de un dígito como plantean algunos analistas si tenemos en cuenta que los precios se componen de un tercio de salarios, un tercio de tarifas y un tercio de tipo de cambio y los tres componentes se deberían mover hacia arriba. No veo, como dije, que el tipo de cambio pueda sostener la senda marcada por el Gobierno. ¿Cómo se piensa la salida del cepo? Finalmente, como dije, no visualizo la salida en forma de V del nivel de actividad.

— ¿El Gobierno debe comenzar a dar buenas noticias para que no se debilite la confianza de los consumidores, o debe seguir en la senda que conduzca a consolidar el déficit fiscal, sanear el balance del BCRA y abrir la economía con acuerdos internacionales?

— La búsqueda de los equilibrios macroeconómicos (fiscal, monetario y externo) y el sinceramiento de precios relativos son las herramientas para, luego de tantos años de descapitalización, recrear el proceso de acumulación de capital que nuestro país necesita urgentemente para volver a crecer. Ese proceso se debe realizar teniendo en claro cuál es el objetivo final y cuáles los instrumentos.

"Afirmaba en mi libro, 'Más allá del populismo y el liberalismo. Una síntesis desarrollista para la Argentina', que 'el desafío del próximo gobierno que asumirá a fines de 2023, es ordenar la macroeconomía y sentar las bases para el desarrollo productivo'"
"Afirmaba en mi libro, 'Más allá del populismo y el liberalismo. Una síntesis desarrollista para la Argentina', que 'el desafío del próximo gobierno que asumirá a fines de 2023, es ordenar la macroeconomía y sentar las bases para el desarrollo productivo'"

Afirmaba en mi libro, “Más allá del populismo y el liberalismo. Una síntesis desarrollista para la Argentina”, que “el desafío del próximo gobierno que asumirá a fines de 2023, es ordenar la macroeconomía y sentar las bases para el desarrollo productivo. La dimensión macroeconómica y la dimensión productiva deben ser pensadas en conjunto”.

El kirchnerismo forzaba el sostenimiento del nivel de empleo y de actividad a costa de los equilibrios financieros y monetarios y de la distorsión de precios relativos. No se puede plantear la contracara, es decir, no se puede llevar adelante el ajuste de los agregados monetarios y financieros despreocupado de los equilibrios productivos y sociales.

“No se puede llevar adelante el ajuste de los agregados monetarios y financieros despreocupado de los equilibrios productivos y sociales”

— ¿Una reflexión final?

— Creo firmemente que nos tenemos que integrar al mundo, pero lo tenemos que hacer con precios relativos adecuados, es decir, con un tipo de cambio competitivo, alto y estable, como lo llama la literatura y una carga impositiva que nos permita competir en el mundo. Bien lo decía el Presidente en campaña, la apertura al mundo es el último paso luego de haber hecho los deberes sino iremos a un industricidio.

Las recesiones profundas son un camino de ida. Las empresas y las pymes que cierran implican destrucción de capital físico y destrucción de capacidades que no se recuperan. La recesión puede ser una consecuencia no deseada, nunca un instrumento de política.

El Gobierno debe explicitar cómo piensa expandir la economía porque si no se queda en un plan de ajuste que, como ocurrió históricamente, se termina agotando en sí mismo. Debe ser acompañado de un programa de desarrollo para transformar los posibles ahorros en inversión y empleo genuino.

Fotos: Gustavo Gavotti