Baja del déficit fiscal: las claves para que sea financiera, social y políticamente sostenible

Según un análisis elaborado por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), la clave es reorganizar rápidamente al Estado para darle sostenibilidad al proceso

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El Ministerio de Hacienda comunicó la mayor caída en lo que va de 2018 del resultado fiscal. (Gustavo Gavotti)
El Ministerio de Hacienda comunicó la mayor caída en lo que va de 2018 del resultado fiscal. (Gustavo Gavotti)

En la primera mitad del año se observó una importante caída del déficit fiscal. Esta baja se dio no solo por un aumento en los ingresos sino porque los gastos crecieron mucho menos que la inflación, según un análisis elaborado por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa). "La clave ahora es rápidamente reorganizar al Estado para darle sostenibilidad al proceso", explicaron desde el instituto.

Los resultados del sector público nacional correspondientes al primer semestre del 2018 revelaron que el déficit fiscal primario —antes del pago de intereses— bajó respecto a igual período del año anterior desde $ 144.000 a $ 106.000 millones. "Esta reducción es casi equivalente al incremento en los pagos de intereses de deuda que pasaron desde $ 111.000 a $ 145.000 millones. Así, el déficit fiscal total bajó levemente desde $ 256.000 a $ 251.000 millones entre el primer semestre del 2017 y el primer semestre del 2018″, detalló el informe.

Con todo, en un marco de la alta inflación, que el déficit fiscal no crezca nominalmente implica una importante reducción medida en términos de moneda constante. "Es prematuro sacar conclusiones debido a que se trata de medio año y en parte se puede explicar por una mayor propensión a diferir pagos. Pero es auspicioso el cambio de tendencia", advirtieron desde Idesa. Desde el 2010 que no se registraba una reducción nominal del déficit fiscal.

Fuente: Idesa, en base a datos del Ministerio de Hacienda
Fuente: Idesa, en base a datos del Ministerio de Hacienda

Según la información publicada por el Ministerio de Hacienda, se observa que en 2016 los ingresos públicos crecieron a una tasa del 35% anual mientras que el gasto público total lo hizo al 40% anual, muy similar a la inflación (41%). En el 2017, en tanto, los ingresos públicos crecieron a razón del 23% anual mientras que el gasto público total creció al 25% anual, igual que la inflación (25%).

Para que este cambio de tendencia sea sostenible es fundamental profundizar y dar sustento a la reducción del gasto, además de reactivar la producción

En los primeros seis meses de 2018 los ingresos públicos crecieron al 26% interanual mientras que el gasto público total lo hizo al 20%, por debajo de la inflación (26%). "Estos datos muestran que el quiebre de tendencia del déficit fiscal se explica fundamentalmente por una fuerte desaceleración del gasto público. Mientras que en 2016 y 2017 el gasto público creció a igual ritmo que la inflación, en el primer semestre del 2018 fueron los ingresos los que aumentaron como la inflación mientras que el incremento nominal del gasto público fue unos 6 puntos porcentuales inferior", concluyó el informe.

La austeridad estuvo concentrada en los subsidios económicos, las transferencias discrecionales a las provincias y especialmente en la inversión pública. La contención de estos gastos alcanzó para más que compensar el incremento del gasto en jubilaciones y pensiones que sigue creciendo muy por encima de la inflación.

Otro desafío es darle sustentabilidad al régimen de seguridad social
Otro desafío es darle sustentabilidad al régimen de seguridad social

Desde el instituto, especializado en el estudio de políticas públicas, recomiendan que para que este cambio de tendencia sea financiera, social y políticamente sostenible es fundamental profundizar y dar sustento a la reducción del gasto, además de reactivar la producción.

Los economistas de Idesa sugieren un replanteo del rol de Estado Nacional: "Por la magnitud de los fondos involucrados el punto central es que la Nación no administre ni subsidie los servicios públicos de la región metropolitana. Pero también es necesario acordar con el resto de las provincias la eliminación de los programas nacionales a través de los cuales se distribuyen discrecionalmente insumos y reparaciones para escuelas, centros de salud, calles, y ayudas asistenciales en provincias y municipios".

El otro gran desafío de la Nación, según explicaron, es darle sustentabilidad a la seguridad social. Para esto ven la necesidad de eliminar regímenes previsionales de privilegio y la regla de pensión que lleva a la duplicación de beneficios cuando fallece un jubilado.

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