“Dormíamos en el piso y comíamos en una caja de manzanas que usábamos como mesa”: las confesiones de una de las figuras en ascenso del fútbol argentino

El delantero de Huracán, Juan Gauto, reveló la dura infancia que atravesó antes de su debut en Primera. “La gente me donaba ropa porque no teníamos nada”, recordó

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Gauto reveló la dura infancia que vivió antes de convertirse en figura de Huracán

Juan Gauto se consolidó como una de las figuras de la Liga Profesional. El atacante de Huracán demostró el talento que lleva en la ofensiva del Globo y sus producciones lo llevaron a estar en consideración de Fernando Gago para incorporarlo a Racing. Pero detrás de la jerarquía individual que expone en cada compromiso hay una historia de superación que se remonta a su infancia.

“De chico pasé por muchas cosas con mi familia. Cuando llegué al sur comíamos en una caja de manzanas con mi mamá, la usábamos de mesa. Dormíamos en un colchón en el piso, hacía frío y no teníamos nada”, reveló el prometedor delantero que también supo brillar durante el último Mundial Sub 20 que se disputó en la Argentina.

En diálogo con ESPN, dio detalles conmovedores sobre las carencias que atravesó durante la etapa de su formación. “Mi familia iba mucho a la iglesia, la gente me daba ropa y por eso la gente del pueblo está orgullosa de mí. Sabe lo que pasé”, destacó en una emotiva entrevista en la señal deportiva. Y analizó: “Creo que soy lo que soy por todo lo que pasé de chico, la gente que me conoce sabe lo difícil que fue. Vivíamos en una casa que en cualquier momento se podía venir abajo”.

Con relación a lo estrictamente deportivo, Gauto subrayó que Rodrigo Aliendro fue uno de los futbolistas que más lo sorprendió dentro de la cancha, pero la estrella internacional que más admira no está en el país. “Admiro muchísimo a Neymar, lo sigo hace bastante. Cuando me animo tiro algún firulete o alguna cosita como él. Trato de imitarlo cuando puedo, lo miro mucho”, subrayó.

Sin dudas, su paso por el representativo nacional dejó una huella cargada de entusiasmo para el futuro. Cuando estuve con la Sub 15, coincidió que estaba entrenando la Mayor y lo vi a Messi. Dudé de meterme en el entrenamiento para ir a pedirle una foto, pero al final no me arriesgué y me quedé sin al foto”, bromeó en su visita a ESPN. Y concluyó: “Vestir la celeste y blanca es algo muy lindo. Me ayudó a crecer, porque en ese momento no estaba en Primera e iba a la Selección... Fue es algo increíble, la ropa, el himno, te dan ganas de llorar. En el primer día del Mundial se me caían las lágrimas”.

Todavía con un futuro incierto, el extremo podría continuar su carrera en La Academia, dado que la entidad de Avellaneda inició conversaciones con la institución de Parque Patricios para cerrar una operación que rondaría en los 4 millones de dólares por el 80% del pase. De todos modos, desde el Palacio Ducó todavía aguardan por una oferta formal para continuar con las negociaciones.

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