A 13 mil kilómetros del golpe de Estado: la intimidad del partido que jugó Argentina en medio del inicio de la dictadura

El periodista Héctor Vega Onesime fue uno de los pocos testigos del amistoso entre Argentina y Polonia que se desarrolló aquel 24 de marzo de 1976 en Chorzow y rememoró con Infobae la historia

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Argentina enfrentó a Polonia como visitante el mismo día que la Junta Militar realizó un golpe de Estado
Argentina enfrentó a Polonia como visitante el mismo día que la Junta Militar realizó un golpe de Estado

El periodista Héctor Vega Onesime deambula por el hotel polaco que hospeda a toda la delegación argentina presente allí por el amistoso contra el equipo local. Cronistas, jugadores y cuerpo técnico comparten las horas previas a un partido que, sin pensarlo, quedará guardado para siempre en la historia.

El mítico José María Muñoz habla por teléfono en un costado realizando su salida radial dando detalles del encuentro entre Argentina y Polonia que se desarrollará en breve en la Estadio Slatski de Chorzow, una ciudad ubicada a 300 kilómetros de Varsovia. Al terminar su labor, busca a su colega para comunicarle algo en un tono "misterioso".

— Hubo un golpe…

— ¿Cómo?

Sí, un golpe de estado. No comentes nada. No le digas nada a los jugadores así no se ponen nervioso.

Onesime ocupaba un cargo jerárquico en El Gráfico y era uno de los cuatro periodistas que estaba presente en aquella gira de Argentina. No es que el equipo no generaba expectativa, pero la situación económica del país con el dolar tocando picos inesperados hacía muy complejo costear los costos del viaje de la Selección que también pasó por Unión Soviética, Hungría, Alemania y España. El diálogo con Infobae lo retrotrae a aquel momento.

"Fue lo único que supe. Obviamente tuve horas de incertidumbre porque en un golpe de Estado no sabés cómo termina. No sabías si podía haber algún tipo de resistencia. Fue un estupor, pero estábamos alejados de la cosa", detalla el histórico especialista que apenas unos meses más tarde se transformaría en el director de la publicación que marcó una época en el periodismo.

Hoy se cumplen 42 años de aquel momento. De aquel encuentro en el que Argentina venció 2-1 a Polonia con goles de René Houseman y Héctor Scotta. De aquel comunicado número 1 en el que un voz enlatada anunció: "Se le comunica a la población que a partir de la fecha, el país se encuentra bajo el control operacional de la Junta Militar. Se recomienda a todos los habitantes, el estricto acatamiento a las disposiciones y directivas que emanen de autoridad militar, de seguridad o policial, así como extremar el cuidado en evitar acciones y actitudes individuales o de grupo que puedan exigir la intervención drástica del personal en operaciones".

El periodista atiende el teléfono y se dispone a compartir sus recuerdos del antes, el durante y el después. Advierte que cuando partieron algunos días antes se "olfateaba" que algo podía pasar. Sin embargo, las comunicaciones hace cuatro décadas impedían tener un detalle de la situación real de lo que estaba ocurriendo en Argentina. Aquel equipo conducido por César Luis Menotti vivía en una especie de burbuja en el que lo que primaba era la obsesión por la búsqueda de un engranaje futbolístico de cara al Mundial que se asomaba en el horizonte dos años más tarde.

"El único que tenía alguna información era el Gordo Muñoz, que hacía contacto con la radio. Él decía está todo en orden, todo tranquilo. Nos tranquilizó a todos, no sé si como una táctica o por qué. Era muy difícil comunicarte desde Polonia con Buenos Aires", advierte sobre el momento que atravesaban. "Yo me pude comunicar después cuando tuve que enviar el despacho del partido por Telex. No había la facilidad que hay hoy", agrega.

Argentina superó a Polonia por 2-1 en la ciudad de Chorzow, a 300 kilómetros de Varsovia
Argentina superó a Polonia por 2-1 en la ciudad de Chorzow, a 300 kilómetros de Varsovia

Vega Onesime recuerda que entre los deportistas el hecho no generó gran conmoción: "Dependía de cada jugador. Algunos tipos son de madera, no les importa nada. No saben qué es un golpe de Estado. Y otro sí, que tienen una base cultural, se preocupan. Pero las comunicaciones con Buenos Aires eran complicadas, no se podía hablar por teléfono".

El elenco del Flaco estaba allí dándole forma a una revolución futbolística nacional. Onesime era uno de sus fervientes seguidores. Creía que por primera vez "en muchos años había un proyecto realmente que valía la pena respaldar". Era otra época en la que el periodismo tenía la posibilidad de convivir con los protagonistas hora a hora.

El enviado de El Gráfico celebraba un cumpleaños más aquel 24 de marzo y los jugadores se lo retribuyeron con saludos y algunas bromas. "Menotti en el vestuario pidió que me dedicaran el triunfo porque yo era uno de los que más sostenía el proceso futbolístico. Lo divertido fue cuando llegamos al hotel. Estábamos en un salón varios, en una mesa. Kempes me dice 'Eh, hoy es tu cumpleaños. ¡Tomemos una botella de champagne para festejar!'. Fui a la barra y pregunté cuánto salía, pero tenía que dejar todos mis viáticos así que les dije que lo dejemos para otro día", rememora entre risas, graficando el ambiente disímil que se vivía a 13 mil kilómetros de Buenos Aires.

La tapa de “El Gráfico” del 24 de marzo de 1976 mostraba el amistoso ante la Unión Soviética
La tapa de “El Gráfico” del 24 de marzo de 1976 mostraba el amistoso ante la Unión Soviética

Argentina había iniciado su gira el 20 de marzo con una victoria 1-0 sobre la Unión Soviética en Kiev con tanto del Matador Kempes y bajo una intensa nevada: "La actuación de Gatti fue extraordinaria. El Loco se atajó todo".

Luego llegó la Polonia que había obtenido el tercer puesto en el Mundial de 1974 y tenía entre sus filas a Kazimierz Deyna y Grzegorz Lato. Una victoria 2-1 marcó el camino correcto para Menotti y los suyos.

"Estábamos muy metidos en la gira", resume. "Ante Polonia fue un partido parejo, pero Argentina resolvió bien. Teníamos a Kempes en un buen momento y desequilibraba", añade.

“Desde Polonia y Hungría”, anunciaba la portada de El Gráfico del 31 de marzo de 1976
“Desde Polonia y Hungría”, anunciaba la portada de El Gráfico del 31 de marzo de 1976

"El trabajo iba avanzando bien. Menotti estaba cumpliendo. Fue una experiencia muy buena. Menotti había pedido amistosos duros, difíciles, donde se probaran a fondo las posibilidades", cuenta.

El histórico técnico nacional advertía que en el ámbito nacional existía un sentimiento de inferioridad en relación a los deportistas europeos. Su idea era revertir eso antes de la Copa del Mundo. "Él siempre tenía la idea porque en Argentina estaba muy instalado que éramos lentos y los europeos nos ganaban por fuerza o velocidad. Menotti estaba convencido que podíamos superar a los europeos con nuestras armas, nuestra idiosincrasia, nuestra historia", describe.

"A partir de esa gira se fue comprobando que era así", expresa de manera contundente uno de los cuatro periodistas presentes en aquel entonces junto con el mencionado Muñoz, Julio César Calvo y Fernando Niembro. "En general a la Selección iban muchos más, pero fue un momento casi irrepetible porque el dólar estaba en la estratósfera. Era carísimo. No recuerdo haber viajado con una Selección y vayan tan pocos periodistas", explica.

Argentina enfrentó a Unión Soviética, Polonia, Hungría, Hertha Berlín y Sevilla en la gira
Argentina enfrentó a Unión Soviética, Polonia, Hungría, Hertha Berlín y Sevilla en la gira

La siguiente escala fue en Hungría, ya con divertidas anécdotas de Ricardo La Volpe perdido en el metro de Moscú y Ricardo Bochini evitando bajar del bus en la excursión por esa ciudad porque "no le interesaba". Tres días más tarde del golpe militar, Argentina cayó 2-0 con Hungría.

"La gira era devastadora. Ya ahí se sentía el esfuerzo de los viajes y el partido con nieve", señala el hombre que se mantuvo durante 23 años en el medio deportivo por excelencia y escribió "Memorias de un periodista deportivo", entre otros libros. El camino siguió contra el Hertha de Berlín en Alemania Federal (1-2) y finalizó en España contra el Sevilla (0-0) ya el 1° de abril.

El testigo privilegiado de aquel suceso para pocos regresó a un país completamente diferente de que se había marchado hacía algunas semanas: "Nadie podía visualizar que iba a pasar todo lo que pasó. Después se transformaron en lo que fueron, en esa dictadura sangrienta". Lo que vino después es la historia más conocida.

Nunca más…