Íntimo retrato de Abelardo Castillo en un documental de BAFICI

“Un hombre que escribe” de Liliana Paolinelli, indaga en la cosmovisión del autor entrevistado por María Moreno y Mayra Leciñana. “No sigue un formato biográfico tradicional”, advierte la directora

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Abelardo Castillo fue un escritor argentino cuya obra ha dejado una huella indeleble en la literatura hispanoamericana. Su trabajo abarca diversos géneros, incluyendo cuentos, novelas, teatro y ensayos, lo que demuestra su versatilidad como escritor. Es reconocido especialmente por su capacidad para explorar la psicología de sus personajes y por su profunda reflexión sobre la condición humana. Castillo se distinguió también por su habilidad para integrar elementos de la literatura universal con temáticas y contextos específicamente argentinos, lo que le permitió hablar de lo universal desde lo local.

Una de las características más notables de su trabajo es la precisión de su lenguaje, capaz de crear atmósferas densas y cargadas de significado con economía de palabras. Su narrativa se adentra en las complejidades del ser humano, explorando temas como la muerte, el amor, la soledad y la desesperación, con una mirada que combina el realismo con toques de surrealismo.

Abelardo Castillo (1935-2017)
Abelardo Castillo (1935-2017)

El escritor es considerado un puente entre la generación de escritores de los años cincuenta y las voces más contemporáneas de la literatura argentina. Ahora, se convirtió en el protagonista de Un hombre que escribe, un documental dirigido por Liliana Paolinelli, que se erige como un profundo retrato, delineando no solo la trayectoria literaria sino también la esencia vital del escritor. Serpa presentado en la Sección Artes y Oficios y ofrece un viaje íntimo por la vida, las reflexiones y el universo creativo de Castillo, a través de la lente de Paolinelli, quien, junto a un equipo encabezado en la dirección de fotografía por Paula Grandio, Alejandro Ortigueira y Soledad Rodríguez, logra capturar la esencia de uno de los narradores más lucidos de las letras argentinas.

Liliana Paolinelli, con una trayectoria signada por obras que exploran con delicadeza y profundidad las complejidades humanas, tales como Por sus propios ojos (2007) y El baldío (2021), se adentra en la vida de Castillo después de décadas de admirar su obra. “Tal vez, contar la propia vida supone un ejercicio incierto y por momentos oscuro”, reflexiona Paolinelli, cuestionándose sobre la relevancia de retratar a un autor que ha sido tantas veces focalizado en distintos medios y formatos. Sin embargo, es la misma voz de Castillo, recuperada en un apunte de su taller literario, la que ofrece la clave interpretativa del proyecto: “cuando uno cuenta... lo hace por primera vez, sucede por primera vez”. Este principio rector no solo justifica el por qué de embarcarse en un nuevo retrato del escritor sino que, además, subraya la potencialidad única y reveladora de cada narración, de cada recuerdo.

Abelardo Castillo dejó huella indeleble en la literatura argentina, entre otras cosas por la fundación de la revista "El escarabajo de oro"
Abelardo Castillo dejó huella indeleble en la literatura argentina, entre otras cosas por la fundación de la revista "El escarabajo de oro"

Un hombre que escribe se sumerge así en las aguas de la memoria y la creación literaria, contando con testimonios directos de figuras relevantes como María Moreno y Mayra Leciñana, quienes entrevistan a Castillo, abriendo puertas a conversaciones que fluctúan entre lo personal y lo literario. La película recorre con sus palabras espacios significativos para el escritor, como bares, plazas y su propia biblioteca, entrelazando el material de archivo con las imágenes actuales, pintando un retrato polifónico que busca capturar la esencia del proceso creativo y su imbricación con la vida misma. Explorando las décadas de los 70, así como la influencia de Sylvia Iparraguirre, la mujer de Castillo.

Infobae Cultura entrevistó a la directora que en su film rescata la figura de uno de los escritores argentinos más queridos y admirados.

—¿Cuál era tu vínculo previo con Abelardo antes de la película?

—Mi conexión con Abelardo surgió a través de Paula Grandío, quien fuera mi esposa. Paula mantenía una estrecha amistad tanto con Abelardo como con su esposa, Sylvia Iparraguirre. Paula había sido alumna de Abelardo y luego desarrollaron una relación de amistad. A lo largo de los años, solíamos asistir juntos a los cumpleaños y reuniones que se celebraban en su casa. Fue en uno de estos encuentros, en 2015, donde surgió la idea de realizar un documental sobre la vida de Abelardo. La propuesta me entusiasmó enormemente.

—¿Qué enfoque adoptaste para su realización?

—Nuestra idea principal era contar con la participación de diversas personalidades de distintas disciplinas para entrevistarlo. También planeábamos realizar un recorrido por los lugares significativos en su vida, como las escuelas y San Pedro. Iniciamos el proceso con las dos entrevistas fundamentales que conformarían el documental, llevadas a cabo con María Moreno y Mayra Leciñana. Sin embargo, tras estas dos sesiones, Abelardo sintió la necesidad de tomar un receso en la filmación. El proceso resultaba agotador y demandante; cada entrevista original se extendía por más de dos horas y media. Esta pausa se prolongó hasta su fallecimiento en 2017, dejando el proyecto en suspenso.

"Un hombre que escribe" revela el proceso creativo de Abelardo Castillo
"Un hombre que escribe" revela el proceso creativo de Abelardo Castillo

—¿Cuándo volviste a trabajar en el proyecto?

—Decidí retomar el proyecto en cierto momento y revisar si las dos entrevistas existentes contenían suficiente material para una película. Al principio, me sentía un tanto desanimada por la incertidumbre sobre cómo estructurar el documental. Las entrevistas eran valiosas, pero la falta de cambios en el encuadre las hacía sentir extrañas. Envié todo el material a Lorena Moriconi, mi montajista habitual, quien vio potencial para la película. Empecé a reflexionar sobre cómo podía ser el resultado final y qué elementos añadir. A medida que avanzaba en este proceso, descarté varias ideas y me incliné por un enfoque más sobrio, donde Abelardo hablara directamente y se intercalaran imágenes de libros y textos sin su lectura completa. Quería recrear la sensación de explorar un libro en una librería, ofreciendo al espectador momentos de respiro entre las intervenciones de Abelardo.

—Una de las primeras escenas de la película aborda su preocupación por la posibilidad de que sus declaraciones sean tergiversadas en las entrevistas. ¿Cómo lograste ganar su confianza?

—La confianza se desarrolló de manera natural, dado que la idea del proyecto surgió de él mismo. A medida que avanzábamos, nuestra relación se fortalecía. Abelardo estaba ansioso por expresarse, aunque de temas específicos. Juntos sugerimos nombres de personas que lo conocían bien y estaban familiarizadas con su obra. Buscábamos generar una dinámica novedosa, ya que los temas que le interesaban ya habían sido tratados en numerosas entrevistas disponibles en línea. Queríamos explorar nuevas perspectivas y provocar situaciones que lo sacaran de su zona de confort. Tanto María Moreno como Mayra Leciñana, con quienes no tenía relación previa, lo pusieron ante un desafío distinto. Esto lo llevó a un nivel de exigencia y lo sacó de la rutina, generando momentos de incomodidad que, creo, resultaron en revelaciones sorprendentes.

Confíe en su profesionalismo y en la curiosidad que les despertaría conversar con Abelardo Castillo. Ellas prepararon algunas lecturas previas sobre temas que deseaban abordar con él, y así se llevó a cabo el encuentro. Mi labor se centró en establecer las condiciones técnicas del encuentro, como el encuadre y la disposición de las cámaras, mientras que el contenido de la entrevista no estuvo sujeto a ninguna directriz específica.

"Quería recrear la sensación de explorar un libro en una librería", dice Liliana Paolinelli
"Quería recrear la sensación de explorar un libro en una librería", dice Liliana Paolinelli

—¿Por qué crees que él sugirió la idea de hacer un documental sobre su vida?

—En aquel momento, Abelardo había lanzado el primer volumen de sus Diarios, y las entrevistas giraban en su mayoría en torno a esta obra, pero también sobre los diarios en general, escritos por diversos autores. Durante el rodaje del documental, se abordó este tema, que despertaba un gran interés tanto en él como en María Moreno. Para nosotros, que estábamos presentes durante el rodaje, fue como asistir a una clase de literatura.

—¿Qué impresión crees que transmitirá la película?

—La película no sigue un formato biográfico tradicional. En lugar de eso, aborda diversos temas mientras Abelardo se explaya y desarrolla sus ideas. Comienza hablando de los diarios y la memoria, pero luego abarca otros temas como los géneros literarios, el cuento y la novela. A medida que avanza, va revelando aspectos de su vida. Se percibe claramente que para Abelardo, la literatura fue su mundo; vivía a través de las palabras, los libros y los autores. La película tiene un alcance amplio y puede ser apreciada por cualquier tipo de público. Los seguidores de Abelardo Castillo encontrarán en ella una oportunidad de reencontrarse con este gran escritor y tal vez descubrirán aspectos que no conocían. Por otro lado, aquellos que no estén familiarizados con su obra sentirán una fuerte motivación para leer sus libros.

Sylvia Iparraguirre, esposa de Castillo, fue la primera persona que vio el documental
Sylvia Iparraguirre, esposa de Castillo, fue la primera persona que vio el documental

—¿Tuvo la oportunidad de revisar parte del material?

—Como parte de mi proceso para el documental, comencé a asistir a su taller durante tres meses. Continué asistiendo en 2016 y a principios de 2017. En ese momento, él me solicitó ver las entrevistas. Aunque desconocía sus intenciones con respecto al documental, me pareció una excelente idea. Le proporcioné el material, pero lamentablemente, falleció dos semanas después. No estoy seguro de si tuvo la oportunidad de ver las entrevistas, pero lo que vio fue el material sin editar, no el documental completo. La primera persona que lo vio fue Sylvia Iparraguirre, quien lo vio en privado. Quedó muy impresionada y conmovida.

—¿Qué representa, crees, presentar este documental en estos momentos tan complicados para la cultura?

—La coyuntura actual es sumamente complicada, y en este contexto, lanzar un documental que destaque figuras como Abelardo, María Moreno y Mayra cobra una relevancia particular. Es una manera de desafiar la narrativa que se nos ha impuesto durante años, la cual sugiere que los artistas y los agentes culturales no contribuyen significativamente o son meramente decorativos. Este documental es una refutación contundente de esa percepción errónea; demuestra que hay un trabajo profundo y significativo detrás de cada obra. Abelardo mismo hace hincapié en la labor del escritor. Aunque la película pueda parecer sencilla en su forma, su gestación y desarrollo han requerido años de dedicación, reflexión y maduración. Además, se suma ahora al patrimonio audiovisual de nuestra nación, contribuyendo así a enriquecer nuestra memoria colectiva.

* Un hombre que escribe se proyecta el jueves 18 a las 17.40 hs. y el sábado 20 a las 19.40 hs. en el Cacodelphia 1 (Pte. Roque Sáenz Peña 1150, C.A.B.A.)

[Fotos: prensa “Un hombre que escribe”; Télam archivo]