El presidente Gustavo Petro ha extendido el encargo al canciller Luis Gilberto Murillo por tres meses más, en un movimiento que responde a la suspensión de Álvaro Leyva por parte de la Procuraduría, decisión que también se extendió por otros tres meses, el pasado 23 de abril.

La continuidad de Murillo es una medida para garantizar la estabilidad en las funciones diplomáticas del país. Lo anterior, a pesar de que Murillo había expresado que volvería a Washington, Estados Unidos, pues su puesto original en el Gobierno es como embajador de Colombia en Estados Unidos.

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La Casa de Nariño emitió el decreto 0569 el 6 de mayo, en el que se oficializa la designación de Luis Gilberto Murillo como canciller encargado por tres meses más; es decir, hasta agosto de 2024. No obstante, Murillo había dicho que “esto [sus funciones en la Cancillería] era una tarea temporal que finalizaba en mayo”, durante su estadía en la Casa Blanca, como pudo conocer El Tiempo.

Durante este periodo, Murillo continuará liderando el Ministerio de Relaciones Exteriores en lugar de Álvaro Leyva, quien fue suspendido por la Procuraduría General desde finales de enero, debido al caso de la polémica licitación de pasaportes y seguirá suspendido hasta finales de julio.

Justamente, el decreto de la Presidencia justifica la permanencia de Murillo en su cargo citando una disposición de la Sala Disciplinaria Ordinaria de Juzgamiento de la Procuraduría General de la Nación, que mantiene la suspensión de Leyva debido a que “las condiciones existentes para la fecha en la que se ordenó la medida no han desaparecido”.

En cuanto al futuro de Murillo como embajador, aún no hay indicaciones claras sobre si su periodo como canciller se extenderá más allá de la renovación por tres meses. De hecho, actualmente, el canciller estaría viajando de Colombia a Estados Unidos cada 15 días para cumplir con sus deberes como diplomático en EE. UU.

Un funcionario que ocupa un alto cargo de la Cancillería dijo a El Nuevo Siglo que Álvaro Leyva “no vuelve, eso es seguro”. Según esa fuente, todos los funcionarios dan por sentado que Leyva no recuperará su cargo. Prueba de ello, dijo el funcionario al medio referido, es que incluso el canciller encargado, Luis Gilberto Murillo, ha realizado cambios significativos en el equipo directivo.

Además, la situación legal de Leyva sigue siendo compleja, ya que continúa el proceso disciplinario en su contra por las irregularidades en la revocatoria de la licitación de pasaportes.

La Procuraduría mantuvo la suspensión del Canciller por dos presuntas faltas disciplinarias graves, las cuales podrían haber sido cometidas con posibles intenciones de engaño, es decir, “a dolo”.

La primera falta se relaciona con la declaración como “desierta” de la licitación 001 de 2023, sin fundamentos técnicos y legales adecuados, posiblemente vulnerando los principios de contratación estatal.

En su defensa, el Canciller argumentó que esta decisión se basó en el principio de igualdad de trato a los oferentes, ya que no se habían establecido condiciones equitativas para todas las empresas competidoras. Según su explicación, la firma Thomas Greg & Sons tenía cierta “ventaja” en el proceso.

La segunda falta se refiere a la declaración de una urgencia manifiesta para continuar emitiendo pasaportes y prorrogando por un año más el contrato, justamente, con la empresa Thomas Greg & Sons. Esto se habría hecho sin las condiciones necesarias. En octubre de 2023, cuando vencía el contrato vigente de expedición de pasaportes con Thomas Greg & Sons, el Canciller firmó la Resolución No. 7541 para prorrogarlo, con el objetivo de garantizar el suministro del documento.