Colombia fue reconocido entre los 5 países con la mejor gastronomía del mundo

Colombia se ha consolidado como una potencia gastronómica a nivel mundial, ocupando un lugar de honor entre los cinco primeros puestos de la lista de mejores destinos culinarios globales, según destaca National Geographic en su más reciente artículo titulado ‘Los mejores destinos gastronómicos del mundo para viajar con el paladar’.

Este reconocimiento coloca al país en una destacada compañía, junto a naciones de renombre en el ámbito culinario como Japón, Argentina, Perú e Italia, y refleja la riqueza y diversidad de la cocina colombiana, producto de una historia de mestizaje y abundancia de productos autóctonos.

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El reportaje de National Geographic señaló que 2024 se perfila como el año de la gastronomía colombiana, gracias a la fertilidad de su tierra y a un clima diverso que alterna entre estaciones secas y húmedas, condiciones que contribuyen a ofrecer una de las mayores riquezas de productos a nivel mundial.

La revista hace énfasis en el mosaico culinario que representa Colombia, con una variedad gastronómica influenciada por migraciones y culturas de África, Arabia, China, países del Caribe y España, lo que se refleja en la complejidad y riqueza de sus platos.

Los sabores de Colombia se describen como un reflejo de esta mezcla cultural, con especial atención a sus distintivas regiones que van desde el Caribe hasta la Amazonía, pasando por los Andes y los Llanos, cada una aportando elementos únicos a la cocina nacional.

Se destaca la variedad de maíces criollos, el uso de frutas tropicales tanto conocidas como por descubrir, los pescados de río y de mar, y productos emblemáticos como el café, el cacao, la banana y una selección de quesos, todos con profundas raíces en el pasado histórico de la nación.

National Geographic no solo resalta las características únicas y la calidad de la comida colombiana, sino que también reconoce la excelencia en la preparación de esta en diversos establecimientos a lo largo del país.

Restaurantes como Leo, de la chef Leo Espinosa, galardonada como la Mejor Cocinera del Mundo en 2022, en Bogotá; El Chato, de Álvaro Clavijo, también en Bogotá; Celele, en Cartagena de Indias, por Jaime Rodríguez; y otros en Medellín y Bogotá son mencionados como ejemplos del boom gastronómico que vive Colombia. Estos lugares son vistos como embajadores de la riqueza culinaria colombiana, contribuyendo a que el país sea un foco de atención en la escena gastronómica internacional.

Este posicionamiento de Colombia en el escenario mundial no solo consolida su reputación como destino culinario de excelencia, sino que también promete ser un catalizador para el aumento del turismo. Se espera que este reconocimiento atraiga a visitantes internacionales deseosos de explorar la diversidad gastronómica del país, impulsando así la economía local y enriqueciendo la oferta turística con experiencias culinarias únicas.

Sin lugar a duda, la gastronomía nacional se distingue por su diversidad, originalidad, versatilidad y sofisticación, abarcando una amplia gama de gustos y conquistando a paladares de todo tipo. Cada zona geográfica se enorgullece de tener ingredientes únicos, especialidades culinarias y rasgos distintivos, los cuales son un reflejo de la rica fusión cultural indígena, española y africana que caracteriza a nuestras mesas.

Los tubérculos, como la yuca y la papa, son protagonistas de la cocina, destacando por su importante rol como fuente de alimento y almacenamiento de nutrientes, y se pueden encontrar tanto en mercados locales como en modernos supermercados. Las frutas, con sus vibrantes colores y sabores seductores, también juegan un papel esencial, presentes en una variedad de puntos de venta, desde las tradicionales plazas de mercado hasta vendedores ambulantes.

La herencia española ha enriquecido la gastronomía con una diversidad de carnes y especias, y ha introducido el arroz, el trigo y las legumbres, fundamentales en el conocido fogón andino colombiano. Además, esta influencia europea nos ha legado técnicas de preparación culinaria utilizando utensilios de metal.

Por otro lado, el legado africano aporta las mejores técnicas de fritura y confitería, así como ingredientes clave como la pimienta de olor, el ñame y ciertos granos, que se hicieron presentes durante la época colonial y de esclavitud. No hay que olvidar la influencia árabe, que se hizo notar con la llegada de inmigrantes en los siglos XIX y XX. Su rica contribución gastronómica se saborea especialmente en regiones como el Caribe colombiano.