Lo que empezó como un juego inocente para intentar reducir medidas en el abdomen, terminó como un problema estético para el creador de contenido bogotano Santiago Celis, que, a través de sus redes sociales advirtió sobre los efectos secundarios de utilizar “el cordón maligno o reductor de cintura”.
“Esto yo lo vi un día en TikTok, cuando estaba con mi vaina de querer bajar de peso. En la plataforma me cruce con el video de una vieja y un man que se amarraban un cordón a la cintura, supuestamente, para tonificarla, para que fuera más delgada, para que los gordos apretaran y para que todo fluyera de la mejor manera”, explicó.
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Varias cuentas recomienda este método, sin tener en cuenta los problemas de salud y estéticos que puede ocasionar en pacientes con y sin sobrepeso.
“Claro, al verlo en TikTok pensé: ¿Por qué no? ¿Qué perdería?... nada. Pero fue lo peor que pude haber hecho. El cordón lo apretaba hasta quedarme sin oxígeno y era terrible. Al principio no me acostumbraba, pero ya después fui cogiéndole el hilo”.
Por “cogerle el hilo” se refiere a que, después de estar utilizándolo durante algunos días ya no le apretaba tanto “porque, como me lo apretaba tanto al principio para hacerme resistente al dolor, se volvió algo pasajero. Y sí, me funcionó, pero también apareció una contraindicación que los que aconsejaban este método jamás mencionaron”.
Y es que amarrar un cordón a la cintura dejaría “una marca en el abdomen para siempre. Así que, si ustedes piensan hacerlo, no lo hagan. Retráctense. Piénselo dos veces antes de cometer esa locura. Yo no lo pensé, simplemente lo hice y me quedó esa marca”.
Desde la pubertad se ha sentido incomodo con la forma en la que se ve su estomago, pero ahora, con una marca de lado a lado, todo ha empeorado. Ya que, incluso, intentado con cremas y productos naturales, no ha logrado borrarla.
“Por favor no hagan esas cosas, ni se pongan a inventar vainas, porque es lo que hice. Ponerme a inventar y nunca le di importancia a este asunto, entonces, el consejo del día es que no se amarren una cuerda o cordón al abdomen. Puede ser perjudicial para ustedes, no solo por la línea sino también porque tranca la circulación y demás problemas”, insistió y en los comentarios otros ciudadanos que lo han puesto a prueba compartieron su experiencia negativa con el cordón:
“Yo también tengo la cicatriz”, “Yo usaba un cinturón que me dejaba la cintura de 30 centímetros y ahora tengo una marca, parece un quemón, en cada costado”, “Yo lo hacía, pero con una venda, y ahora sufro de dolores en las costillas”, “Yo pensé que sí funcionaba”, “También quiero saber cómo quitarla”, “A mí también me pasó, pero no deben preocuparse por borrarla. Desaparece con el tiempo si hidratan la zona”.
Según la empresa española de cuidado estético Margot:
- Apretar demasiado el cordón en la cintura puede causar problemas digestivos, dolor abdominal y alteraciones en la circulación sanguínea.
- El uso prolongado y excesivo del cordón en la cintura puede generar dificultad para respirar, trastornos digestivos y problemas en la circulación.
- La presión constante del cordón en la cintura puede dañar la piel, generar deformidades en la estructura ósea y afectar la imagen corporal.
- Es importante cuidar la salud en la cintura para prevenir complicaciones y mantener el bienestar general.
Obesidad en Colombia estaría restándole años de vida saludable a los niños y adolescentes
Un estudio publicado por Unicef Colombia y la fundación Alzak en octubre del 2023 señaló una alarmante pérdida de años de vida saludable entre niños, niñas, adolescentes, y mujeres gestantes debido al sobrepeso y la obesidad.
Entre el 2015 y el 2020, se estiman 643 años perdidos por cada 100.000 menores afectados por estas condiciones, así como 115 años perdidos en el mismo periodo entre mujeres embarazadas.
Los hallazgos del análisis, denominado “Carga de enfermedad y económica del sobrepeso y la obesidad en mujeres gestantes, niñas, niños y adolescentes en Colombia”, señalan que estas problemáticas de salud no solo reducen significativamente la calidad de vida de este grupo poblacional, sino que contribuyen al desarrollo de enfermedades asociadas como asma, diabetes y hipertensión. Dichas condiciones aumentan la necesidad de tratamiento médico, incluyendo hospitalizaciones y consultas de urgencia, y elevan el riesgo de muerte prematura.
La representante de Unicef en Colombia, Tanya Chapuisat, destacó la gravedad de la situación, apuntando a que el sobrepeso y la obesidad limitan la capacidad de los jóvenes para realizar actividades básicas del día a día, tales como estudiar, trabajar o participar en deportes, afectando su desarrollo pleno y bienestar. Además, el estudio puntualizó que los niños de entre 6 y 11 años son especialmente vulnerables, siendo el sector más perjudicado por estas condiciones de salud.