Violencia en Colombia: más de 1.200 crímenes contra líderes sociales se perpetraron en 2023

Un informe reveló que la cifra de homicidios contra personas líderes LGBTIQ+ aumentó en un 12% durante ese año

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Para organizaciones como el Cinep y Colombia Diversa: "En Colombia, ser una persona líder LGBTIQ+ se ha convertido en una sentencia de muerte" - crédito Ernesto Guzmán/EFE
Para organizaciones como el Cinep y Colombia Diversa: "En Colombia, ser una persona líder LGBTIQ+ se ha convertido en una sentencia de muerte" - crédito Ernesto Guzmán/EFE

En la más reciente edición de la revista Noche y Niebla, presentada el 24 de abril por el Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep) y la oenegé Colombia Diversa, Colombia sufrió un recrudecimiento de la violencia en 2023.

De acuerdo con el banco de datos de las organizaciones, al menos 1.277 crímenes, de los cuales 497 corresponden a pérdida de vidas, se presentaron como consecuencia de violaciones a los derechos humanos y hechos de violencia política.

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Entre los crímenes que se registraron en todo el territorio nacional, el informe destaca: ejecuciones extrajudiciales, homicidios intencionales y asesinatos por motivos políticos o de intolerancia social.

Cauca: epicentro de la violencia en Colombia

Líderes sociales indígenas y campesinos fueron las principales víctimas de la violencia en 2023 - crédito Colprensa
Líderes sociales indígenas y campesinos fueron las principales víctimas de la violencia en 2023 - crédito Colprensa

El informe destaca que el departamento de Cauca concentra una violencia desproporcionada con el 28,7% de los casos registrados en el país. Allí, líderes sociales que luchaban por sus comunidades y sus derechos fueron asesinados.

Por poner algunos ejemplos, José Hernán Tenorio Mestizo y Albán Mestizo Yosando, jóvenes líderes de la Asociación Indígena Avelino Ul, fueron asesinados en Toribío y Caloto, respectivamente. “Su compromiso con la defensa del territorio y el bienestar de sus pueblos los convirtió en objetivos de la violencia”, señalaron desde el Cinep.

También fueron asesinadas autoridades tradicionales como Frady Alexander Bomba Campo, Mayor indígena y presidente del partido MAIS de Caldono; José Arley Cruz Chocué, autoridad tradicional indígena del resguardo Kwes’x Yu Kiwe; y Rogelio Chaté, líder social y espiritual del resguardo de Pueblo Nuevo.

Además de líderes indígenas, voces campesinas también fueron calladas, como en el caso de Carlos Arturo Quijano, integrante de la Asociación de Trabajadores Campesinos y Pequeños Propietarios Santa Lucía, que fue asesinado en Cajibío.

Las organizaciones analizaron lo sucedido en Cauca en 2023 y evidenciaron que, en esa región, se presentaron un total de 121 casos de infracciones al derecho internacional humanitario (DIH), 42 violaciones a los derechos humanos y 212 casos de violencia político-social.

El informe señala que, si bien Cauca es epicentro de la violencia, otros departamentos como Santander, Antioquia y Norte de Santander también enfrentan serias problemáticas en materia de derechos humanos y violencia socio-política.

“Ser una persona líder LGBTIQ+ se ha convertido en una sentencia de muerte”: Cinep

En Colombia fueron identificados 155 asesinatos de líderes sociales pertenecientes a la población LGBTQ+ en 2023 - crédito Luis Eduardo Noriega A/EFE
En Colombia fueron identificados 155 asesinatos de líderes sociales pertenecientes a la población LGBTQ+ en 2023 - crédito Luis Eduardo Noriega A/EFE

Con una cifra de 111 líderes y lideresas sociales asesinados en 2023, el informe de Cinep y Colombia Diversa profundizó en un análisis sobre las violaciones a los derechos de los defensores y defensoras LGBTIQ+.

Las organizaciones señalaron que la violencia contra esta población sigue creciendo, a la fecha de la publicación del informe, se identificaron 155 asesinatos en 2023. La cifra preliminar de victimizaciones contra líderes y lideresas LGBTIQ+ corresponde a 13 victimizaciones: 10 homicidios y 3 amenazas individuales.

En comparación con el año anterior, es decir, con 2022, las estadísticas revelaron que para ese año se registraron 426 incidentes de violencia contra la población LGBTIQ+, incluyendo 66 dirigidos contra personas defensoras de derechos humanos.

Así las cosas, en 2023 la cifra de homicidios contra personas líderes LGBTIQ+ aumentó en un 12%. Las amenazas también aumentaron, duplicando las cifras de 2022. Los hombres gays y las mujeres trans son las principales víctimas, especialmente en el Valle del Cauca, Antioquia y Bogotá.

Entre los casos recordados están: el asesinato en Bogotá de Óscar Parada Torres, abogado y representante LGBTIQ+, en 2022; el de Franklin Pabón Camacho, activista trans no binaria del Consejo Territorial de Paz, Reconciliación y Convivencia, asesinado en Malambo (Atlántico); el de Alba Karina Velasco, mujer lesbiana y lideresa comunitaria asesinada en Santander de Quilichao; el de José Eduardo, conocido como “Guama”, en el Cesar; y el de La Gaby, en Antioquia, quienes perdieron la vida a manos de paramilitares.

En Colombia hay una “impunidad institucionalizada”

Los líderes LGBTIQ+ en Colombia enfrentan riesgos significantes por tres factores principales: la historia de violencia sociopolítica, la discriminación por orientación sexual e identidad de género, y el activismo por los derechos de la población a la que pertenecen - crédito Ernesto Guzmán/EFE
Los líderes LGBTIQ+ en Colombia enfrentan riesgos significantes por tres factores principales: la historia de violencia sociopolítica, la discriminación por orientación sexual e identidad de género, y el activismo por los derechos de la población a la que pertenecen - crédito Ernesto Guzmán/EFE

Por otra parte, se destaca que las amenazas contra líderes LGBTIQ+ son una constante en Colombia. En 2022, se registraron 17 casos de amenazas que se combinaron con el contexto de violencia socio-política, especialmente durante el periodo electoral. Los perpetradores de estos crímenes incluyen personas desconocidas, grupos armados ilegales, miembros de la Fuerza Pública, personas conocidas y bandas delincuenciales.

Para Javier Giraldo, investigador del Cinep, “la impunidad está institucionalizada”, pues señaló que las investigaciones judiciales de los casos registrados en la versión 68 de la Revista Noche y Niebla no deberían engrosar los “17.000 procesos de los mayores responsables de los crímenes más horrendos (que) fueran transferidos a la justicia ordinaria, donde solo tres fiscales estarían disponibles para ocuparse de los mismos”.