Culotauro, cuyo nombre real es Camilo Díaz, reveló las razones que causaron el distanciamiento entre en él y su padre. “Empecé a ver él un reflejo de todo lo que no quería ser”, afirmó el humorista que regresará al reality La casa de los famosos Colombia en el que tiene una historia de amor pendiente con Diana Ángel.
El comediante confesó que llegó a pensar que su papá se había vuelto alcohólico por su culpa. “De pequeño me echaba muchas cargas encima. Sentía que todos los problemas se debían al hecho de que yo había nacido ‘cojo’ y que por eso él tomaba tanto”.
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Camilo Díaz relató que su familia paterna se dedica al negocio de la comercialización de cárnicos, razón por la que en su círculo social era muy común ver el tema del alcohol presente. “Les iba muy bien vendiendo carne, veían la vida fácil y ese ambiente de plaza se presta para beber”, comentó el influencer Culotauro.
La cultura tanto de su abuelo como de su padre era muy al estilo ‘narco’, así lo comparó el mismo exparticipante de La casa de los famosos Colombia: “Tenían esa narcocultura de escuchar rancheras y sentirse mexicanos. Su rutina luego de terminar de trabajar era todos los días la misma, irse a tomar ‘pola’ y yo creía que eso era lo normal”.
Entre tanto, la mamá de Culotauro se quedaba en el local a cargo de organizar todo para el día siguiente así como del aseo y los pedidos que debían hacer.
Con el tiempo, aunque era muy niño, Camilo empezó a ver que en su colegio las familias de sus compañeros de clase eran diferentes. “Ya uno comienza a analizar y me di cuenta que en las reuniones todos los niños estaban felices con sus padres al lado y el mío no aparecía, nunca llegaba y poco a poco se fue convirtiendo en un padre ausente”, expresó.
La decepción
Para el también actor de teatro y clown, la figura paternal dentro del núcleo familiar es clave e importante, aunque reconoce que esa falencia le permitió volverse una persona fuerte: “Creo que para nadie es un secreto que tener un padre presente y contar con él es un soporte que cera lazos fuertes, pero hoy en día pienso que esas faltas me hicieron el que guerrero que soy hoy en día, entonces en parte entendí que está en uno forjarse su camino”.
La infancia de Culotauro transcurrió en la Plaza del Galán, allí su padre tenía un local en la zona de los cárnicos mientras que su madre contaba con otro puesto en el sector de las frutas y verduras. “Yo me crie allá, mis abuelos aún siguen con los negocios allí, así que están invitados a mercar en esa plaza que es muy chévere”.
En este lugar se conocieron los padres de Camilo Díaz, de acuerdo con la historia del comediante, su padre era uno de los hombres más encantadores y entradores que existía en la plaza, sin embargo, el comediante no le heredó mucho. “Mi mamá me cuenta que él la hacía reír todo el tiempo, que era muy atractivo y además jugaba fútbol. De hecho, todo mundo pensaba que yo iba a ser futbolista, pero pff salí ‘cojo’ y paila, no le pude dar gusto”.
El deporte abrió una brecha entre padre e hijo se fue haciendo cada vez más grande debido a que Culotauro se hizo a la idea de que su condición era una decepción para su progenitor y que para ahogar su pena se refugiaba en el licor. “Crecí, abrí los ojos y me di cuenta de que no quería ser como mi papá”, reiteró.