Los secretos al interior de ‘Secuestro del vuelo 601′: “En el avión nos ponían dióxido de carbono”

En diálogo con Infobae Colombia, el actor Johan Rivera Zumaqué reveló detalles de su experiencia en la producción de Netflix basada en hechos reales

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Zumaqué afirmó que siempre soñó en compartir set con actores como Tappan o Carriazo - crédito JohanRiveraZumaqué/Instagram
Zumaqué afirmó que siempre soñó en compartir set con actores como Tappan o Carriazo - crédito JohanRiveraZumaqué/Instagram

Las producciones audiovisuales basadas en hechos reales han sido un éxito en los últimos años. Netflix estrenó Secuestro del vuelo 601, que relata la historia del rapto aéreo más largo en la historia de Latinoamérica y cuenta con la presencia de actores como Christian Tappan y Enrique Carriazo.

El producto creado por Pablo González y Camilo Salazar Prince recrea los hechos registrados el 30 de mayo de 1973, cuando dos futbolistas paraguayos secuestraron un avión que despegó en Pereira con 84 personas, afirmando que eran parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

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Al profundizar la historia sobre el secuestro de un avión, el piloto y copiloto son personajes centrales de la historia, y en la producción de Netflix esto no es la excepción.

En diálogo con Infobae Colombia, Johan Rivera Zumaqué habló sobre esta nueva experiencia, lo difícil de hacer una producción de un hecho de la vida real, mencionó el ascenso que ha tenido su carrera y los complejos que ha derrotado durante ese proceso.

¿Cómo hacer un personaje del que se tiene poca información sobre una historia basada en hechos reales?

Principalmente agradeciendo a Camilo Prince y Pablo González, ellos me hicieron la invitación y claro, es algo que se hace utilizando parte de la información, lo poco que se tenía del personaje, que fue un homenaje a un amigo de ellos, lo hicimos con un acuerdo de no hacer algo estereotipado, sino algo del interior, que las personas se pudieran identificar por su esencia y su humildad, no hacerlo algo chistoso porque sí, sino que los hechos llevaran a eso.

¿Qué tan difícil es recrear la historia de un hecho que se registró hace tantos años?

Tuvimos el cuidado de todo el equipo, ellos cuidaron esos detalles de que a pesar de que Christian y yo tuvimos clases de vuelo, para no caer en cosas sin sentido, quisimos que todo lo que fuéramos a decir fuera de la época y lo que hiciéramos tuviera sentido.

El actor reveló detalles de la diferencia de trabajar con una productora internacional - crédito JohanRiveraZumaqué/Instagram
El actor reveló detalles de la diferencia de trabajar con una productora internacional - crédito JohanRiveraZumaqué/Instagram

¿Hace unos años pensaba que podría compartir en producciones con actores que veía en televisión como Christian Tappan o Enrique Carriazo?

Nunca me lo imagine, empezando porque el primer papel que yo tuve fue en El cartel de los sapos 2, me llamó Humberto Rivera y me dice “te tengo algo en el cartel para que puedas participar”, yo le dije a todo mundo y todo mundo emocionado, pero cuando me llegó el papel, yo decía “buenas que se le ofrece” y me mataban, yo no sabía como decirle a todos. Lo bueno fue que esa escena cerró un capítulo e inició el siguiente, entonces todo mundo quedó con la expectativa. Verme hoy con actores como Enrique Carriazo o Tappan, se siente bien, a veces para uno es difícil creerse el cuento de que se puede lograr.

¿Del producto final, qué fue lo que más le sorprendió?

La manera en la que se hizo el avión es impresionante, la tecnología con la que se simuló el aeropuerto viejo de Bogotá, cuando aterrizamos, una tecnología de punta, las locaciones, un trabajo exhausto de arte que se logró muy bien, cosas de la época que para mí aporta y son cosas veraces para llevar bien todo el contexto de lo que fue el secuestro.

¿Es muy diferente trabajar en producciones nacionales frente a proyectos de productoras como Netflix?

Es otro nivel, es una calidad muy diferente, se trabaja más riguroso, pero sin tantas escenas, en seriados o películas los detalles, porque en la televisión se hacen otros tipos de planos, obviamente el presupuesto es mayor y se trabaja más cómodo, se tiene más libertad para realizar el trabajo.

¿A nivel presupuesto, hubo alguna escena en la que tuviera una sola oportunidad para hacerlo bien?

“Es el trabajo de uno, pero la escena del tiro del pie solo había un zapato porque yo calzo 47, era toma única. También te cuento que en el avión nos ponían un dióxido de carbono para generar la atmosfera y Christian y yo manteníamos con sueño, a veces él me despertaba o yo a él, había momentos en el que se olvidaban las cosas, por lo que hacíamos las tomas necesarias para la energía que necesitaba la escena.

Johan Rivera interpreta al copiloto Guillermo Luis Lequerica - crédito JohanRiveraZumaqué/Instagram
Johan Rivera interpreta al copiloto Guillermo Luis Lequerica - crédito JohanRiveraZumaqué/Instagram

¿Qué piensa de los estigmas o señalamientos que existen en el mundo de la actuación?

“Yo creo que estos estereotipos se dejaron de lado, uno lo que tiene que hacer es confiar en la verdad, eso me lo decía un maestro, que uno tiene es que vivir las vidas que le pongan, que si la gente no te cree eres una cosa muerta, no estás siendo, obviamente uno aprende cada cosa, hay muchos métodos, pero si tú no haces lo que sientes y lo transmites no va a pasar nada.

¿Qué le falta por hacer ?

Me hace falta trabajar otros acentos, me considero una persona versátil para hacerlo y me gustaría, me gustaría cantar en la producción, mi familia es de músicos, tengo esa fortaleza, soy licenciado en música y tengo esa fortaleza que me gustaría explotar, tuve la oportunidad en Leandro Díaz, pero tal vez otras cosas, sería bonito.

¿Cuál fue el momento en el que se dio cuenta de que ya era un actor consolidado?

El robo del siglo sin ninguna duda, yo hice tres castings y no sé por qué, pero yo dije ese personaje es mío, a la semana me llamaron que me querían para ese personaje, me llegaron mensajes de todo lado, hasta de Corea me escribieron. Como eso cayó en pandemia, eso sirvió, nos ayudó bastante, se vino Leandro Díaz y muchas cosas que se vendrán, ahora estoy otra vez con casa Netflix, pero no puedo dar mucha información en estos momentos.

¿Cuál es su percepción desde el mundo del arte, del desahogo de luchar en una carrera tan difícil?

Yo lo que puedo decir es que hay que ser agradecidos, a mis hijos les diré que luchen hasta que se les acabe la última gota de sudor, que se logran con esfuerzo, no digo que la suerte no, pero uno la suerte se la encuentra luchando. Mis hermanos tienen una banda y van de a poco creciendo, a veces uno se frustra, a mí me paso y uno tiene que ser tenaz y seguir adelante, como hijo decir que todos mis éxitos son para mis padres que siempre estuvieron ahí.