Tres personas fueron capturadas por traer armas desde Venezuela y comercializarlas en el Catatumbo

Las autoridades identificaron los lugares en donde se almacenaban las armas y tenían su centro de operaciones clandestino

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Tres hombres fueron capturados por transportar armas desde Venezuela - crédito Policía Nacional
Tres hombres fueron capturados por transportar armas desde Venezuela - crédito Policía Nacional

En trabajo conjunto de la Policía de Norte de Santander y el CTI de la Fiscalía General de la Nación, dieron con el paradero de tres personas que hacían parte de una banda criminal que se dedicaba la compra, ensamble y vender de armas de fuego y municiones.

Las autoridades desarrollaron un trabajo investigativo en el Catatumbo y en Cúcuta. A través de operativos en tres diligencias de allanamientos y registros en la capital de Norte de Santander, los investigadores identificaron los lugares donde se almacenaban las armas y el centro de operaciones clandestino.

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En medio de la inspección, se encontraron en los lugares 14 pistolas 9 milímetros, e revólveres de calibre 38, 2 escopetas y más de 30 cartuchos para las armas.

Este tipo de armas eran traídas de Venezuela para su comercialización en el Catatumbo - crédito istock
Este tipo de armas eran traídas de Venezuela para su comercialización en el Catatumbo - crédito istock

De acuerdo con las investigaciones, los tres sujetos se dedicaban a la compra de armas de fuego y munición en Venezuela, las ingresaban al territorio nacional por vías rurales ubicadas en la frontera con el municipio de Tibú y desde allí las comercializaban a bandas delincuenciales que llegaban hasta el departamento de Norte de Santander.

Entre los tres detenidos se identificó a alias El mulero que, al parecer, era el encargado de transportar las armas de fuego desde Tibú en el Catatumbo hacia la ciudad de Cúcuta (Norte de Santander). Además de alias Pava y alias Leo, los delegados de la modificación, mantenimiento y reparación de las armas de fuego.

En el Cataumbo, docentes y comerciantes son víctimas de extorsión

Las disidencias de las Farc continúan atemorizando a la población, a pesar de encontrarse en medio de un proceso de diálogos con el Gobierno nacional, el cual decidió romper el cese al fuego después de varios días de incertidumbre y ataques en contra de las fuerzas militares.

Según algunas personas de la comunidad del Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander, han denunciado que los comerciantes, docentes y pobladores han sido víctimas de acorralamiento por parte de los delincuentes armados para exigirles adinero.

Docentes y comerciantes son extorsionados por las disidencias de las Farc - crédito Chepa Beltran/Europa Press
Docentes y comerciantes son extorsionados por las disidencias de las Farc - crédito Chepa Beltran/Europa Press

Luis Fernando Niño, alto consejero para la Paz en Norte de Santander, que se ha encargado del seguimiento a los hechos en medio de las mesas de diálogo que se adelantan con este grupo criminal, afirmó que “hay docentes que están denunciado que están siendo extorsionados por las disidencias en municipio como Sardinata y en otras zonas del Catatumbo; el cobro de un impuesto de guerra a acciones tan normales en los territorios como un corte de cabello y estas acciones han sido puestas en conocimiento de los mecanismos de monitoreo”, informó el funcionario.

Militar abastecía de armas a grupos criminales en Norte de Santander

Jesús Emel Rolón Arteaga, un exmilitar del Ejército Nacional fue condenado a más de seis años de cárcel por abastecer de armamento a grupos criminales en Norte de Santander.

Según con las investigaciones adelantadas por la Fiscalía General de la Nación, Rolón Arteaga hacía parte de una organización criminal dedicada a la comercialización ilegal de armas de fuego, municiones, granadas y material de intendencia.

Exmilitar aprovechaba de su cargo para sacar armas de la institución - crédito Chepa Bletran/Europa Press
Exmilitar aprovechaba de su cargo para sacar armas de la institución - crédito Chepa Bletran/Europa Press

De esta manera, el material probatorio recolectado por el ente acusador permitió establecer que ese material, que se adquiría y vendía de manera irregular, tenía como destino principal los grupos criminales que operan en el Norte de Santander.

Además, la Fiscalía afirmó que Jesús Emel Rolón Arteaga aprovechaba sus actividades como soldado conductor en la Brigada 30 orgánica de la Segunda División del Ejército Nacional, en Cúcuta, Norte de Santander, para sustraer armamento de manera ilegal. Se encargaba de robar armas y municiones, las que eran sacadas de las instalaciones de la institución y luego eran comercializadas entre grupos delincuenciales que operan en esa zona del territorio nacional.