Colombiano relató cómo quedó atrapado entre un grupo de chimpancés en Uganda: “El bosque se estremeció”

Internado en el bosque, Camilo Duque se encontraba en búsqueda del macho alfa y la aprobación de los miembros de su manada para pasar el rato con ellos

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A 20 minutos de su guía, los monos tuvieron otro derroche de energía y poder - crédito @camiloduque.z / TikTok
A 20 minutos de su guía, los monos tuvieron otro derroche de energía y poder - crédito @camiloduque.z / TikTok

En un viaje reciente al corazón de África, el creador de contenido especializado en excursiones y turismo Camilo Duque quedó atrapado en lo que a simple vista parece una experiencia angustiante.

“Esto es real. En este lugar, la guerra entre humanos y chimpancés comenzó hace años. Y aquí estoy yo, absolutamente rodeado por ellos. Los gritos, saltos, corridas y golpes al piso están literalmente a todo mi alrededor ¿Cómo terminé aquí?”, se preguntó en un video compartido a través de su cuenta en la plataforma de entretenimiento china TikTok.

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Y, luego, Duque dio paso a la explicación: “Llegué a Uganda, África, con un sueño: sumergirme en bosques llenos de primates, pero ellos han ido perdiendo rápidamente su hábitat por la deforestación y, en algunas zonas del país, se han formado verdaderos conflictos con los humanos, dejando víctimas mortales de lado y lado”.

Tras unos días de haber llegado a Kampala (capital de la República de Uganda), se desplazó hasta el Parque nacional de Kibale, en el sur del país, y fue entonces que cumplió su objetivo.

Tras unos minutos, los chimpancés decidieron acogerlo, como si fuera parte de la monada - crédito @camiloduque.z / TikTok

“Estoy muy emocionado –celebró al empezar el día– Hoy me voy a internar durante varias horas en el bosque de Kibali, en una caminata para buscar a los chimpancés. Había escuchado las historias de chimpancés que raptaban y asesinaban niños en aldeas cercanas, de bandas completas que asaltaban los cultivos de algunos pobladores y de venganzas sin sentido que seguían mermando la población de este primate que está en peligro de extinción”.

Sin embargo, Camilo estaba emocionado por su encuentro, aunque cauteloso, para no llamar la atención de otros animales, como los elefantes de bosque, o alterara a los chimpancés una vez se topara con ellos de frente.

Pero, su intento de poco sirvió “de un momento a otro la calma se rompió. Era como si un torbellino estuviera llegando hacia mí. La punta de los árboles comenzó a moverse bruscamente y fue allí cuando vi cómo el bosque se estremeció por primera vez. No sabía si estaban amenazándome para marcar su territorio o, simplemente, estaban celebrando algo”.

La duda comenzó a inundarlo, no estaba seguro de si bajarían de los árboles para acercarse a él en tierra, o qué intenciones tenían al formar semejante alboroto, pero conociendo las recomendaciones de seguridad, decidió quedarse quieto y mostrarse sumiso e inofensivo para la monada.

“No tenía escapatoria. Estaba rodeado por chimpancés y estaba solo en medio del bosque. Yo no podía estar más emocionado, pero todo se fue a otro nivel cuando parte de esa comunidad comenzó a bajar (...) es muy emocionante, estamos en busca del macho alfa”, detalló.

Las visitas guiadas al bosque son uno de los mayores atractivos del  Parque nacional de Kibale - crédito  Parque nacional de Kibale
Las visitas guiadas al bosque son uno de los mayores atractivos del Parque nacional de Kibale - crédito Parque nacional de Kibale

Pero, en un acto inesperado los primates recobraron la calma, tras darle una bullosa bienvenida y decidieron dejar que Camilo los acompañara e, incluso, se acercara para ver de cerca su comportamiento en sociedad: “Siento que esta familia de primates me terminó tomando como parte de ellos”.

Entonces, “la calma volvió a llegar al bosque, la comunidad parecía sentirse cómoda con mi presencia, así que con permiso de mi guía comencé a acercarme lentamente para ver de cerca sus dinámicas sociales. Aquí hay emociones similares a las de los humanos. Aquí hay remordimiento, afecto, pena y deseo de poder, como en la política”.

Conociendo las historias de enfrentamientos entre primates y humanos, Camilo se acercó lo suficiente como para tratar de entenderlo, pero también para exponer su vida. Aunque lo que para otros viajeros pudo haber sido una experiencia negativa, para él fue uno de los mejores momentos del viaje.

“En realidad, puedes estar máximo una hora con ellos y yo ceo que llevamos como dos horas y media o más. Nuestro guía ha sido el mejor, estamos muy cerca, estoy supremamente cerca de ellos”.

No solo pasaron más tiempo de lo normal junto a los primates, sino que su guía le dio permiso de adentrarse con ellos en el bosque, caminando a solas veinte minutos, hasta que ellos comenzaron a aullar: “No sé por qué, pero yo estaba tan emocionado y tan feliz de estar participando de ese momento que, incluso, lloré un poco”.