Choque ideológico entre Javier Milei y Gustavo Petro marca el debate de la justicia social en Latinoamérica

Los líderes de Argentina y Colombia tienen visiones contrastantes sobre el rol del Estado y el mercado en la consecución de una sociedad más equitativa

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El presidente de Argentina Javier Milei defiende el capitalismo frente a la justicia social, mientras que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, la defiende - crédito Infobae
El presidente de Argentina Javier Milei defiende el capitalismo frente a la justicia social, mientras que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, la defiende - crédito Infobae

El Foro Económico Mundial (FEM) fue el escenario para que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y su homólogo de Argentina, Javier Milei, dieran su visión sobre los pilares en sus mandatos.

Para Gustavo Petro, la justicia social es el referente a seguir para lograr la equidad en el país. Por eso, ha asegurado en reiteradas ocasiones que “el terreno de la justicia social, indudablemente, es imprescindible lograr el crecimiento económico y detener el crecimiento de precios en los alimentos y los servicios públicos”.

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Así mismo, Petro siempre ha defendido las diferentes reformas sociales que se han implementado y que se encuentran en trámite en el Congreso de la República de Colombia como la materia prima esencial para hacer realidad el sueño de tener un país más justo socialmente.

Pero el presidente de la República de Argentina, Javier Milei, en su discurso del miércoles 17 de enero en el FEM, aseguró que “la justicia social no es justa, es violenta. El Estado se financia a través de impuestos que se cobran de manera coactiva. A mayor carga impositiva mayor es la coacción y menor la libertad”, reiterando su posición acerca de este tema.

Frente a este panorama, Infobae Colombia consultó a varios expertos que dieron a conocer su posición acerca de la visión que tienen ambos mandatarios con respecto a este tema coyuntural en Colombia y Argentina, pero también en toda la región, ya que cada uno en sus discursos involucra a los países de Occidente.

Para el docente del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, Manuel González, hay diversidad en la visión de cada jefe de Estado.

“Existen dos diferencias entre Milei y Petro. Primero, es el rol del Estado en las relaciones económicas. Para el presidente argentino, el Estado ha sido el factor distorsionante para que la lógica económica de oferta y demanda se desarrollen plenamente trayendo beneficios a las personas”, le dijo González a Infobae Colombia.

Y añadió que, “segundo, es la naturaleza de la justicia. Para el presidente colombiano, el adjetivo social de la justicia refiere a la redistribución de la riqueza. Para ello, los Estados hacen uso de los impuestos para los sectores más pudientes contribuyan a que menos favorecidos tengan ingresos que les permitan vivir dignamente. De aquí surgen obviamente la defensa de los derechos de segunda generación que son aquellos también llamados colectivos porque ofrecen protección a los sindicatos y garantías de un trabajo y educación”.

Dos visiones diferentes de gobierno en Latinoamérica

Milei y Petro tienen dos visiones muy diferentes de justicia social. Según los expertos, estos mandatarios se contradicen en sus discursos - crédito Jesús Avilés/Infobae
Milei y Petro tienen dos visiones muy diferentes de justicia social. Según los expertos, estos mandatarios se contradicen en sus discursos - crédito Jesús Avilés/Infobae

En el análisis sobre los distintos enfoques de justicia social y sus implicaciones en las sociedades actuales, surge un contrapunto destacado entre ambos líderes políticos latinoamericanos: Javier Milei, presidente argentino, y Gustavo Petro, presidente colombiano. Milei es conocido por su postura liberal libertaria, y Petro, que se adscribe al socialismo democrático, representan visiones ideológicas opuestas en cuanto al papel del Estado y el mercado en la promoción de la equidad social.

Javier Milei critica abiertamente el socialismo y los conceptos afines como la justicia social y el feminismo, tachándolos de injustos y empobrecedores durante su intervención en el Foro Económico Mundial. A su vez, enaltece la figura del empresario, y advierte sobre lo que considera una vulneración de los valores occidentales que podrían inclinar hacia el socialismo. Por otro lado, Gustavo Petro defiende un rol más activo del Estado en la reducción de desigualdades y la promoción de la justicia social como base de su gobierno, proponiendo reformas estructurales en Colombia para abordar problemas de inequidad y degradación ambiental.

Este debate refleja el pulso entre capitalismo y socialismo, donde Milei apuesta por el libre mercado y la propiedad privada, rechazando regulaciones estatales que afecten a empresarios. Petro, en cambio, focaliza en un Estado solidario y público, promoviendo un aumento en la carga tributaria y mayor participación estatal en la economía. Petro también resalta la importancia de abordar problemas ambientales y de género en su agenda, asuntos que Milei tiende a minimizar.

Para el experto en economía y finanzas, Alfredo Barragán, las visiones de ambos mandatarios pueden llegar a ser contraproducentes para cada uno de los países que gobiernan. “Creo que la justicia social es un objetivo deseable y necesario, pero que requiere un equilibrio entre el mercado y el Estado, entre la libertad y la solidaridad, entre la eficiencia y la equidad, y entre el desarrollo y el ambiente. Creo que ni Milei ni Petro representan ese equilibrio, sino que son expresiones extremas y polarizantes de dos visiones contrapuestas que dificultan el diálogo, el consenso y la convivencia. Se necesita una tercera vía que reconozca los aportes y los límites de cada una, y que busque construir una justicia social que sea justa, pacífica y sostenible”, le indicó a Infobae Colombia.

Ambos líderes exhiben concepciones de justicia social que tendrían diversas consecuencias en la estructura económica y social de sus respectivas naciones. Mientras que la perspectiva de Milei podría implicar una mayor libertad económica y potencial crecimiento basado en la iniciativa privada, la postura de Petro sugiere una intervención estatal más fuerte que podría buscar mitigar las disparidades económicas y sociales a través de políticas públicas y reformas. Esto trae a la mesa un debate sobre el equilibrio necesario entre eficiencia económica y equidad distributiva.

Expertos en política internacional y en finanzas analizaron en Infobae Colombia el discurso de los presidentes de Argentina, Javier Milei y el de Colombia Gustavo Petro sobre su percepción de justicia social - créditos Presidencia/EFE
Expertos en política internacional y en finanzas analizaron en Infobae Colombia el discurso de los presidentes de Argentina, Javier Milei y el de Colombia Gustavo Petro sobre su percepción de justicia social - créditos Presidencia/EFE

Una visión similar es la que expone el docente del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, Miguel Gomis, quien indica que los dos presidente se contradicen en las políticas que exponen. “Ambos discursos son extremadamente complicados de trasladarse a la realidad y ambos también cometen contradicciones sustanciosas”, resaltó en Infobae Colombia.

Petro habla constantemente de cambio climático, pero quiere promocionar el turismo en Colombia, ahí la pregunta es cómo van a llegar los turistas aquí sino es en avión. Y también Milei que es absolutamente contradictorio, ya que dice que la visión del bienestar social es una construcción cultural y política, no existen las fallas del mercado”, añadió el docente.

Para el experto el presidente de la Argentina “no es tan libertario como se pretende y la gente lo cataloga como libertario y eso en términos de filosofía política es discutible, lo mismo Petro la gente cree que él es socialista y él no lo es, y dudo mucho que se autodefina como socialista”.

En resumen, la discusión en torno a la justicia social entre Milei y Petro enfatiza la necesidad de una tercera vía que concilie las virtudes y los límites de ambos sistemas, buscando una justicia social que resulte justa, pacífica y sostenible, sin caer en extremos que pudieran obstaculizar el diálogo y la coexistencia armoniosa en el escenario político y social.