El martes 9 de enero de 2024, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, generó sorpresa al emitir un decreto en el que declaró la existencia de un conflicto armado interno en medio de la creciente violencia que afecta al país vecino. La medida incluyó la movilización de las Fuerzas Armadas en todo el territorio nacional y la identificación de 22 grupos de crimen organizado como organizaciones terroristas. El decreto también ordenó a las Fuerzas Armadas llevar a cabo operaciones militares para neutralizar a dichos grupos.
Lo que resultó aún más sorprendente fue la reacción de Juan José Lafaurie, hijo de la senadora María Fernanda Cabal, que, a través de su cuenta de X (antes Twitter), expresó que el expresidente Iván Duque debió haber tomado medidas similares contra la Primera Línea en 2021, pero, según el abogado, se “acobardó” al no decretar nada, por lo que dejó al grupo “empoderado” en la actualidad.
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“Esto es lo que @IvanDuque debió hacer durante la toma guerrillera de 2021: declarar a la Primera Línea un grupo terrorista y ordenar al ejército combatirla. Pero se acobardó y ahora los tenemos empoderados”, publicó Lafaurie en sus redes sociales.
“Se acabó el tiempo en el que los condenados por narcotráfico, sicariato y crimen organizado le dictaban al Gobierno de turno qué hacer. Lo que estamos viendo en las cárceles de país es el resultado de la decisión de enfrentarlos”, dijo el mandatario ecuatoriano durante un discurso el 8 de enero de 2024.
Cabe recordar que la Primera Línea surgió durante el Paro Nacional de 2021 en Colombia. Este grupo, para muchos, no es considerado una organización formal, sino más bien un concepto, puesto que en el contexto de Bogotá, se formaron estos grupos en la mayoría de las localidades donde se produjeron enfrentamientos con el Esmad. Se caracterizaban por el uso de escudos, caras tapadas, gafas, cascos y guantes, y su principal objetivo era resistir y defender a quienes se encontraban en medio de los enfrentamientos.
El conflicto generado en las calles durante el Paro Nacional provocó una comparación por parte de Lafaurie entre la Primera Línea y los grupos actualmente catalogados como “terroristas” por el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa.
En su cuenta de X, el presidente ecuatoriano anunció la emisión del decreto, donde se mencionaban grupos como Águilas, ÁguilasKiller, Ak47, Caballeros Oscuros, ChoneKiller, Choneros, Covicheros, Cuartel de las Feas, Cubanos, Fatales, Gánster, Kater Piler, Lagartos, Latin Kings, Lobos, Los p.27, Los Tiburones, Mafia 18, Mafia Trébol, Patrones, R7 y Tiguerones.
“He ordenado a las Fuerzas Armadas ejecutar operaciones militares para neutralizar a estos grupos”; escribió Noboa.
El documento del decreto especificó la orden a las Fuerzas Armadas de Ecuador de ejecutar operaciones militares bajo el derecho internacional humanitario y por el respeto de los derechos humanos, con el objetivo de neutralizar a los grupos identificados en el decreto.
“Ordenar a las Fuerzas Armadas ejecutar operaciones militares, bajo el derecho internacional humanitario y respetando los derechos humanos, para neutralizar a los grupos identificados en el artículo 4 del presente Decreto Ejecutivo”, se lee en el documento emitido por el presidente de Ecuador.
El contraste entre la acción tomada por el presidente ecuatoriano y la supuesta falta de decisión de Duque en 2021, según Lafaurie, suscitó un debate sobre las estrategias gubernamentales para abordar situaciones de conflicto interno.
¿Por qué el presidente ecuatoriano declaró un conflicto armado interno en su país?
El lunes 8 de enero de 2024, el presidente ecuatoriano, durante un discurso, comunicó haber impartido directrices claras y precisas a los mandos policiales y militares para intervenir en el control de las cárceles; sin embargo, el anuncio de Noboa desencadenó una serie de hechos violentos que incluyeron el secuestro de al menos cuatro agentes de Policía, la incursión en un canal de televisión y explosiones de artefactos en varios puntos del país.
El martes siguiente al discurso del mandatario, un grupo de encapuchados armados irrumpió en el canal TC de Guayaquil, en el que interrumpieron una transmisión en vivo de la televisora y obligaron al personal a tirarse al suelo mientras se escuchaban gritos y disparos.