Por qué Milei

Milei representa un regreso del péndulo a la sensatez en la manera de gobernar, un rechazo al despilfarro de nuestros impuestos, que vemos todos los días en nuestros gobiernos, representa la libertad que reconoce al que se esfuerza, al que trabaja, al que se rompe el lomo

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FOTO DE ARCHIVO: El presidente de Argentina, Javier Milei, se dirige a sus seguidores desde el balcón de la Casa Rosada, mientras su hermana Karina Milei y su compañera Fátima Florez observan, después de su ceremonia de juramento, en Buenos Aires, Argentina, el 10 de diciembre de 2023. REUTERS/Agustin Marcarian
FOTO DE ARCHIVO: El presidente de Argentina, Javier Milei, se dirige a sus seguidores desde el balcón de la Casa Rosada, mientras su hermana Karina Milei y su compañera Fátima Florez observan, después de su ceremonia de juramento, en Buenos Aires, Argentina, el 10 de diciembre de 2023. REUTERS/Agustin Marcarian

Hace unos días, un gran dirigente de la izquierda sensata de Colombia, Antonio Navarro, puso el siguiente trino: “Milei dice que no hay plata y lo aplauden”. Ni una exclamación, ni un comentario. Ni un si ni un no. Todo depende de quién interpreta.

Para la izquierda populista, que no sabe cómo construir riqueza, pero sí despilfarrarla y robársela, como lo hicieron Chávez, Kirchner o Putin, la reacción es de horror. Siempre hay plata, no importa la sostenibilidad, hay que gastar hoy para tener votos mañana. Ya veremos si después queda algo.

La historia de esas naciones, de riqueza inmensa, además, muestra cómo se recorrió ese camino, cómo se robaron la riqueza de cada país, cómo empobrecieron a sus ciudadanos y, finalmente, en términos políticos, cómo unos se quedan en el poder utilizando la represión para acabar con la libertad y cómo en otros países los ciudadanos reaccionan cuando les dan la oportunidad de cambio a través del voto popular libre.

Sin duda, la llegada de Milei es un mensaje clarísimo para los populistas y para los dictadores. Ellos no entienden el mensaje como que manejen bien sus países, que no los empobrezcan y que no se los roben, como debería ser; la lección que reciben es: elecciones ni por el carajo. Por eso nunca más va a haber elecciones libres en Venezuela o en Nicaragua o en Cuba. Solo un levantamiento social de grandes proporciones logrará un cambio de gobierno o de poder. Hacerse ilusiones con elecciones es darle a esos dictadores un espacio de maniobra para aferrarse al poder, como hoy sucede en Venezuela.

16/10/2022 El expresidente de Brasil, Lula da Silva, y el también exmandantario Jair Bolsonaro, durante un debate
POLITICA INTERNACIONAL
Leco Viana/TheNEWS2 via ZUMA Pre / DPA
16/10/2022 El expresidente de Brasil, Lula da Silva, y el también exmandantario Jair Bolsonaro, durante un debate POLITICA INTERNACIONAL Leco Viana/TheNEWS2 via ZUMA Pre / DPA

En Brasil la llegada de Bolsonaro se dio como reacción absoluta a la corrupción y al despilfarro de los gobiernos de Lula y de Dilma. Si no es por una argucia jurídica, Lula seguiría en la cárcel - el juez que lo condenó no estaba en la jurisdicción geográfica correcta, decidió el Tribunal Supremo -. Su proceso debe seguir, pero ya está prohibido en medios y en redes sociales en Brasil decir que Lula estuvo en la cárcel y fue condenado, a pesar de ser cierto.

En Chile y en Colombia seguramente va a suceder lo mismo cuando Boric y Petro terminen sus mandatos. Obvio, hay una gran diferencia entre estos dos, pues el primero es respetuoso de la Constitución y de las instituciones democráticas, mientras el segundo solo las acepta cuando le sirven a sus propósitos. Falta ver si Petro cruza esa raya roja de cambiar las reglas de juego o, peor aún, de no entregar el poder. Ahí sí tendremos una revolución en las calles. Seré el primero en poner mi vida y mi libertad en juego si algo parecido se llega a dar.

Falta ver si Petro cruza esa raya roja de cambiar las reglas de juego o, peor aún, de no entregar el poder
Falta ver si Petro cruza esa raya roja de cambiar las reglas de juego o, peor aún, de no entregar el poder

Milei hoy nos representa a todos los que estamos hasta la coronilla de la guerra cultural e ideológica que nos han tratado de imponer desde esa izquierda populista o, como la llaman en Europa y en Estados Unidos, progresista. Milei representa el regreso de una libertad que todos los días se coarta más en todos los escenarios sociales, políticos, económicos y universitarios.

Un ejemplo es lo que sucede con las universidades americanas que, de manera tan patética, se demostró con las tres rectoras de Harvard, MIT y Penn en el Congreso. Este episodio es apenas un síntoma de ese cáncer ideológico que, entre otras, al victimario lo vuelve víctima y cuyo mejor ejemplo es el antisemitismo que ha estallado en todos lados. ¿Ser un profesor de derecha en Harvard? Imposible. ¿Ser un alumno de derecha en Harvard? Escóndase que lo cancelan. Contra ese cáncer, Argentina eligió su quimioterapia, Javier Milei.

No nos digamos mentiras en las grandes universidades del continente el sesgo ideológico progresista hace parte del curriculum de muchas de ellas. EFE/Will Oliver
No nos digamos mentiras en las grandes universidades del continente el sesgo ideológico progresista hace parte del curriculum de muchas de ellas. EFE/Will Oliver

No nos digamos mentiras, lo mismo sucede hoy en las grandes universidades del continente. El sesgo ideológico progresista hace parte del curriculum de muchas de ellas y la libertad de expresión, e incluso académica, también tiene esos límites. No hemos llegado al exceso de las universidades gringas, pero vamos en ese camino.

Milei representa un regreso del péndulo a la sensatez en la manera de gobernar. Representa un rechazo al despilfarro de nuestros impuestos, que vemos todos los días en nuestros gobiernos. Para la muestra un botón: en Colombia crean el Ministerio de la Igualdad a cargo de la vicepresidenta. Tiene más presupuesto que los ministerios de Ciencia, Justicia, Transporte y Comunicaciones. Nada va a cambiar, solo la vida de los amigos del Presidente y la Vicepresidenta que, sin mayor cualificación, esfuerzo o trayectoria quedan con unos puestos y unos salarios sin igual.

Eso es quizás lo más importante que Milei representa, la libertad que reconoce al que se esfuerza, al que trabaja, al que se rompe el lomo. En Argentina los subsidios, que quebraron al Estado, crearon una clase de vagos que no tenían que trabajar. Al contrario, al que trabajaba había que sacarle lo máximo, en especial si es empleador, para poder pagar a los vagos, y así crearon el círculo odioso de pobreza, inflación y más pobreza.

El presidente de Argentina, Javier Milei, da un discurso después de la ceremonia de jura, afuera del Congreso Nacional, en Buenos Aires, Argentina, el 10 de diciembre de 2023. REUTERS/Agustin Marcarian
El presidente de Argentina, Javier Milei, da un discurso después de la ceremonia de jura, afuera del Congreso Nacional, en Buenos Aires, Argentina, el 10 de diciembre de 2023. REUTERS/Agustin Marcarian

Ya lo dijo en su discurso, los primeros dos años van a ser traumáticos pues el ajuste va a ser brutal. Macri no lo hizo, y por eso perdió a los cuatro años. Una Argentina sana y racional en economía va a ser la joya de la corona. Ya se escuchan vientos de inversión y de cambio inmenso en ese país.

Todavía hoy me pregunto si Navarro hizo ese trino con sentido de horror o de aprendizaje. Ojalá algún día nuestra izquierda aprenda que los recursos públicos no son de ellos y que la sostenibilidad económica de las políticas es fundamental para volver al poder. Lo que hoy hace Petro es exactamente lo contrario y está condenando a esa izquierda sensata y democrática a un largo desierto de poder en lo nacional.

Entretanto, acá en Colombia esa izquierda populista va a vivir sabroso hasta que Petro acabe con los recursos y tengamos que decir, como Milei, “lo siento, la plata se acabó”.

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