Las muertes por enfermedad hepática vinculadas a la ingesta de alcohol han aumentado drásticamente en EEUU

Por Kate Furby

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Las tasas de mortalidad ajustadas por edad para el cáncer de hígado aumentaron de manera constante entre 2000 y 2016 tanto para hombres como para mujeres (Andrea Bruce/The Washington Post)
Las tasas de mortalidad ajustadas por edad para el cáncer de hígado aumentaron de manera constante entre 2000 y 2016 tanto para hombres como para mujeres (Andrea Bruce/The Washington Post)

Las muertes por enfermedad hepática han aumentado drásticamente en los últimos años en Estados Unidos, según revela un estudio publicado en el British Medical Journal. Las muertes relacionadas con la cirrosis aumentaron un 65 por ciento entre 1999 y 2016, y las muertes por cáncer de hígado se duplicaron, según el mismo informe. El aumento en las tasas de mortalidad fue impulsado predominantemente por la enfermedad inducida por el alcohol.

Durante la última década, las personas de entre 25 y 34 años tuvieron el mayor aumento en las muertes por cirrosis, un promedio de 10.5 por ciento por año, de los grupos demográficos examinados, de acuerdo a los investigadores.

El estudio sugiere que una nueva generación de estadounidenses está sufriendo "por el abuso del alcohol y sus complicaciones", dijo el autor principal Elliot Tapper, especialista en en enfermedades hepáticas de la Universidad de Michigan.

Tapper señaló que las personas están en riesgo de cirrosis que amenaza la vida si beben varias bebidas por noche o tienen múltiples noches de consumo excesivo de alcohol, más de cuatro o cinco bebidas por sesión, por semana. Las mujeres tienden a ser menos tolerantes al alcohol y sus hígados son más sensibles al daño.

El hígado limpia la sangre cuando sale del intestino. Cuantas más toxinas, azúcares y grasas se consuman, más difícil será de funcionar. Si el hígado se sobrecarga, se podría bloquear y causar cicatrices que pueden reducir la función hepática.

"Morir de cirrosis, eso no lo se desearía a nadie", dijo Tapper.

Si las personas con enfermedades relacionadas con el alcohol dejan de beber, "hay una gran probabilidad de que su hígado se repare a sí mismo". "Muchos otros órganos tienen la capacidad de regenerarse hasta cierto punto, pero ninguno tiene la misma capacidad que el hígado", agregó el especialista. Dijo que rutinariamente ve pacientes que van "desde los más enfermos a los que logran vivir bien, trabajan y disfrutan de su vida".

El problema, apuntó Tapper, es que "todavía no tenemos un tratamiento altamente efectivo para la adicción al alcohol".

El estudio examinó las tasas de mortalidad en varios grupos demográficos, divididos por edad, raza, lugar de residencia y sexo, utilizando los datos del certificado de defunción y los datos del censo. Los investigadores encontraron que las muertes de ciertos grupos de personas disminuyeron entre 1999 y 2008, pero aumentaron bruscamente a partir de 2009. Especulan que la crisis económica de 2008 y el posterior aumento del desempleo pueden haber sido un factor. Los estudios han demostrado que perder un trabajo se asocia con un mayor consumo de alcohol en los hombres.

El nuevo estudio encontró que los hombres tenían el doble de probabilidades de morir de cirrosis y casi cuatro veces más probabilidades de morir de cáncer de hígado que las mujeres. El estudio también encontró que los blancos, los nativos americanos y los hispanoamericanos están experimentado un aumento en las tasas de mortalidad por cirrosis, junto a las personas que viven en Kentucky, Arkansas y Nuevo México. El único informe positivo del estudio es la disminución de la tasa de muertes en asiático-americanos por cirrosis y cáncer de hígado.

"El tejido cicatrizal es silencioso, se desarrolla silenciosamente y los pacientes no lo saben. Es una gran sorpresa", comentó Jessica Mellinger, profesora clínica de la Universidad de Michigan que no participó en el estudio. Los pacientes típicamente experimentan los síntomas "de repente".

Los primeros síntomas de cirrosis de piel amarillenta, ictericia y un abdomen hinchado suelen ser los primeros signos de que algo está mal. El líquido en el abdomen puede hacer que se vea y se sienta "como si tuviera múltiples bolas de boliche" en el estómago. A medida que la enfermedad progresa, los síntomas empeoran, incluyendo lesión cerebral degenerativa, hemorragias, insuficiencia renal y aumento de la fragilidad.

El informe de BMJ fue consistente con los datos emitidos anteriormente por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés). En un nuevo informe, el Centro Nacional de Estadísticas de Salud de la agencia subrayó que las tasas de mortalidad ajustadas por edad para el cáncer de hígado aumentaron de manera constante entre 2000 y 2016 tanto para hombres como para mujeres. La agencia afirmó que el cáncer de hígado se había movido a la sexta causa principal de muertes por cáncer en 2016, cuando en el 2000 ocupaba el noveno puesto.

El aumento en el cáncer de hígado se produce a medida que las tasas de mortalidad por cáncer en Estados Unidos continúan disminuyendo, según el Instituto Nacional del Cáncer.

El informe de los CDC mostró que, entre los 50 estados y el Distrito de Columbia, el DC tenía la tasa más alta de mortalidad por cáncer de hígado en el país, seguida por Louisiana, Hawaii, Mississippi y Nuevo México. Los cinco estados con las tasas de mortalidad más bajas fueron Vermont, Maine, Montana, Utah y Nebraska.