Crítica de 'La idea de ti': sobrevivir a la fama

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MoviesHathaway, AnneGalitzine, Nicholas (1994- )Showalter, MichaelThe Idea of You (Movie)

Anne Hathaway protagoniza una película que tiene mucho que decir sobre los peligros de ser famoso.

Las mujeres de cierta edad (es decir, de mi edad) sienten como si hubieran crecido junto a Anne Hathaway, porque, bueno, lo hicimos. Éramos unas adolescentes torpes cuando ella hizo El diario de la princesa en 2001. Nos sentíamos como los principiantes asalariados a quienes tratan mal cuando se estrenó El diablo viste a la moda en 2006. Entendimos a su adicta rota y narcisista en La boda de Rachel, porque ¿quién no podría? Y vimos la reacción de Hathaway, vinculada a la percepción pública de que se estaba esforzando demasiado, y nos preocupó que la gente nos viera de la misma manera.

Ahora tenemos unos 40 años. Sabemos con certeza que la generación Z considera que los millennials son incómodos de ver y, por suerte, ya no sentimos la necesidad de que nos importe. El mejor regalo de llegar a la mediana edad es haberse asentado en uno mismo, y eso es lo que aparentemente ha hecho Hathaway, de 41 años. Ha pasado por el escurridor de las celebridades (y más) y ha salido del otro lado radiante, con una larga lista de créditos en películas que oscilan entre el producto comercial estándar y las obras maestras de autor.

Quizá por eso es tan satisfactorio ver su nombre en primer lugar ―solo, antes de los títulos de crédito― en La idea de ti, que a primera vista es una película relativamente frívola. Basada en la novela de Robinne Lee, La idea de ti es claramente una fantasía, en el molde de las ficciones creadas por los fans, que plantea la pregunta: ¿qué pasaría si Harry Styles, la megaestrella británica y exlíder de One Direction, se enamorara perdidamente de una atractiva madre de 40 años? En este universo, el personaje de Styles es Hayes Campbell (Nicholas Galitzine), el líder británico de una banda de cinco chicos llamada August Moon.

[Video: Watch on YouTube.]

Hathaway interpreta a Solène Marchand, la dueña de una galería de arte cuyo arrogante e inútil exmarido, Daniel (Reid Scott), compra entradas VIP para un encuentro con la banda para su hija de 16 años, Izzy (Ella Rubin), y sus dos mejores amigas, todas ellas fans incondicionales de August Moon… cuando estaban en séptimo grado.

El evento es en Coachella, y Daniel se dispone a llevar a las adolescentes, pero se echa para atrás a último minuto, alegando una emergencia laboral. Solène , a regañadientes, acepta llevarlas y, mientras están en el festival, confunde la caravana de Hayes con el baño. Se conocen, es lindo, y ya puedes adivinar lo que ocurre a continuación.

¿O no? A los 10 minutos de empezar la película estaba claro que lo que hacía falta para disfrutarla era rendirse a la ensoñación, y así lo hice yo, con muy pocas protestas internas. ¿Cómo podría resistirme? Solène es inteligente, competente, amable y segura; tiene un pelo y un vestuario estupendos; y lo más importante, parece una persona real, aunque la situación en la que se encuentra estire mucho los lazos de la credibilidad.

Más de una vez me sorprendió lo auténticamente en sus 40 que me parecía Solène ―una mujer capaz de tomar sus propias decisiones, incluso las que cree que pueden ser desacertadas― y lo extrañamente raro que es ver ese tipo de personaje en una película. Tiene una hija, amigos y una carrera. Lee libros y mira arte, y se siente halagada por la atención de esta superestrella de 24 años, pero tarda mucho en hacerse a la idea de que puede que no sea una broma.

Solène también siente verdadera vergüenza y verdadera determinación en el transcurso de la sinuosa historia de cuento de hadas, que previsiblemente tiene que torcerse. Pero, sobre todo, está en una película que no intenta avergonzarla, ni tratarla con condescendencia, ni hacerla parecer ridícula por tener sus propios deseos y fantasías. Ella es simplemente quien es, y es fácil entender su atractivo para alguien cuya vida nunca ha sido a su manera.

Dirigida por Michael Showalter, autor del guion adaptado junto a Jennifer Westfeldt, La idea de ti triunfa sobre todo gracias a la interpretación de Hathaway, aunque ella y Galitzine chispean y bromean agradablemente (y él también sabe bailar y cantar). Modifica la novela en varios aspectos ―Hayes es mayor que el personaje del libro, por ejemplo― y también parece saber implícitamente que es una película y que el cine tiene una extraña relación con los romances en los que hay una diferencia de edad.

De hecho, ese es uno de sus puntos fuertes. En varias ocasiones, los personajes comentan el doble rasero con el que la gente juzga la relación entre Solène y Hayes, y plantean la hipótesis de que, en una situación en la que los sexos estuvieran intercambiados, la gente aplaudiría al hombre mayor que consiguió a la atractiva estrella más joven. Dieciséis años parecen muchos sobre el papel, pero en el cine, al menos, son apenas un parpadeo.

Es una reflexión interesante, aunque conocida. Más fascinante en La idea de ti es su tratamiento de la jaula de la celebridad. Hayes parece maduro en comparación con sus compañeros de la banda y las chicas que los siguen, pero también está claramente atascado en una especie de desarrollo detenido. Y quiero decir atascado: es lo suficientemente consciente de sí mismo como para contarle a Solène, lastimeramente, que audicionó para integrar la banda cuando tenía 14 años y que no ha cambiado mucho más allá de su nivel de fama. Desea desesperadamente una vida más allá de los reflectores.

Y eso es justo lo que no puede conseguir. Tampoco puede Solène ni, con el tiempo, nadie de su entorno. La idea de vivir una vida tranquila puede estar obviamente fuera de su alcance, pero los elementos añadidos de las noticias sensacionalistas y los fans rabiosos que no temen tratar a Hayes como si lo conocieran empeoran mucho las cosas. La película empieza a parecer la historia de un monstruo, pero el monstruo es la relación parasocial, alentada por la ilusión de intimidad en la que se basa la maquinaria moderna de las superestrellas para seguir vendiendo entradas, productos con sus marcas, álbumes y cualquier otra cosa que mantenga a la estrella en el foco de atención.

Probablemente sea una coincidencia que La idea de ti llegue justo después del último álbum de Taylor Swift, The Tortured Poets Department, en el queda a entender que su cuidadosamente cultivado fandom ha convertido su vida amorosa en una pesadilla. Pero espiritualmente, al menos, son de la misma pieza, aunque los orígenes de la trama de la película parezcan más fruto de la interacción parasocial que una crítica de la misma. Y eso hace que la interpretación de Hathaway sea especialmente conmovedora. Ella ya se ha visto arrastrada a ese avispero. Y, de algún modo, ha descubierto cómo hacer una vida al otro lado.

La idea de tiClasificada R por su tono picante y lenguaje soez. Duración: 1 hora 55 minutos. Ver en Prime Video.

Alissa Wilkinson es crítica de cine del Times. Ha estado escribiendo sobre películas desde 2005. Más de Alissa Wilkinson