El dúo de raperos alemán compuesto por Kollegah y Farid Bang, cuyas canciones incluyen letras señaladas de antisemitas, se encuentra hoy en el medio de una gran polémica luego de haber sido premiado con un galardón Echo por su álbum del género hip-hop, convertido en el más vendido de 2017 en el territorio germano.
Titulada "Jung, Brutal, Gutaussehend 3", que en español se traduciría como "Joven, Brutal y Guapo", la producción incluye canciones en las que los raperos aseguran que sus músculos están más definidos que "los prisioneros de Auschwitz" y donde también se los puede escuchar anunciar que harán "otro Holocausto, con una Molotov".
En el video musical del tema "Apocalipsis", el rapero Kollegah muestra a un banquero en una torre de oficinas en Londres, luciendo un anillo con una estrella de David. Luego de mostrar un lucha entre "el bien y el mal", se lo puede escuchar decir en su canción "Musulmanes, cristianos y budistas vivían juntos en paz" sin hacer mención a los judíos.
A pesar de que ambos niegan las acusaciones al afirmar que su música ha sido malinterpretada, el hecho cobró aún más notoriedad al haber recibido el galardón el 12 de abril, día del Recuerdo del Holocausto conocido como Yom Hashoah. El cantante veterano de la banda punk alemana Die Toten Hosen, conocido como Campino, criticó a la decisión durante la entrega de premios y obtuvo una ovación de pie de parte del público presente.
A pesar de reconocer que le gusta provocar más que a cualquier otro, el cantante punk marcó una diferencia. "En mi caso personal, los insultos misóginos, homofóbicos, de extrema derecha y antisemitas cruzan la línea de lo que es aceptable", declaró.
El álbum en cuestión ya lleva vendidas más de 200.000 copias en un mercado que, a diferencia de los EEUU, todavía se define por la venta de discos físicos y no de tipo digital o en formato de streaming. Los rankings de Alemania, Austria y Suiza han sido copados por el sonido oscuro y beligerante de Kollegah y Farid Bang.
Fruto del repudio nacional, varios artistas reconocidos con el premio Echo rechazaron el galardón. La asociación alemana de la industria musical conocida como BVMI, fue señalada por celebrar a un grupo que ya había recibido una infinidad de criticas por sus letras de parte de una variedad de organizaciones.
Mientras que representantes de BVMI aseguraron que el premio es un reconocimiento a las ventas y no al contenido, su director, Florian Druecke dijo al periódico RND que la nominación y el proceso de selección para los premios Echo serán puestos a revisión luego del escándalo.
El hecho es especialmente preocupante si se tiene en cuenta el contexto por el que atraviesa Alemania, con un auge de los partidos de derecha y el crecimiento de un sentimiento antisemita en Europa central. La situación ha alcanzado tal nivel que el gobierno teutón acaba de designar a su primer comisionado para poder supervisar la condición.
Según el centro de investigación e información de Berlin, que lleva entre otras cosas un registro de los incidentes antisemitas que ocurren en la capital alemana, en 2017 se registraron un total de 947 episodios, o lo que representa un aumento del 60 por ciento con respecto al año anterior.
Tom Enders, CEO de la firma Airbus, se sumó a la muestra de indignación. "Esto afecta la reputación internacional de Alemania. ¿El antisemitismo se ha vuelto aceptable?", expresó el ejecutivo entrevistado por el periódico Bild am Sontag, a lo que agregó que letras anti musulmanes hubiesen generado mucha más controversia.
Por su parte, el periódico alemán Die Welt criticó al "silencio cobarde de la industria de la música". El ministro de Justicia alemán Heiko Maas aseguró en diálogo con Der Spiegel que "las provocaciones antisemitas no merecen un premio" y agregó que son "repugnantes".
Kollegah, cuyo nombre real es Felix Martin Andreas Matthias Blume, nació en Alemania y ya lleva publicados varios álbumes como solista, así como un documental compartido en su canal de YouTube sobre su visita a los territorios palestinos y la Ribera Occidental.
Farid Bang, de nombre Farid El Abdellaoui, nació en España y es de ascendencia marroquí y también lleva varios álbumes publicados como solista. Hasta el momento, la dupla lleva publicadas tres producciones en conjunto, entre la que se encuentra el álbum premiado bajo el género hip-hop.
En una columna de opinión publicada en Die Welt, el comediante judío alemán Oliver Polak dijo que la normalización del antisemitismo en la música popular es parte de la razón por la que "los jóvenes judíos son acosados y golpeados en los patios de las escuelas".
Varios ganadores del premio Echo han salido a condenar la decisión, incluso muchos devolvieron su galardón. El dos veces ganador del premio Grammy Klaus Voormann, conocido como "el quinto Beatle", devolvió su reconocimiento a la trayectoria. Notos Quartett, ganador del premio al mejor álbum de música clásica de este año, también rechazó el premio al afirmar que "no es más que un símbolo de la vergüenza".
Este no es el primer escándalo que atraviesa el premio Echo. En 2016 decidieron honrar a la banda de rock Frei.Wild, otro grupo señalado por sus inclinaciones neonazis y de extrema derecha.