El archivo inédito de Elizabeth Taylor: un romance con Colin Farrell y la noche que un ex la apuntó con un arma

Con la autorización de la familia, la periodista Kate Andersen Brower entrevistó a las personas más allegadas a la fallecida actriz y tuvo acceso a material personal de la leyenda de Hollywood

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La actriz Liz Taylor, que se casó en siete ocasiones,  falleció en marzo de 2011 en Los Ángeles a los 79 años, víctima de una insuficiencia cardíaca
La actriz Liz Taylor, que se casó en siete ocasiones, falleció en marzo de 2011 en Los Ángeles a los 79 años, víctima de una insuficiencia cardíaca

El 23 de marzo de 2011 fallecía en el hospital Cedars-Sinai de Los Ángeles una de las últimas grandes estrellas del cine: Elizabeth Taylor. Tenía 79 años. Tras siete décadas en el mundo del cine y más de 50 películas a sus espaldas, Taylor no solo era la actriz protagonista de producciones inolvidables como Cleopatra o De repente, el último verano, sino que también era una mujer que llamaba la atención de todo el mundo por su vida privada: tuvo siete maridos y ocho matrimonios. Además, fue adicta al alcohol y las drogas.

En la primera biografía autorizada de la artista, Elizabeth Taylor: The Grit & Glamour of an Icon, que acaba de salir a la venta en los Estados Unidos, la periodista Kate Andersen Brower ofrece datos inéditos de esta mujer que deslumbró en la pantalla grande.

Con el visto bueno de la familia para explorar los archivos de la actriz y material personal (que incluyen 7.358 cartas y notas) y entrevistas con 250 de los seres queridos más cercanos a Taylor y otros conocidos, la autora buscó documentar la vida de la legendaria estrella hablando con las personas que mejor la conocieron fuera de los set de rodaje.

Demi Moore, Carol Burnett y Colin Farrell, fueron algunas de las personalidades que aceptaron dar su testimonio para el libro. Los cuatro hijos de la actriz e incluso algunos de los antiguos amores de Liz, como George Hamilton, Robert Wagner y su último marido, el senador John Warner, fallecido en mayo de 2021, también permitieron a la periodista indagar sobre el pasado de Taylor.

Liz Taylor y Richard Burton el día de su boda en marzo de 1964
Liz Taylor y Richard Burton el día de su boda en marzo de 1964

Con las declaraciones de sus allegados y los archivos de Taylor, la escritora pudo contar la historia de una actriz que luchó contra la adicción, que fue víctima de abusos o que fue una defensora de los enfermos de SIDA en los años 80.

Decía que toda su vida había sido una lucha”, explica Brower. “Su resiliencia fue negarse a ser una víctima. Una vez su padre le dio una paliza, y le pegó porque se sentía intimidado porque su hija de 12 años ganaba más dinero como estrella infantil que él”, detalla la escritora.

“Se reconciliaron cuando ella tenía 20 años, pero el hecho es que ella no se dejó victimizar. Pero ella se levantó de nuevo, como cuando casi muere a los 20 años porque tuvo neumonía, y siguió y siguió. Era de no rendirse nunca”, añade en su libro.

Elizabeth Taylor como Cleopatra en 1963 bajo la dirección de Joseph (Getty Images)
Elizabeth Taylor como Cleopatra en 1963 bajo la dirección de Joseph (Getty Images)

“Poder pasar por su vida, leer sus pensamientos internos y descubrir cómo estaba trabajando psicológicamente en las cosas que le sucedían todo el tiempo. Y también lo empática que era con otras personas, cómo luchó por ser una madre trabajadora de cuatro hijos, luchó por amor... Creo que había mucho más en ella de lo que podíamos ver”, contó Brower en una entrevista para la revista People.

El libro también revela un flirteo con el director David Lynch, sucedido en la fiesta posterior a los Oscar en 1987, donde compartieron un beso: “Me incliné lentamente, mientras me acercaba a sus labios, pero hipnotizado por estos ojos violetas”, recuerda el director. “Vi esos ojos cerrarse mientras nos besábamos y luego los míos cerrarse. Entramos en un sueño. Nunca lo olvidaré”.

Elizabeth Taylor y John Warner
Elizabeth Taylor y John Warner

Sus adicciones son otra de las grandes revelaciones de la biografía. Taylor se sinceró en numerosas cartas con varias personas acerca de su lucha para superar su adicción a las drogas. Es uno de sus hijos, Chris Wilding, fruto de su matrimonio con el actor inglés Michael Wilding, quien ha hablado de algunos de los episodios más dramáticos durante la década de los setenta, cuando su madre estaba sumida a una medicación llamada Demerol, que se administraba por vía intravenosa: “Su hijo contó que Elizabeth tenía la mirada completamente vacía mientras le entregaba una jeringa para que él le administrase la dosis”, explica la periodista en la entrevista en People. “Siempre había un vacío que ella intentaba llenar”.

“Elizabeth decía que toda su vida fue como una pelea”, revela Brower.

También se refiere a episodios de abusos que sufrió de sus parejas; uno de los más violentos fue durante su matrimonio con el actor Eddie Fisher, su cuarto marido, quien la apuntó con una pistola en la sien. “No te preocupes, eres demasiado hermosa para matarte”, le dijo. Elizabeth contó que estar casada con él era “como un suicidio lento”, explica Brower, “así que necesitaba irse. Salió de estas situaciones abusivas a lo largo de toda su vida, pero creo que lo que pasa con ella es que siempre pensó que estaba mejor cuando estaba casada”.

Según declara la periodista, los hijos de la actriz le han agradecido su trabajo, aunque han reconocido que han encontrado episodios difíciles de digerir, “pero también han aprendido cosas de su madre al leerlo, porque su vida abarcó tanto que nadie estuvo allí para verlo todo”.

Una fascinante historia de amor por teléfono

Colin Farrell ofreció detalles de la “relación romántica” que mantuvo con Liz Taylor
Colin Farrell ofreció detalles de la “relación romántica” que mantuvo con Liz Taylor

La biografía también revela más detalles el romance con el actor irlandés Colin Farrell, 44 años menor que ella.

Aunque no le gusta hablar de sus amores y conquistas, Farrell contó sobre la relación platónica que mantuvo con la legendaria actriz en los últimos días de su vida.

La historia -narrada por el actor- fue así. A finales de 2009, cuando estaba en el hospital Cedars Sinai de Los Ángeles porque había sido papá de Henry, su segundo hijo, se enteró que la mítica actriz se encontraba internada por un problema cardíaco. No lo dudó y le envió un ramo de flores. Estaba convencido de que la diva no lo conocía. Pero estaba equivocado. Liz le devolvió la atención con otro ramo y una nota escrita de su puño y letra. Así empezó todo.

Después de un breve encuentro, el actor habló con el agente de Taylor para solicitar una visita privada a la casa de la estrella: “Elizabeth estaba intrigada”, escribe Brewer. “Su acento irlandés y su reputación de inconformista le recordaban a su amado Richard Burton”.

Su primer encuentro fue en la mansión de Bel Air de Taylor, donde Farrell llevó como regalo una copia de la poesía de Yeats. “Le dijo que si alguna vez quería que él volviera y le leyera poesía, estaría feliz de complacerla”, según la biógrafa. Luego, Taylor escribió al actor: “Qué placer fue conocerte...Me recuerdas a tantas cosas buenas... a tantas cosas felices. Gracias por ser tan real”.

“Él fue una y otra vez, a leerle”, cuenta Brewer. “Se sentaba en un sillón junto a su cama y ella ocasionalmente ponía grabaciones de Richard leyendo poesía”.

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Una década después, en 2013, Farell reveló algunos detalles de esta relación durante una entrevista. “Ese fue el comienzo de un año y medio o dos de una relación muy especial”, confesó el intérprete en su paso por el programa de Ellen DeGeneres en 2018.

“Era una mujer espectacular. Para mí fue, al menos en mi cabeza, la última relación romántica que he tenido. Aunque nunca se consumó”, expresó el actor, quien explicó que ambos mantenían largas charlas telefónicas hasta bien entrada la madrugada.

“Hablábamos de todo. Poesía, comida, viajes… No tanto sobre cine. Para desesperación de mis amigos, nunca le pregunté por James Dean o Montgomery Clift. Ella no dormía mucho por las noches, como yo, así que a las dos de la mañana la llamaba. Me sentaba en mi jardín y charlábamos durante horas”, relató el actor irlandés que ese momento tenía 34 años.

La amaba, todavía la quiero, y fui lo suficientemente afortunado para ser su amigo durante los dos últimos años de su vida. Fue una hermosa amistad que me cayó del cielo”, indicó el actor sobre la icónica estrella de Hollywood. “Quise ser el marido número ocho, pero nos quedamos sin tiempo”.

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