Mark Anthony Conditt, el hombre que puso en pánico a Austin por los paquetes bomba que dejaron dos víctimas fatales, grabó un video horas antes de morir en el que confesaba sus crímenes e intentaba explicarlos, según confirmó la policía de Texas.
Los agentes hallaron un celular en el vehículo donde Conditt se detonó al ser acorralado por los equipos SWAT. El jefe de la Policía de Austin, Brian Manley, explicó el material del teléfono "podría ser catalogado como una confesión".
Bajo el punto de vista del atacante, las bombas eran "el grito que un joven debe hacer para afrontar los retos de un hombre en la vida".
En el video, que dura unos 25 minutos, también proporciona detalles sobre cómo elaboró siete bombas con un mismo mecanismo, así como las diferencias entre cada una de ellas.
Manley lanzó un mensaje tranquilizador al explicar que las siete bombas de las que habla Conditt están localizadas: cinco estallaron, provocando la muerte de dos personas; una fue interceptada antes de explotar y la última es aquella con la que se quitó la vida la madrugada pasada.
Manley dice que en el video Conditt "no menciona nada sobre terrorismo o sobre odio". Según opinó el jefe policial, "es un llamado de un joven que habla de retos en su vida personal que lo llevaron a este punto".
El entorno del "nuevo Unabomber"
Mark Anthony Conditt, un desempleado que había abandonado sus estudios universitarios y que compró los materiales para sus bombas en una tienda Home Depot, creció en el seno de una familia religiosa y fue escolarizado en el hogar.
Un blog estudiantil de 2012 salió a luz con seis publicaciones atribuidas a Conditt, que entonces era un adolescente y se describía como "conservador". En los textos se pronunciaba contra el matrimonio gay, decía que la homosexualidad no era "natural", apoyaba la pena de muerte y criticaba el registro de delincuentes sexuales.
Un vecino que vio a Conditt crecer, dijo que siempre le pareció inteligente y educado. Jeff Reeb dijo que ha vivido junto a la casa de los padres de Conditt durante unos 17 años y los describió como buenos vecinos. Conditt visitaba a sus padres con cierta regularidad.
La familia de Conditt difundió una declaración a CNN diciendo desconocer "la oscuridad en la que Mark debe haber estado".
"Nuestra familia es una familia normal en todos los sentidos. Amamos, oramos, y tratamos de inspirar y servir a los demás. En este momento, nuestras oraciones son para aquellas familias que han perdido a sus seres queridos, para los afectados de cualquier manera, y para el alma de nuestro Mark".
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