Indígenas awá denunciaron amenazas de disidentes de las FARC en la frontera con Ecuador

La comunidad en Nariño declaró que líderes del resguardo han sido atacados por hombres del frente Oliver Sinisterra, de El Guacho

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El pasado 15 de junio un líder indígena awá fue atacado a tiros por disidentes de las FARC.
El pasado 15 de junio un líder indígena awá fue atacado a tiros por disidentes de las FARC.

Los indígenas awá, ubicados entre Colombia y Ecuador, denuncian que la comunidad en el departamento de Nariño está siendo amenazada desde hace varios meses por hombres del frente Oliver Sinisterra de las disidencias de las FARC, en cabeza de Wálter Patricio Arizala, alias Guacho. Un líder del resguardo fue atacado la semana pasada.

Mientras se desplazaba en carro por la vía que conecta a Pasto con Tumaco, un líder del resguardo Gran Rosario fue atacado a tiros por hombres camuflados el pasado 15 de junio. Así lo informó la Unidad Indígena del Pueblo Awá (UNIPA), que asegura que los disidentes están reclutando personas de su comunidad para que hagan parte de sus filas.

"Esta situación pone en alerta las graves condiciones que se presentan en la zona por la presencia y el accionar de estos grupos armados ilegales, como el reclutamiento forzado, las amenazas y el tránsito en medio de nuestras comunidades, lo que nos pone en medio de un conflicto que no nos pertenece", explicó la UNIPA en un comunicado.

‘Guacho’, de 25 años, es el cabecilla del frente Oliver Sinisterra de las disidencias de las FARC, y el hombre más buscado en Colombia y Ecuador.
‘Guacho’, de 25 años, es el cabecilla del frente Oliver Sinisterra de las disidencias de las FARC, y el hombre más buscado en Colombia y Ecuador.

Como rechazo al ataque del líder, en el que todas las personas resultaron ilesas, los indígenas se manifestaron en contra de Guacho para pedir el cese de hostilidades contra la comunidad, pero las amenazas no cesan. Por eso, hacen un llamado al Gobierno nacional para exigir seguridad y respeto por su territorio y tradiciones ancestrales.

Quieren evitar hechos lamentables como el ocurrido en 2009, en el que una familia del resguardo Gran Rosario fue asesinada por completo. Y el riesgo es que están asentados en terrenos de constantes enfrentamientos entre los ejércitos colombianos y ecuatorianos con las disidencias de las FARC.

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