La SIP, preocupada con "el acoso y la censura" judicial en Brasil

Compartir
Compartir articulo

Miami, 19 abr (EFE).- La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) observa menos violencia contra los periodistas en Brasil, pero aún le preocupan el "acoso y la censura judicial", y las "tácticas de intimidación" vía redes sociales, en especial contras las mujeres.

En su informe de mitad de año, publicado este viernes, la SIP aprecia una disminución de la violencia contra periodistas en Brasil, que se disparó el día del asalto a las sedes de los tres poderes perpetrado el 8 de enero de 2023 por miles de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro, para intentar derribar el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

Sin embargo, alerta de "la censura judicial" y cita un fallo del año pasado de la Corte Suprema en el cual determinó que "los medios de comunicación pueden ser responsabilizados" civilmente "por difamaciones o calumnias proferidas por un entrevistado".

Las principales asociaciones de prensa del país criticaron entonces que tal decisión "afecta negativamente la libertad de prensa y puede llevar a un aumento de la autocensura y a una mayor restricción en la difusión de contenidos de interés público".

El Diario de Pernambuco recurrió para modificar ciertos aspectos del polémico fallo con la pretensión de que se aclare que los medios "no son responsables de la declaración del entrevistado, a menos que se demuestre mala fe, con la existencia de un dolo real".

La SIP recoge en su informe otros casos de "censura judicial", como cuando un tribunal de Brasilia ordenó retirar una publicación de una columna en la que Jullyene Lins, exesposa del presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, acusaba a su exmarido de violencia sexual y otros crímenes.

El reporte también denuncia el episodio de acoso sexual que sufrió Gisele Kümpel, del Canal Monumental, el pasado 25 de febrero, cuando fue abrazada y besada sin su consentimiento por el intérprete de la mascota del club de fútbol Internacional, durante un partido en el estadio Beira-Rio de Porto Alegre. EFE

cms/mp/jrh