Prados secos y canteros de arena reducen consumo de agua en el jardín

En períodos de calor, todos lo notan: las plantas del jardín padecen la sequía. Pero el problema no solo se presenta en verano: también en otras estaciones llueve a menudo demasiado poco en muchas regiones. Por lo tanto, las plantas se ven cada vez más confrontadas con el problema de la sequía. Y no todas pueden desarrollarse bien en esas condiciones.

Compartir
Compartir articulo
infobae

En períodos de calor, todos lo notan: las plantas del jardín padecen la sequía. Pero el problema no solo se presenta en verano: también en otras estaciones llueve a menudo demasiado poco en muchas regiones. Por lo tanto, las plantas se ven cada vez más confrontadas con el problema de la sequía. Y no todas pueden desarrollarse bien en esas condiciones.

Por eso puede valer la pena reordenar las plantas del jardín. Aquí van tres ideas:

Los prados secos:

"Un prado seco es una mezcla de césped que contiene hierbas que consumen poca agua, es decir, que toleran mejor la sequía y el calor", explica Harald Nonn, presidente de la Sociedad Alemana de Césped.

Nonn mismo probó estas mezclas. Con ellas, incluso, se pueden ampliar céspedes ya existentes. Quien quiera cubrir huecos o darle densidad a partes raleadas simplemente debe sembrar una mezcla de prados secos.

Cantero arenoso:

Un cantero arenoso entrena a las plantas para manejarse mejor con la falta de humedad. Y es que en un lecho arenoso deben echar raíces más profundas desde un principio.

¿Por qué? Se explica con una comparación: cuando se cava en areneros o en la playa, la arena está húmeda ya a poca profundidad. Pero es una arena pobre en nutrientes y solo puede almacenar poca o casi nada de agua. Por eso, las plantas deben echar raíces más profundas hasta llegar a las capas de tierra fértil.

Quien quiera poner sus plantas en suelo arenoso, debería colocar sobre la tierra del jardín una capa de arena de entre 15 y 20 centímetros, aconseja Till Hofmann, miembro de una organización de jardinería.

El resultado: ni bien las plantas perennes están bien arraigadas, se vuelven muy robustas, asegura Hofmann. Y esto tiene la ventaja de que hay que regar las plantas solo en la primera etapa. Luego, no hace falta echarles más agua.

Solo en invierno hay una tarea importante por hacer: se deben recortar los restos de plantas y quitar de la superficie las hojas caídas para evitar que allí se desintegren desechos de jardín, de manera que sobre la arena no pueda formarse una capa de humus fértil.

Pequeño efecto secundario: la maleza tiene menos posibilidades de crecer en los canteros de arena. Porque en ellos necesita mucho más tiempo para llegar hasta la tierra fértil. En ese tiempo, las plantas se establecen y habrán conformado una capa cerrada que cubre todo. Eso le quita la luz solar a las malezas cuando están creciendo, explica Hofmann.

¿Y si alguna vez logra crecer una maleza? Entonces incluso el diente de león, con sus raíces largas, puede ser simplemente retirado de la arena.

Hofmann recomienda instalar un cantero arenoso a principios del otoño, para aprovechar más precipitaciones. Eso reduce asimismo los intervalos de riego en la época de crecimiento inicial.

El experto recomienda usar sobre todo arena fina, con una granulometría de 0 a 8 mm. En algunos casos, la granulometría puede llegar a los 16 mm. Los granos más grandes hacen que el cantero recuerde un poco al lecho de un arroyo, considera Hofmann.

Cantero en forma de cráter:

Si usted no logra regar y atender lo suficiente la huerta, un cantero en forma de cráter puede distender la situación. Según los expertos, este regula los extremos climáticos: por ejemplo, los largos períodos de sequía en verano o el exceso de lluvia en invierno.

El cantero en forma de cráter se arma en forma de círculo. Alrededor hay un terraplén y en el centro está el cantero a cierta profundidad. Las diferencias de altura y el terraplén ofrecen protección.

En el caso de calor, en el cráter está más fresco que en el exterior, y en días muy calurosos surge incluso un efecto de vaporización en su interior que refresca adicionalmente.

En el cantero hay diferentes zonas para plantar, el grado de humedad del suelo y la intensidad de la llegada de los rayos del sol diferencian cada zona.

En el centro del cráter, en general, el suelo está húmedo. Allí se puede acumular agua de lluvia en una especie de estanque. Alternativamente se puede dejar que el agua sea absorbida por el suelo. Para ello, hay que colocar piedras en el centro del cráter. Estas almacenan durante el día el calor del sol y de noche lo irradian. 

Cómo armar un cantero en forma de cráter

Se hace así: el centro tiene una profundidad de 20 centímetros. Los lados del hoyo suben hacia afuera. La tierra retirada se mezcla con humus y se echa la mezcla como terraplén alrededor.

Los expertos recomiendan levantar el terraplén unos 20 a 30 centímetros por encima del nivel del suelo. En el hemisferio norte, puede ser más alto en dirección al norte que al sur. Así se aprovecha de manera óptima los rayos del sol.

¿Qué crece dónde?

En el centro crecen plantas sensibles a las heladas y amantes del calor, que aguantan una humedad del aire elevada. Por ejemplo, tomates y pimientos.

La ladera del cráter es más bien seca. Allí pueden crecer bien especies de verduras con requerimientos medios. Por ejemplo, rabanitos, perejil y fresas, judías enanas, canónigos, cebollas y zanahorias. Al plantar, hay que tener en cuenta qué plantas necesitan emplazamientos más bien con sombra o más bien con sol.

Sobre el terraplén, la zona más seca del cantero, crecen bien las hierbas: por ejemplo, salvia, tomillo, orégano y lavanda.

dpa