El beneficio ajustado será de entre 2,20 y 2,40 dólares por acción en el periodo actual, respaldado por el aumento de los viajes de las empresas tecnológicas y la mayor demanda de billetes de primera clase, según informó la compañía en un comunicado el jueves. Esta cifra superó la media de 2,12 dólares de las estimaciones de los analistas recopiladas por Bloomberg.
“En general, los resultados y la guía de la aerolínea parecen muy buenos”, dijo Stephen Trent, analista de Citi, en una nota. Las tendencias de los ingresos “parecen impulsar la fortaleza en el segundo trimestre y el año completo”.
Las acciones de Alaska subían hasta un 4,3% a las 9:39 de la mañana en Nueva York, detalló Bloomberg.
Las optimistas perspectivas sugieren que la aerolínea se está recuperando después de que los reguladores inmovilizaran temporalmente el 737 Max 9 de Boeing después de que un panel del fuselaje se desprendiera de uno de los aviones durante un vuelo de Alaska el 5 de enero.
Boeing ha reembolsado a Alaska 162 millones de dólares por la pérdida de beneficios del primer trimestre relacionada con el percance. La aerolínea ha dicho que espera recibir compensaciones adicionales, sin revelar el importe.
Se espera que el repunte de los viajes de negocios iniciado en el primer trimestre se mantenga durante el resto del año, según declaró en una entrevista el Director Financiero, Shane Tackett. El volumen de pasajeros de empresas tecnológicas ha vuelto a situarse en torno al 85% de los niveles de 2019, mientras que el total de viajes de negocios se ha recuperado totalmente.
Las cifras son “un avance significativo con respecto al año pasado”, dijo Tackett. Alaska Airlines espera aumentar la capacidad del segundo trimestre entre un 5% y un 7%.
Los reguladores federales de aviación dejaron en tierra todos los aviones Max 9 tras el accidente de enero hasta que pudieran completarse las inspecciones. La mayoría de los aviones reanudaron sus vuelos a finales de enero o principios de febrero. Alaska Airlines confirmó anteriormente que algunos viajeros optaron por volar en otras aerolíneas durante un tiempo después del incidente.
Los investigadores de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte han declarado que el panel que voló del avión de Alaska Air parecía haber salido de una fábrica de Boeing sin cuatro tornillos necesarios para mantener la pieza en su sitio. Nadie resultó herido de gravedad en el accidente. El Departamento de Justicia de Estados Unidos también está investigando el caso.
Alaska Air elevó su previsión de ganancias para todo el año a entre 3,25 y 5,25 dólares por acción, frente a los entre 3 y 5 dólares anteriores. El punto medio de esa horquilla está ligeramente por debajo de los 4,36 dólares estimados por los analistas.
Al igual que otras compañías aéreas, la aerolínea espera que se retrasen las entregas de nuevos aviones por parte de Boeing. En consecuencia, la compañía prevé ahora un gasto de capital de entre 1.200 y 1.300 millones de dólares, frente a los 1.500 millones anteriores.
La pérdida ajustada de la aerolínea en el primer trimestre fue de 92 centavos por acción, frente al déficit medio de 1,09 dólares previsto por los analistas. Las inmovilizaciones del Max 9 redujeron los beneficios en 95 centavos, según Alaska. Los ingresos de 2.230 millones de dólares superaron las estimaciones de 2.180 millones.
La empresa decidió no reconocer inmediatamente el reembolso de Boeing en los resultados del primer trimestre, sino contabilizarlo como una reducción de los activos de aeronaves.
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