Puso a la venta una peluca, la contactó una mujer que comenzaba quimioterapia y su decisión emocionó en las redes

Una usuaria de X, conocida como @MalaMalamente, dio un ejemplo conmovedor de empatía y generosidad al regalar una peluca a una mujer en tratamiento de quimioterapia, iluminando no solo el rostro de su beneficiaria sino también el de miles en redes sociales.

La quimioterapia, un pilar en el tratamiento contra el cáncer, conlleva numerosos efectos secundarios siendo uno de los más visibles la pérdida de cabello. Este cambio no solo afecta físicamente a los pacientes sino que también posee un fuerte impacto emocional, ya que altera significativamente la imagen y la autoestima de quien lo padece. En este contexto, las pelucas se convierten en algo más que un accesorio; son un refugio que ofrece normalidad y privacidad en el torbellino de la vida médica.

La usuaria puso a la venta una peluca por 50 euros, sin imaginar que su pequeño anuncio atraería a una compradora especial. Al enterarse de que la interesada comenzaría pronto su tratamiento de quimioterapia y que la peluca “le quedaría bien”, la vendedora decidió que el dinero no sería un obstáculo para ayudar.

Con un gesto lleno de humanidad, optó por cobrar solo un euro simbólico más los gastos de envío para facilitar el procesamiento de la transacción a través de la plataforma.

La reacción de la compradora fue profundamente emotiva. A través de mensajes de agradecimiento, expresó cómo este acto de bondad le había “alegrado el día” y logró tocarle el corazón, demostrando que pequeños actos pueden tener un impacto enorme. Esta interacción se volvió viral en redes sociales, acumulando más de un millón de reproducciones y 24.000 “Me gusta”, además de innumerables comentarios de usuarios conmovidos por la generosidad mostrada.

“Yo también perdí mi cabello y mis amigas me regalaron muchas pelucas”, “Más gente como tú”, “Qué todo lo bueno que le das al mundo regrese a ti, pero multiplicado. Te mando un abrazo”, “Eres maravillosa. Trabajo con pacientes oncológicos, no sabes que alegría le acabas de dar” y “Pues yo si estoy llorando”, son algunos de los mensajes.