¿Se deben usar emojis en los mails del trabajo?

La utilización de emojis es cada vez más común en ámbitos fuera de las redes sociales. Un equipo científico israelí analizó qué sucede cuando se utilizan en el ambiente laboral

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El uso de emojis, cada vez más común (Istock)
El uso de emojis, cada vez más común (Istock)

La utilización de emojis son una práctica común gracias a las redes sociales de mensajerías. Su popularidad es tan grande que hasta tienen su propia película y se utilizan en casi de manera desmedida, incluso en situaciones laborales.

Investigadores de la Universidad Ben-Gurion del Negev, Israel, decidieron estudiar el efecto de usar emojis en los correos electrónicos relacionados al trabajo.

Los científicos realizaron una serie de experimentos de los que participaron 549 participantes de 29 países. En el primero se les pidió que leyeran un e-mail relacionado con el trabajo de una persona desconocida, y evaluaron su competencia y calidez.

Una carita sonriente puede “anular” todo un mail
Una carita sonriente puede “anular” todo un mail

El contenido de todos los correos era el mismo, pero algunos incluían smileys (la carita sonriente) y otros, no. Los resultados mostraron que los smileys no tuvieron ningún efecto sobre la percepción de la calidez, pero en cambio un efecto negativo en la percepción de la competencia.

"Nuestros hallazgos proporcionan evidencia por primera vez que, contrariamente a las sonrisas reales, los smileys no aumentan las percepciones de calor y en realidad disminuyen las percepciones de competencia. En los correos electrónicos formales, un smiley no es una sonrisa", explicó la doctora Ella Glikson, una de los autores.

"El estudio también encontró que cuando se les pidió que respondieran a los correos electrónicos sobre asuntos formales, sus respuestas eran más detalladas e incluían más información relacionada con el contenido cuando el correo electrónico no incluía un sonriente", agregó Glikson.

¿Una cuestión de género?

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Uno de los datos más llamativos para los investigadores fue que cuando el autor del mail era desconocido, los destinatarios eran más propensos a asumir que fue enviado por una mujer si se incluyó un emoji.

"La gente tiende a asumir que una cara sonriente es una sonrisa virtual, pero los resultados de este estudio muestran que en el caso del lugar de trabajo, al menos en lo que respecta a los 'encuentros' iniciales, esto es incorrecto. En las interacciones iniciales, es mejor evitar el uso de emoticones, independientemente de la edad o el género", finalizó Glikson.

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