Gastón Cocchiarale: “Me encantaría ver diferentes cuerpos enamorándose y generando deseo en televisión”

En diálogo con Teleshow, el ex ATAV contó cómo fue cumplir el sueño de compartir set con Robert de Niro. Además habló de su admiración por Guillermo Francella, sus inicios en el teatro por amor y resaltó la importancia de implementar una ley de talles

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Gastón Cocchiarale
Gastón Cocchiarale

Fue por amor, para seguir a la chica que le gustaba, que Gastón Cocchiarale decidió estudiar teatro. Aunque su relación con ella no prosperó, allí se reencontró con su amor de la infancia: la actuación. En sus inicios trabajó “de todo” hasta que más temprano que tarde pudo vivir del arte, lo que lo llevó a cumplir otros sueños, como trabajar con Guillermo Francella quien lo sacaba con risas de la realidad cuando era adolescente, compartir set con Robert de Niro o hacer su propia versión de la obra La Fiaca, que lo deslumbró en sus días de estudiante. En diálogo con Teleshow, el actor de 30 años repasó su carrera y también habló de la importancia de que se haga efectiva la ley de talles y de terminar con ciertos estereotipos, muy vigentes aún en los medios de comunicación.

Gastón alcanzó la popularidad cuando en el 2019 interpretó a Lowenstein en ATAV, lo que lo permitió asentarse en la profesión. “Costó mucho, trabajé de mozo, en una librería, y mientras intentaba hacer camino en publicidades hasta que empezó a irme bien. Tuve momentos que dije quién carajo me mandó, no faltó el trabajo pero sí hubo incertidumbre de meses y la vida te va dando sorpresas y te reafirma el amor por lo que hacés”.

Lo más cercano a la actuación que tuvo como referencia en su infancia fue un tío mago que sirvió de fuente de inspiración: “Con él vi que se podía vivir del arte, él me alentó y con él vi lo que era una puesta en escena”. De niño decía que quería ser actor, pero con los años esa ilusión se disolvió ya que se volvió muy tímido: “Pensaba que ni loco podía dedicarme a la actuación y estaba enamorado de una chica y empecé por ella que me invitó, sin tener consciencia y dije ‘me la re mandé' porque para alguien tímido tener veinte personas mirando es la peor pesadilla, hasta que con el tiempo empecé a pasarla bien”.

Gastón Cocchiarale fue parte de Nada, la serie protagonizada por Luis Brandoni y Robert de Niro
Gastón Cocchiarale fue parte de Nada, la serie protagonizada por Luis Brandoni y Robert de Niro

Este año entre otros tantos proyectos, filmó Nada, con Luis Brandoni y Robert de Niro. “¡Fue una locura!”, dijo con tono de admiración y siguió: “Nunca creí en mi vida que iba a trabajar con una mega estrella, son esas cosas mágicas, no tiene explicación, es estar en un sueño, él es escuela porque cambio la forma de actuar”.

El día que le tocó compartir escena, tenía todo organizado par ir a dar clases después del rodaje pero era tal la emoción, que no pudo: “Llamé a mi asistente y le dije que hiciera la primera hora, me senté en un bar a tomar un café porque necesitaba entender qué había pasado. Él fue muy amable, caballero, muy centrado y sin divismo”. Por otro lado, lamentó no hablar inglés como para tener un ida y vuelta más grande.

Este año, también grabó con Guillermo Francella El Encargado -ahora están haciendo la segunda temporada- a quien admiraba de chico. “Me vi todo de él, sus programas fueron una enorme inspiración para ser actor, llegaba medio depre a casa por situaciones adolescentes y lo miraba y me cambiaba el día y pensaba que quería hacerle eso yo también a la gente”, dijo y también destacó el vuelco que dio el protagonista de Casados con Hijos, que supo reinventarse y romper con el comediante.

Gastón Cocchiarale con Guillermo Francella, a quien admira profundamente, en El Encargado
Gastón Cocchiarale con Guillermo Francella, a quien admira profundamente, en El Encargado

“Guillermo es mi padrino artístico, mi faro a seguir, tenemos un vínculo de maestro y alumno”, dijo feliz. La repercusión de la ficción es “increíble” y desde ATAV que no lo sentía en la calle: la gente lo saluda, le habla de su personaje y le pide fotos.

Hace unos días terminó con las funciones de La gran renuncia, la obra que protagoniza con Luis Brandoni y que volverá a estar en cartelera en el Teatro de la El Plata en Mataderos. El proyecto lo comenzó a soñar cuando tenía 18 años. “Estudiaba e hice La Fiaca, la obra que se estrenó en los ‘60 con Norman Brisky y Norma Aleandro, me pegó esa idea del ser humano que se revela ante el sistema. Perseguí al autor que no me daba los derechos porque era estudiante, después que no me daba la edad, entonces cuando cumplí 30 y con trayectoria lo llamé y congeniamos para que me de los derechos”.

Así nació su versión libre de la pieza: “Me hizo superar varios obstáculos y soy obstinado perseverante y fue hermoso porque a la obra le pusimos otra mirada. Trataba de un tipo que no quería laburar porque tenía fiaca y lo modificamos a ese pensamiento post pandemia, que vino bien para quedarse en la sociedad, preguntarse qué quiero para la vida, para mi trabajo. El personaje apaga el celular para conectarse con los deseos y correrse del sistema impuesto”.

Gastón Cocchiarale tiene su escuela de teatro y en pandemia aumentó de manera exponencial su cantidad de alumnos
Gastón Cocchiarale tiene su escuela de teatro y en pandemia aumentó de manera exponencial su cantidad de alumnos

Justamente en pandemia fue que pudo desarrollar más sus clases de teatro y llegó a triplicar la cantidad de alumnos en Crecer es crear -pasó de 40 a 125 en el presente- y encontró en las clases un sostén económico ante el cierre de teatros: “Empecé a disfrutar mucho de la docencia. Doy clases a gente de 18 en adelante y de todos los niveles. Hay gente que viene con intención de dedicarse a la actuación y gente que viene porque necesita ese espacio de expresión, porque es complicado mostrarnos tal cual somos y la actuación lo permite, mientras que en el día a día la gente está más enmascaradas por mandatos. Es un encuentro maravilloso y mis grandes maestros son mis alumnos”.

Gastón Cocchiarale en ATAV
Gastón Cocchiarale en ATAV

Gastón es un ferviente defensor de la ley de talles que ya está aprobada y a la espera de un estudio antropológico para medir los cuerpos reales. Pero hay algo que es más importante y va más allá de lo legal: “Estoy a favor de romper con las estructuras con relación al cuerpo. Hay un enfoque perverso en la industria del entretenimiento que genera estereotipos nocivos para la sociedad. Me encantaría ver diferentes cuerpos enamorándose, generando deseo y sin embargo, están siempre corridos al lugar de comedia o mejor amigo o amiga como si no amaran, no desean, no nada”.

“La ficción se tiene que hacer cargo de que lo que cuenta, es importante. No me gusta bajar línea pero sí contar historias que representen a la gente cotidiana, no solo en cuanto a conflictos, sino también a los cuerpos, construimos una realidad en base a lo que pasa. Se terminan generando un montón de enfermedades por esa necesidad imperiosa de alcanzar cuerpos inalcanzables cuando no todos tenemos la misma genética, ni las mismas posibilidades”, dijo y aseguró que nunca sufrió bullying pero que sabe que inconscientemente tiene un chip que tiene que ver con lo que siempre vio en ficción: “Me dijeron que tengo que ser así, que hay cierta forma de ser hombre”. Aunque falta mucho camino por recorrer, el actor que en enero comenzará con las funciones de Tres en El Picadero, celebra que el tema está sobre la mesa.

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