Rosario: las enfermeras imputadas por drogar y golpear a bebés en incubadoras quedaron con prisión preventiva

La jueza Paula Álvarez dictó la medida por 60 días para Analía Bouhier y Yanina Bessolo, acusadas por abandono de persona y ejercicio ilegal de la medicina

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Las dos ex enfermeras detenidas
Las dos ex enfermeras detenidas

Analía Bouhier (59) y Yanina Bessolo (53), las ex enfermeras del Sanatorio de Niños de Rosario imputadas por drogar y golpear a bebés en incubadoras, quedaron con prisión preventiva por 60 días. Así lo dispuso este miércoles la jueza de primera instancia Paula Álvarez. La fiscal a cargo del caso, Viviana O’Connell las acusa de abandono de persona y ejercicio ilegal de la medicina.

Las enfermeras fueron imputadas el pasado lunes por los hechos ocurridos en mayo de 2022. Si bien la investigación continúa abierta, hay tres casos documentados de bebés que padecieron el maltrato de Bohuier y Bessolo. Además de los golpes se las acusa de haberles suministrado medicina para hacerlos dormir de noche para que no molesten. Luego de un cuarto intermedio, ayer las defensas del personal médico expusieron su estrategia y finalmente la magistrada Álvarez dictó la prisión preventiva de ambas por el término de dos meses.

“Nos llegó la denuncia el 14 de marzo del año pasado y tratamos de corroborarla con testimonios de personas ajenas a la institución lo antes posible porque era importante allanar rápido y que la institución tome conocimiento. Allí, se tomaron muestras de sangre y orina de los bebés a cargo de esas personas y se pudo corroborar que en dos pacientes había sustancias. En uno, que no había sido indicada por el médico. En el otro, una cantidad que no se correspondía con la indicada”, explicó días atrás O’Connell en Telenoche Rosario.

De acuerdo a los testimonios de compañeras de las enfermeras, Bouhier y Bessolo suministraban las sustancias para que los bebés “no molestaran” en su turno, que era desde la medianoche hasta las 6 de la mañana: “Una de ellas lo hacía porque solía mirar Netflix y la otra dormir porque al salir tenía otro turno en otra institución”.

“Tanto denunciantes como testigos mencionan que esto era algo que pasaba. Como trabajaban en compartimentos dentro de neonatología, se escuchaba, hasta que en un momento una de las denunciantes vio una maniobra que hizo una de ellas con una bebé, donde vio un zamarreo fuerte que provocó que su cabeza dé un latigazo. Ahí empezó un conflicto, todos empezaron a estar más atentos para conseguir pruebas para después venir a denunciar”, indicó la funcionaria del Ministerio Público de la Acusación.

A las dos enfermeras se les atribuyó el delito de ejercicio ilegal de la medicina y abandono de persona. Según se explayó O’Connell, son las calificaciones legales “correctas”. “Más allá de que eran enfermeras, trabajadoras de la salud, quienes pueden prescribir medicamentos o indicar la dosis son los médicos”, comentó.

“Son personas de muchísima experiencia. Una de ellas, según testimonios, empezó a mostrarse cada vez más agresiva desde 2017, incluso con sus compañeros”, sostuvo la fiscal.

O’Connell afirmó que por el momento tienen detectados tres casos en investigación, uno por maltrato y dos por darles medicina que no estaba indicada. “Es muy difícil esta causa, muy sensible. Hablamos de personitas de menos de un mes, víctimas vulnerables si las hay”, lamentó.

“Nos comunicamos con los papás. Aparentemente, todos los bebés están bien. De todas maneras, los tuvimos que poner al tanto de esta situación tan dolorosa, como así también a los médicos tratantes”, finalizó.

La Fiscalía les atribuyó haber puesto en peligro la vida de dos menores que tuvieron bajo su guardia, suministrándoles benzodiacepinas a fin de lograr su sedación. La administración de dicha sustancia podría haber provocado diversos efectos adversos, incluso el fallecimiento.

Según informó el portal Cadena 3, un grupo de WhatsApp llamado “Las Indignadas” fue clave para dar inicio a la denuncia. Allí, compañeras daban cuenta de los actos que habrían cometido las imputadas.

Para “Las indignadas”, las dudas se originaron cuando empezaron a notar que bebés que en otros turnos lloraban, con las acusadas dormían profundamente. A esas situaciones se le sumaban que algunos que se encontraban en buen estado de salud, con Bessolo y Bouhier tenían episodios y debían ser “bolseados” para que volvieran a respirar. “Con ella no lloraban, era llamativo”, contó en sede judicial una testigo de los hechos. Y añadió que en una oportunidad “pude ver que saco del bolsillo del ambo un gotero y el niño paró el llanto”.