Dos mujeres fueron brutalmente atacadas en Merlo en medio de un presunto ajuste de cuentas narco

Ambas trabajaban para su agresor, vendiendo drogas en la localidad de Libertad. Ahora, luchan por su vida en el hospital Héroes de Malvinas

Guardar

Nuevo

La zona en la que ocurrió el ataque en Merlo
La zona en la que ocurrió el ataque en Merlo

Dos mujeres resultaron gravemente heridas en medio de un presunto ajuste de cuentas narco en Merlo y ahora luchan por su vida. Ambas trabajaban para su agresor.

El hecho ocurrió el miércoles por la mañana en una vivienda, ubicada en la calle Helvecia, casi en la esquina Blasco Ibáñez. En el lugar, se encontraban dos mujeres de 34 y 35 años que se dedicaban al narcomenudeo en la localidad de Libertad.

De repente, el hombre para el que trabajaban, identificado como Mario Osvaldo Julián Rojas, conocido como “Gordo Mario”, llegó en horas del amanecer con un cuchillo y atacó a una de ellas en su brazo. De hecho, las heridas provocadas se extienden a lo largo de todo su brazo. En cambio, la otra víctima recibió un disparo de una escopeta en el pecho, de acuerdo con la información a la que pudo acceder el medio local Primer Plano Online.

De inmediato, testigos del hecho dieron aviso a las autoridades, por lo que oficiales de la Policía Bonaerense se hicieron presentes en el lugar. Pese al mal estado en el que se encontraban, las víctimas lograron mencionar quién fue su agresor y precisaron también dónde solía esconderse.

Ambas fueron trasladadas de urgencia al Hospital Héroes de Malvinas, donde luchan por su vida debido a las graves heridas que sufrieron. En paralelo, la causa quedó a cargo de la Unidad Fiscal de Instrucción (UFI) N°5 de Morón, a cargo de Claudio Oviedo, quien ordenó un allanamiento de urgencia en un domicilio de la calle San Benito al 2200.

De esta manera, personal de la DDI, del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) y de la Estación de Policía de Merlo se dirigieron a la vivienda y, al llegar, se encontraron con el presunto autor material de la brutal agresión durmiendo con una escopeta cruzada en el pecho.

El lugar en donde encontraron al principal sospechoso del ataque
El lugar en donde encontraron al principal sospechoso del ataque

Los oficiales procedieron a la detención del hombre, así como también secuestraron la escopeta calibre 16., que se cree fue utilizada en el ataque; varios cartuchos de ese calibre; una balanza de precisión; otra digital; dos tablets; una computadora; nueve celulares utilizados para la venta de estupefacientes; y elementos necesarios para el corte de la droga.

Así, Rojas quedó a disposición de la Justicia. El expediente fue caratulado como homicidio agravado por el vínculo en grado de tentativa, puesto que existía una relación laboral no blanqueada entre el agresor y las víctimas. A su vez, recaerán sobre él los delitos de tenencia ilegal de arma de fuego y tenencia de estupefacientes para su comercialización.

De igual forma, las autoridades esperan que el cuadro de las mujeres evolucione para que puedan brindar declaración y así tener más precisiones que permitan esclarecer el caso. Hasta el momento, la principal hipótesis que se maneja es que se trató de un ajuste de cuentas narco. El detenido aún no fue indagado.

A principios de año, otro ajuste de cuentas se registró en Merlo. El hecho ocurrió el 1° de enero, cerca de las 19.30, cuando la víctima, identificada como Ramón Adán Zurita, de 67 años, se subía en su vehículo Nissan gris para regresar a su casa tras los festejos de Año Nuevo.

Según declararon los testigos, los homicidas llegaron al lugar a bordo de un Chevrolet Corsa, se dirigieron a Zurita y, sin mediar palabra, lo ejecutaron de un tiro en la cabeza.

De acuerdo con la investigación, a cargo de los fiscales Claudio Oviedo y Marisa Monti, Zurita regenteaba departamentos donde se ejercía la prostitución en CABA. “Prestaba servicios como custodia de lugares que fueron allanados y cerrados”, detallaron las fuentes. Desde 2019, había comenzado un “emprendimiento propio en el mismo rubro”, agregaron.

Hace unos seis meses, Zurita comenzó a sufrir “todo tipo de hostigamiento”. Tal como declaró un testigo en la causa, el hombre -que no registra ningún antecedente comercial, trabajo legal o sociedad para sustentarse- “estaba muy paranoico”. Sin embargo, no quiso denunciar las amenazas que recibía, indicaron. Las principales hipótesis que baraja la Justicia es que el homicidio esté relacionado con una relación que mantuvo con una mujer de 30 años que trabajaba en la casa de citas o algún negocio vinculado al narcotráfico que se desconozca.

Guardar

Nuevo