De fiestas paganas a una noche inolvidable: cómo celebrar el amor en tiempos festivos

Con el final del calendario cada vez más cerca, las emociones se vuelven un torbellino que mezcla desde alegría hasta nostalgia. Consejos para convertir el final de un año en un nuevo comienzo

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La dualidad de las fiestas: un tiempo de celebración y reflexión, donde la alegría y la nostalgia se entremezclan, creando un mosaico de emociones que refleja la complejidad de la experiencia humana
(Imagen Ilustrativa Infobae)
La dualidad de las fiestas: un tiempo de celebración y reflexión, donde la alegría y la nostalgia se entremezclan, creando un mosaico de emociones que refleja la complejidad de la experiencia humana (Imagen Ilustrativa Infobae)

La llegada de las Fiestas moviliza emociones, algunas alegres, optimistas, otras no tanto, cargadas de evocaciones y sentimientos tristes. Recuerdo que siendo adolescente esperábamos que pasaran las 12 para salir y divertirnos, como si la medianoche marcara el límite entre el control y el descontrol, la familia y los amigos, lo sagrado y lo profano.

Después de las 12 el reino era de Baco (para los romanos) o Dionisos (para los griegos), el dios que guía los cuerpos a la desinhibición y a la alegría compartida. Las cosas no han cambiado para aquellos que tienen motivos para hacerlo. La llegada de Navidad o el Fin de Año puede ser una buena oportunidad para disfrutar de un reencuentro de la pareja, sobre todo cuando existen tensiones actuales, o el año que se deja ha sido complicado para el vínculo.

Parejas Dionisíacas

Por lo general la previa a los festejos está acompañada de ansiedades y desacuerdos en relación a los lugares de encuentro cuando hay diferentes opciones familiares. El mejor escenario es decidir qué hacer sin que nadie se sienta molesto u obligado; el peor: reflotar rivalidades familiares, o de pareja.

La diversidad de emociones durante las fiestas, desde el escepticismo y la desesperanza hasta el optimismo y la alegría, refleja las distintas maneras en que las personas experimentan y viven estos momentos especiales (Imagen ilustrativa Infobae)
La diversidad de emociones durante las fiestas, desde el escepticismo y la desesperanza hasta el optimismo y la alegría, refleja las distintas maneras en que las personas experimentan y viven estos momentos especiales (Imagen ilustrativa Infobae)

Sabemos que los problemas no resueltos encuentran siempre resquicios para meterse y las fiestas pueden ser el momento para que estallen discusiones y reproches varios. Las demandas del entorno: madres, padres, suegros, amigos, se entrecruzan con los problemas internos provocando más conflicto. Muchas personas se sienten tironeadas por ambos lados y no saben si cumplir con las exigencias externas o defender el vínculo de pareja.

Así como el fin de año sirve para hacer un balance de lo vivido, también debería ser la oportunidad para decir ¡basta! a aquellas situaciones que provocan dolor, y a partir de esta nueva postura, aspirar a lo mejor en lo personal y vincular. Más allá de las crisis, aquellas parejas que aún se siguen eligiendo, debieran aprovechar este momento festivo para reafirmar el amor y defenderlo ante cualquier situación foránea que pretenda entrometerse.

Muchas crisis de pareja son innecesarias ni dependen de severos problemas del vínculo, solo demuestran la incapacidad para poner límites a la influencia externa, como si todavía, alguno de ellos o los dos tuviera que responder a su hogar de origen.

"Una copita de vino, o champan, sirven para iniciar el contacto cuerpo a cuerpo", dice Ghedin
"Una copita de vino, o champan, sirven para iniciar el contacto cuerpo a cuerpo", dice Ghedin

Consejos: si hay algo que festejar y reafirmar es el compromiso de estar juntos. El calor de la noche, y por qué no, una copita de vino, o champan, sirven para iniciar el contacto cuerpo a cuerpo. La intimidad puede ser también la protagonista de estas noches concurridas, solo es cuestión de darle el lugar que se merece. Hacer insinuaciones con frases, caricias, “toqueteos” bajo la mesa, o un brindis provocador, pueden ser el inicio de una noche “caliente”. Para los que se atreven a algo más pueden optar por regalo que active fantasías: lencería erótica o juguetes sexuales. Todo con el fin de convocar las acciones de Dionisos.

La soledad de Baco

Algunas personas solas prefieren pasar las fiestas en la soledad extrema, o bien reunirse con familiares, hijos, o amigos. Los sentimientos son variados, desde el escepticismo o la desesperanza, hasta el optimismo total, ya sea por estar “bien” solos, o por las ansias de conocer a alguien.

La reunión con amigos colabora como grupo de apoyo, contención, y por qué no, estimula planes de salida en estas noches especiales. Salir del lugar del dolor y festejarse, como si nosotros mismos fuésemos el motivo de la fiesta, debería ser el pensamiento supremo.

El papel de los amigos y la comunidad como apoyo durante las fiestas, especialmente para aquellos que están solos, ofreciendo un espacio de contención y celebración compartida
(Getty Images)
El papel de los amigos y la comunidad como apoyo durante las fiestas, especialmente para aquellos que están solos, ofreciendo un espacio de contención y celebración compartida (Getty Images)

Si durante el resto del año estamos respondiendo constantemente a obligaciones externas, este instante festivo tendría que ser diferente: la responsabilidad es con nuestro propio ser. A partir de esta nueva dirección del deseo será posible recupera la estima y la confianza personal.

Tips para una noche especial

Aprovechar las Fiestas para reencontrarse con la pareja.

Preparar regalos que sorprendan: tarjetas con frases sugerentes, lencería erótica, juguetes sexuales, etc.

Regalarse una noche de hotel.

Usar disfraces alusivos a las fiestas (ejemplo: Papa Noel) con un toque sensual y erótico.

Susurrar fantasías al oído, o tocar al otro en forma provocativa, escondidos a los ojos de los demás invitados.

Invitar a la pareja a un brindis en la intimidad.