Patricia Zavala, a solas con Infobae: el mal momento con Sophia Loren, las exigencias de Taylor Swift y los secretos de George Clooney

Nacida en Venezuela, es una figura que recorre el universo de las estrellas del espectáculo con brillo propio. Periodista, conductora televisiva y modelo. También cantante. En esta nota, su historia

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Patricia Zavala, a solas con Infobae: el mal momento con Sophia Loren, las exigencias de Taylor Swift y los secretos de George Clooney

Expectativa. Un amigo le dijo: “¡Tengo un espacio perfecto! Y para ti sola. Además, queda en North Hollywood”. Y entonces, ella pensó: “¡Guau, Hollywood Norte! Arriba, en la montaña, con esa vista…”.

Realidad. No. No era ahí. El lugar al que se mudaría en Los Ángeles quedaba al norte de Hollywood, en “una urbanización bastante particular”, como la describe. Y fue ahí cuando cayó Patricia Zavala en la cuenta: “¡Guau! Aquí vas a estar sola. Aquí, no conoces estas calles. Aquí, te toca empezar de cero. Y no es como en tu país, que te tienen un poco más de cariño. Aquí eres una chica completamente nueva en toda esta industria. Y si quieres tu entrevista, pues peléate con todas las otras periodistas también”.

Ocurrió poco más de una década atrás, en 2013. Egresada en Comunicación Social, Zavala ya tenía una carrera construída en Venezuela, trabajando para la señal estadounidense E! Entertainment: viajaba a menudo para entrevistar a las grandes estrellas de Hollywood para su ciclo Coffee Break.

Zona de confort: podría haberse quedado allí, años y años. Pero comprendió que, para dar el salto en su carrera y su realización personal, debía estar adonde todo sucedía. Tomó sus pertenencias y dijo: “¡Me voy!”. Y se radicó en L.A. Dispuesta a enfrentar todas las adversidades. Hasta que sus expectativas coincidieran con la realidad.

Hoy, Patricia es una figura que recorre el universo de las estrellas del espectáculo con brillo propio. Periodista, conductora televisiva y modelo. También cantante. Poseedora de un notable parecido con Angelina Jolie. Y dueña de una historia que merece ser contada.

“Nací en Venezuela –cuenta, en este encuentro con Infobae durante su breve paso por Buenos Aires–. Me fui a vivir a Estados Unidos cuando estaba chiquita por el trabajo de mi papá. Luego regresamos nuevamente. Yo era amante del cine y empecé ahí, pero atrás de la cámara: en Dirección de Arte, vestuario. Luego entré a E! Entertainment. Al año de estar en el canal, corrí con buena suerte: no sé si fue timming, talento, momento, algo en el aire. Durante casi ocho años conduje Coffee Break. ¡Fue divertidísimo!”.

Como conductora de E! Entertainment  entrevisto a todas las figuras de Hollywood
Como conductora de E! Entertainment entrevisto a todas las figuras de Hollywood

—¿Cómo fue irte de Venezuela?

—Me fui con una maleta de sueños, como dice el cliché. Fue realmente difícil tomar esa decisión porque tenía un programa de entretenimiento en Latinoamérica que lo veían desde México hasta Argentina. Y tenía a mi familia, tenía todo. Me tuve que armar de valor porque era entregarme de lleno a mi carrera como periodista. Fue como decir: “Ya te graduaste de la universidad, ya tienes tiempo haciendo esto, ya no es un juego. Ya esto es tu labor, es tu trabajo”.

—¿Tu partida tuvo que ver con el sueño profesional y no con la situación política de Venezuela?

—Sí, también jugó. Como es ahorita: “Dios te está poniendo la oportunidad de mostrar tu trabajo, de hacer las cosas como las quieres hacer, así que tómalo. Muchas personas quisieran tener esta posibilidad y la estás teniendo tú”.

Patricia Zavala con George Clooney
Patricia Zavala con George Clooney

—En Los Ángeles, empezabas de cero.

—Exacto. Con ganas de que esté mi mamá en la habitación de al lado. Con ganas de estar molestando a mi primita. Con ganas de estar en ese entorno. Y pues… ya no. Ya te toca a ti resolver.

—Pero te fuiste teniendo trabajo. Eso jugaba a favor.

—Sí. Me fui con un plan. Estando allá, empiezas a buscarte un agente y a hacer castings. Mi amiga Eiza González, que hoy es una actriz increíble, me decía: “Tienes que estar preparada para el rechazo, hacer 200 castings para que funcionen dos. Aquí tienes que darle, darle y darle”. Empecé a ir a castings, y de repente, no era el prototipo de la latina. Tenían como un concepto del latino más Sofía Vergara, con un acento distinto. Y era frustrante: “Estamos buscando alguien más latino”. Y yo: “¿Qué más latino necesitas que sea? ¿Me pongo un tamal en la frente, en el tocado, en el cabello?”. Afortunadamente, ya se ha flexibilizado un poquito más. O sea, eso estaba mal: que tú minimices toda una población en un estereotipo.

—¿Cómo fue tu infancia en esa casa en Venezuela?

—Mi papá, que en paz descanse, murió a finales del año pasado, era un señor inteligentísimo, pero era a su manera, ¿sabes? El típico que no lo sacas de su país ni con las uñas clavadas al piso: “Pase lo que pase, yo soy de aquí”. Mi mamá, hija de inmigrantes italianos y profesora de idiomas. Siempre fuimos una familia unida. Nací en Punto Fijo, en Paraguaná, la parte más al norte del continente suramericano. A los siete años me mudé a Caracas. En mi familia no nos veíamos yéndonos de Venezuela: soñábamos con vivir y morir ahí. Pero el tema político nos afectó y nos dejó fuera de lugar. El año pasado regresé a Venezuela. Estuve 45 días. Me paseé por todas las playas.

—¿Habías estado mucho tiempo sin ir?

—Sí, desde el 2019.

—¿Cómo viste a la Venezuela de hoy?

Raro. Es hermoso reconectar con las calles que te vieron crecer. Se te mueve todo por dentro. El olor, la comida; te regresa todo lo que habías dejado. Es como reencontrarte con una parte de ti. Te hace ¡pum!, te pega todo, y te regresa al corazón. Fue como una paz de estar de nuevo en casa. Y la esperanza de que, por qué no, las cosas pueden arreglarse.

Patricia Zavala acaba de lanzar su nuevo tema musical “Find your way”
Patricia Zavala acaba de lanzar su nuevo tema musical “Find your way”

—¿Te impactó la pobreza?

—No. Me impactó lo relajados que estaban. La imagen que tenemos de Venezuela es una guerra. Soy víctima de esa imagen: yo también pensaba que bajaría del avión y sentiría el miedo que por mucho tiempo sentí viviendo allá, por la inseguridad. Ese miedo ha bajado. Hay muchas cosas que se tienen que arreglar, pero ese sentimiento de pánico no lo viví. ¿Qué sentí yo de regresar a Venezuela? Que me devolvieron todo lo que me quitaron.

—Sigue faltando libertad en Venezuela.

—Para nadie es un secreto. Para nadie es un secreto que sigue faltando todo. Pero no están como obtusos de pensar que no hace falta. La gente que está tiene todas las ganas de salir adelante. Y hay gente trabajadora, que tiene mucho que dar. Que hayamos tenido que pasar por lo que tuvimos que pasar no lo voy a celebrar nunca, pero por lo menos tengo cierta paz en mi corazón de saber que estamos consiguiendo la luz al final del túnel.

—Sin dudas, sos una mujer muy bella. ¿Cómo te llevás con eso?

—Ay, horrible, horrible…

—¿Por qué?

—Yo no crecí siendo guapa; empecemos por ahí. Era la chica simpática del grupo, era más como el amiguito. Luego, me desarrollé. Surgieron ciertas cosas, ciertos cambios, y aprendí a quererme. Y cuando mi relación conmigo misma cambió, tuve la valentía de ser quien era yo, y creo que eso me volvió un poco más magnética. Y cuando me empezaron a decir a cada rato “¡qué guapa, qué guapa!”, luego estás protegiendo una imagen. Y esclavizarte a esa imagen sí duele, porque la única que estás compitiendo contigo misma, eres tú. Estás cayendo en un círculo de complacer a alguien, pero ¿quién eres?

—¿Y cómo aprendiste eso?

—Lo sigo aprendiendo… Hoy en día , aunque hablamos mucho más del amor propio y del empoderamiento, seguimos explotando a la mujer desde otro punto de vista. Antes explotabas a un estereotipo específico de la mujer. Decías: “Esto está correcto, es el prototipo de belleza, todas queremos ser así”. Ahora esa imagen está satanizada porque estamos explotando otro tipo de mujer, desde otro punto de vista. ¿Cómo peleo con los demonios de la belleza? Todos los días se te tiene que olvidar que eso no eres tú, que eres otra cosa, y que lo que las personas hayan decidido llamarte, bueno, si te gustó, no te lo creas. Porque un día te van a llamar de una manera que no te va a gustar y tampoco te lo puedes creer. Es una lucha constante. Si tú pones tu validez en factores externos, esos mismos factores van a tener el poder de destruirte, si quisieran hacerlo.

El parecido que tiene con Angelina Jolie casi la mete en problemas con Jennifer Aniston
El parecido que tiene con Angelina Jolie casi la mete en problemas con Jennifer Aniston

—¿Qué queda de la Patricia que participaba en concursos de belleza de chiquita?

—Un mal hábito de pintarme las cejas raro. Mentira, mentira (risas). Un mal hábito de cuestionar mi imperfecta perfección. Pero sin eso no me querría de la manera que me quiero hoy, como adulta. Con las redes sociales, qué difícil debe ser crecer hoy exigiéndote que seas tan cool, que seas una figura pública desde la adolescencia. Qué bendita suerte tuvimos los que pudimos vivir una espinilla en la frente, una adolescencia normal.

—Con las mujeres, la gente cree que, además de la estética, puede opinar sobre qué hacemos con la maternidad: si decidimos tener hijos, si decidimos no tenerlos, cuándo los tenemos.

—Eso es trending topic.

—¿Te ha pasado?

—Sí. ¿Y sabes qué me he dado cuenta? Entre mujeres nos respetamos un poco más lo que tú decidas, ser mamá, no serlo, porque entendemos todo lo que significa. O sea, es tu decisión personal. Pero mis amigos hombres me dicen: “¿Para cuándo?”. Son como un poquito más atrevidos a la hora de preguntar acerca de eso. Creo que no saben lo que significa realmente para una mujer ser mamá. Los tiempos de Dios son perfectos y ya sabrá Dios qué me quiera dar y cómo me lo quiera dar. Pero no estoy peleada con la idea (de ser madre). Hace unos años tú me decías: “¿Patricia, quieres ser mamá?”, y yo me tiraba al piso como que gritaran “¡Bomba!”. Yo decía: “¡¿Qué?! ¡No!”. Con el tiempo he entendido que mi sistema nervioso estaba colapsado nada más atendiéndome a mí, imagínate de otra persona... Y ahorita, no me siento así, aturdida. De repente sí sueño con tener mis bebés. Sueño con esa idea con la que por un tiempo estuve peleada. Y está bien. Tú te puedes pelear y contentar con lo que tú quieras, mi amor. Y en este momento estoy haciendo las paces con mi rol tradicional.

—Lo importante es que tenga que ver con tu propio deseo y no con la presión del afuera.

—Sí. Y he notado que las mujeres somos más cuidadosas cuando abordamos el tema. Los hombres son: “Ajá, y entonces se te va a quemar el arroz” (risas).

Patricia Zavala con Sophia Loren
Patricia Zavala con Sophia Loren

—Patricia, no te vas a ir de acá sin decirme quién fue el peor famoso al que entrevistaste.

Sophia Loren.

—¿Por qué?

—Porque todo lo que tenía que salir mal, salió mal. Empieza a hablar en italiano: “Yo no hablo español ni inglés”. Yo le digo: “Ah, no te preocupes, lo podemos hacer en italiano”. “Que no quiero hacer la entrevista. Y punto”. Y yo: “¡Oye, guau! Pero la tenemos que hacer…” (Risas). Después de ahí fuimos al evento de Sophia; ella era la única que estaba autorizada a usar rojo. Y el único vestido que yo tenía, era rojo... Y yo, llego con mi vestido rojo. Segunda razón para ser odiada por la señora Sophia Loren. El caso es que yo estaba escondiéndome ya de ella, porque dije: “La noche se trata de ella. Hay que respetar”.

—¿Y George Clooney?

George Clooney fue la primera entrevista que hicimos en Coffee Break. Agarramos la suerte de los dioses y aceptó la invitación. Y luego, fue el último. Y él se acordó que había estado en el primero. Qué impresionante: fue el primero, y también se despidió en ese círculo de Coffee Break. Y olía así, como el lago de Como: te sentás al lado suyo y estás como en una lancha (risas). Sabes, olía como a café, como al lago de Como y una camisa abierta.

—También entrevistaste a Khloé cuando todavía se parecía más a las primeras temporadas de las Kardashian. ¡Qué cambio que tuvieron todas!

—Sí. Todavía no era mamá.

—Y las hermanas eran chiquitas.

—Kendall no era la súper modelo. Era como la chica que jugaba. Kyle ya estaba experimentando más con el tema del maquillaje. Pero Khloé siempre fue la más simpática, la más natural. Era menos estoica. Y siempre será mi Kardashian favorita.

Patricia Zavala con Taylor Swift
Patricia Zavala con Taylor Swift

—¿Entrevistaste a alguien que te generara mucha admiración?

Conocí a todos mis héroes. Soy de las pocas personas que tienen el privilegio de decir eso.

—¿Quiénes eran?

—Conocí a Rihanna. A Angelina Jolie, a Jennifer Aniston. A Charlize Theron. Las conocí a todas. Y conocí a todos los galanes de cine. Me faltan Beyoncé y Lady Gaga.

—¿Alguna de estas estrellas te puso condiciones a la hora de hacer la entrevista?

—Sí, sí. En una oportunidad entrevisté a Taylor Swift: me hicieron firmar que no podía hablar de su vida sentimental, y ella sola empezó a hablar. “Y a mí no me corten esta nota en ningún momento porque está hablando ella, ¡yo no he preguntado nada! A mí no me vengan a censurar, que ella quiso hablar” (risas).

—También entrevistaste, en distintos momentos, a Jennifer Aniston y a Angelina Jolie.

—¡Escucha lo que ha pasado! Llego a entrevistar a Jennifer Aniston, me siento en la silla, y yo tenía el cabello como rubio de lado, así. Y se me queda mirando: “¿A quién te me pareces?”. Y yo: “Dime tú”. Jennifer me miraba, y le pregunta a la publicista: “¿Verdad que se parece a alguien?”. Y yo (pensaba): “¡Santo Dios bendito, que aquí no sea!”. Me dice: “¡Amal Clooney!”. Yo: “Claro, igualita a Amal. Me lo dicen a cada rato”.

—No, mi ciela... ¡Claramente tenés un aire a Angelina Jolie! ¿Brad Pitt ya estaba con Angelina en ese momento?

—Exactamente. Y cuando entrevisté a Angelina por tercera vez, estaba haciendo una película en la que se divorcia de Brad Pitt. Y le dije: “¿Tú estás segura de que tu matrimonio tenía la fuerza para ponerle esa energía de la constante pelea en el set?”. Y ella dijo que sí, que su matrimonio era lo más fuerte del mundo. ¡Cómo que no!

—¿Y cuándo va a reconocer Angelina que sos su hermana?

—A mí me conviene mucho... ¡Sobre todo por la herencia! (risas).

—Además de las entrevistas, estás con tu faceta como cantante: acabás de sacar un tema.

—Sí, estoy contentísima. Se llama “Find your way”. DJ Ruckus, primo de Lenny Kravitz, es el productor de esta canción. La definió como organic house. Es la típica canción que la escuchas en el gimnasio, en el carro. Estábamos esperando el momento adecuado: salió el 9 de abril, justo después del eclipse. Yo ya había hecho un disco, Navidad con Patricia Zavala, y tenía muchas ganas de experimentar en el mundo del house, porque es la música que me acompaña. Me fascina la música electrónica.

—Modelo, periodista, conductora, cantante... ¿Con qué soñás ahora?

—Neurociencia (risas). No, mentira. La música siempre ha sido parte. Entrevistar es un arte, cocinar es un arte, pintar. Y hacer música es un arte, cantar. Es otro lugar donde exploras lo que te gusta hacer. La música ahorita me llena. Aprendí lo importante del valor de la música cuando me fui a Los Ángeles y tuve que estar sola: entiendo cómo los sonidos te llenan unos espacios que, a veces, no quieres tener vacíos. “Find your way” habla un poco de eso: de sensaciones de abandono, pero en el marco de una melodía que te hace celebrar la vida. Estoy muy orgullosa de esta canción. Siento que conseguí un sonido que me enorgullece presentar y llevar por el mundo.