SOSelva: protegiendo el ‘pulmón verde’ de la Amazonía y rescatando especies en riesgo por el tráfico de animales

La Amazonía peruana enfrenta serios desafíos, como la deforestación y el tráfico ilegal de animales. Es por esta problemática que se realizan esfuerzos significativos hacia la preservación y ofrecen esperanza para un futuro más sostenible, en el que las especies en riesgo puedan vivir en paz y armonía en su hábitat natural.

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Los aliados que tienen como objetivo proteger los ecosistemas y especies en peligro por el tráfico de animales. Este es el programa SOSelva. Video: Paula Elizalde / Infobae.

Explorando nuestro entorno y las problemáticas que aún deben resolverse. La Amazonía peruana enfrenta una grave crisis ambiental, con el 18% de los bosques completamente perdidos y un 17% adicional degradado.

La deforestación ha sido uno de las principales situaciones negativas, con una pérdida de 203 mil hectáreas de bosques en el año 2020. Además, el tráfico ilegal de animales silvestres ha causado estragos, con más de 80 mil animales decomisados entre los años 2000 y 2018.

Ante esta situación crítica, se ha enriquecido el programa SOSelva, impulsado por LATAM Airlines Perú y seis aliados comprometidos, que buscan rescatar y preservar la selva peruana.

Liberación de taricayas en Iquitos. Foto: Paula Elizalde / Infobae.
Liberación de taricayas en Iquitos. Foto: Paula Elizalde / Infobae.

Entre los principales pilares se destaca la concientización sobre el tráfico de animales, teniendo entre sus objetivos rescatar y proteger la fauna silvestre, deforestación y promover el turismo sostenible en la región.

Entre las organizaciones que se han sumado a este compromiso se encuentra la ONG Unidos por los Animales (UPA), que desde 2004 se dedica al rescate, reeducación y reubicación de animales en peligro o víctimas del tráfico ilegal.

El clima tropical de Iquitos nos dio la bienvenida. Se logra apreciar restaurantes flotantes a los que solo se puede acceder por balsas. Foto: Paula Elizalde / Infobae.
El clima tropical de Iquitos nos dio la bienvenida. Se logra apreciar restaurantes flotantes a los que solo se puede acceder por balsas. Foto: Paula Elizalde / Infobae.

Otro frente de trabajo se centra en la concientización sobre la problemática de la deforestación. La Asociación Peruana para la Conservación de la Naturaleza (APECO), con más de 30 años de experiencia, promueve la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sostenible a través de procesos de fortalecimiento de capacidades locales y regionales.

En la lista se suma el Centro de Rescate Amazónico (CREA), que ofrece visitas a reservas naturales y de protección animal en Iquitos, permitiendo a los visitantes conocer de cerca la biodiversidad de la región.

El guía sosteniendo una de las aves endémicas en la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana. Foto: Paula Elizalde / Infobae.
El guía sosteniendo una de las aves endémicas en la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana. Foto: Paula Elizalde / Infobae.

Por otro lado, la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), una asociación civil líder en iniciativas educativas enfocadas en la protección del medio ambiente, y el proyecto Consecuencias de USAID, que busca concientizar a los jóvenes sobre la importancia de preservar la Amazonía.

Se destaca labor de Profonanpe y Sernanp, entidades con amplia experiencia en la conservación de áreas naturales protegidas y la biodiversidad.

Estas organizaciones implementan procesos de mejora continua en la gestión administrativa y promueven la conservación de la flora y fauna.

Freddy, Mercury y Queen, paiches del Centro de Rescate Amazónico Foto: Paula Elizalde / Infobae.
Freddy, Mercury y Queen, paiches del Centro de Rescate Amazónico Foto: Paula Elizalde / Infobae.

“Juntos cuidamos la Amazonía”

Durante su recorrido por la ruta de conservación en Iquitos impulsada por SOSelva, Infobae Perú visitó varias reservas naturales y centros de protección animal.

Llegamos a la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana. En este espacio se realizó la Ruta de la Biodiversidad, en colaboración con SERNANP (Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado) y PROFONANPE (Fondo de Promoción de las Áreas Naturales Protegidas del Perú).

Pidiendo permiso al Chullachaqui para ingresar al bosque. Foto: Paula Elizalde / Infobae.
Pidiendo permiso al Chullachaqui para ingresar al bosque. Foto: Paula Elizalde / Infobae.

Se recorrió el sendero turístico “Coto”, un camino que comenzó en el Puesto de control Irapay. Durante la caminata, hicimos una primera parada en la “Supay Chacra” o “Chacra del yashingo” (un ser mitológico del bosque), donde el grupo pudo aprender sobre este lugar.

Antes de nuestro ingreso, el guía nos pidió que tengamos en nuestro poder un elemento del bosque (una hoja, rama, entre otros) para pedir permiso al abuelo, también conocido como Chullachaqui. Este ser que suele aparecer en forma humana para despistar a los visitantes tenía que darnos acceso. Al escuchar un pequeño ruido, como un susurro, significa que nos concedió lo pedido.
Una figura del Chullachaqui que nos da la bienvenida a la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana. Foto: Paula Elizalde / Infobae.
Una figura del Chullachaqui que nos da la bienvenida a la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana. Foto: Paula Elizalde / Infobae.

Además, se tuvo la oportunidad de conocer el Caimitillo, un árbol que alberga una especie de hormiga que protege la “supay chacra”.

También se exploraron los bosques de arena blanca o bosques de varillal, los cuales están siendo gestionados por las poblaciones locales.

La leyenda del Ayaymama narra la historia de dos niños abandonados por su madrastra en el corazón de la selva. Asustados, comenzaron a gritar "ojalá fueramos aves para volar y ver donde está mamá". Su deseo fue concedido, convirtiéndose en pequeñas aves. Al no encontrar a su madre, se encerraron en su lamento que se puede oir como: ayaymama... ayaymama...
Foto: Paula Elizalde / Infobae.
La leyenda del Ayaymama narra la historia de dos niños abandonados por su madrastra en el corazón de la selva. Asustados, comenzaron a gritar "ojalá fueramos aves para volar y ver donde está mamá". Su deseo fue concedido, convirtiéndose en pequeñas aves. Al no encontrar a su madre, se encerraron en su lamento que se puede oir como: ayaymama... ayaymama... Foto: Paula Elizalde / Infobae.

Este recorrido nos llevó hacia CREA, el Centro de Rescate Amazónico. Aquí conocimos de cerca las labores de los rescatistas, quienes se encargan de rehabilitar a los animales que han sido afectados por el tráfico ilegal, así como aquellos que eran tomados como mascotas.

Agentes de cambio y aliados de SOSelva participaron en la liberación de taricayas. Foto: Paula Elizalde / Infobae.
Agentes de cambio y aliados de SOSelva participaron en la liberación de taricayas. Foto: Paula Elizalde / Infobae.

Exploramos el Bosque de Huayo y visitamos los tanques de recuperación de manatíes. Uno de los momentos más emocionantes fue la liberación de taricayas, una especie de tortuga. Los representantes del equipo de aliados protagonizaron la escena, en la que estos reptiles regresaban a un hábitat segura.

Una taricaya antes de su liberación. Foto: Paula Elizalde / Infobae.
Una taricaya antes de su liberación. Foto: Paula Elizalde / Infobae.

Infobae Perú conversó con el CEO de Latam Airlines Perú, Manuel van Oordt, quien nos explicó cómo han tomado acción para la protección de especies en peligro por medio del “avión solidario”, un transporte que es usado por los rescatistas para que puedan trasladar de manera segura a los animales.

El arbuelo, uno de los atractivos de CREA, el Centro de Rescate Amazónico. Foto: Paula Elizalde / Infobae.
El arbuelo, uno de los atractivos de CREA, el Centro de Rescate Amazónico. Foto: Paula Elizalde / Infobae.

Para realizar estos vuelos, el personal ha sido capacitado para que el proceso sea el adecuado y las especies lleguen a su destino de manera optima para una rápida atención.